MINUTO DE DESCUENTO

Arabia Saudí 2034: otro Mundial de la vergüenza

La FIFA confirmó el miércoles que España, junto a Portugal y Marruecos, acogerá el Mundial masculino de fútbol del año 2030. Una noticia cuyo impacto local ha silenciado en nuestro país el otro gran titular que dejó el Congreso de la FIFA: que la edición de 2034 se disputará en Arabia Saudí. Tras Rusia 2018 y Qatar 2022, un nuevo régimen autoritario acogerá uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Tres veces en cinco ediciones, lo que deja ver un claro patrón: el desinterés de la FIFA por los Derechos Humanos. La inclusión de Marruecos en la propuesta ibérica de 2030 bien se puede meter al saco. Y lo peor del caso saudí quizá sea cómo la FIFA ha ido moviendo los hilos en silencio para que la suya fuera la única candidatura para 2034. Desde hace un par de décadas, un continente que acoge un Mundial tiene que esperar al menos 12 años para organizar el siguiente. Es decir, Norteamérica no podía celebrar el de 2034, dado que el de 2026 se celebra en Estados Unidos, México y Canadá. Al conceder el de 2030 a España, Portugal, Marruecos, Argentina, Uruguay y Paraguay, para 2034 también quedaban fuera de juego Europa, África y Sudamérica. Es decir, Asia y Oceanía se quedaban como únicas opciones.  Y por si eso fuera poco, la FIFA anunció de repente, sin previo aviso, que los plazos de concesión del Mundial pasaban de años a apenas unos días, con la excusa de acompasar las adjudicaciones de los Mundiales de 2030 y 2034. Arabia Saudí, claro, era el único país que se había preparado para ese escenario. Y, en su condición de dictadura, podía gastar el dinero que hiciera falta para asegurarse la victoria- sin oposición. Como no hizo falta votar, ningún miembro de la FIFA tuvo que mancharse directamente las manos. ¿Y los Derechos Humanos? Hace tiempo que eso no importa.