Audiencia Nacional

Falsos 'brokers', vínculos emocionales y cuentas "quemadas": la Policía detalla una macroestafa con bitcoins

Una organización criminal recurría de forma fraudulenta a la imagen de personajes famosos como Pablo Motos y Rafael Nadal para atraer a inversores

Los delincuentes establecían vínculos con clientes, que acababan confiando en falsos 'brokers' que actuaban como si fueran amigos: "Jason te extraña"

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. / El Periódico de España

Tono Calleja Flórez

Tono Calleja Flórez

Falsos 'brokers' que simulaban ser especialistas en inversiones de bitcoins o criptomonedas captaban a sus víctimas mediante publicidades engañosas o directamente falsas en redes sociales utilizando de forma fraudulenta la imagen de personajes conocidos como Rafael Nadal o el periodista Pablo Motos.

Estos farsantes, que han protagonizado una macroestafa que ya se investiga en la Audiencia Nacional, establecían un vínculo emocional con decenas de clientes, a los que reclamaban una inversión inicial de 250 euros, que depositaban en una falsa cuenta bancaria que previamente habían manipulado los integrantes de la organización criminal, que de esta forma hacía creer a los inversores que conseguían importantes ganancias en pocos meses. 

Durante varios meses, un gestor contactaba por teléfono casi a diario con las personas captadas para lograr intimar a nivel personal, al tiempo que les hacían ver las supuestas ganancias que iban consiguiendo gracias a su primera inversión, pero también para destacarles lo que podrían ganar si elevaban sus fondos.

Hasta 100.000 euros

De esta forma convencían a los inversores para que realizaran transferencias que llegaron incluso a los 100.000 euros, dado que estos confiaban plenamente en el negocio que les planteaban sus ‘brokers’ de confianza.

“Buenos días, te escribe Aurelius Belini de Kontofx. Jason también me ha dicho que te va a llamar hoy, que te extraña”, dice un supuesto supervisor a un cliente, cuyo gestor inicial se había identificado con ese nombre, de acento sudamericano, y que tenía un familiar viviendo en Talavera de la Reina: “El deseo es mutuo, es que han sido varios meses de trabajo en común”, responde el confiado inversor, según consta en las pruebas aportadas a la Policía Judicial.

"Jason se ha enfadado conmigo"

Según las transcripciones de las conversaciones, a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, un cliente se dirige al supervisor Belini para preguntar de nuevo por quien había sido su gestor de confianza: “Tengo que decirte que tendrás que nombrarme otro 'broker' porque Jason se ha enfadado conmigo. Supongo que con razón porque le hice un comentario algo grosero (pero dentro de la confianza que creía tener), y después de pedir reiteradas disculpas no he ha llamado ni se ha puesto en contacto conmigo. Lo siento, era una buena persona”.

Gracias a este contacto diario los clientes llegaron incluso a permitir a los integrantes de la organización criminal que accedieran en remoto a sus ordenadores, desde los que realizaban nuevas transferencias a cuentas bancarias situadas en el extranjero.

Y nuevamente los estafados veían en la falsa web de la plataforma de inversión que sus beneficios aumentaban hasta un 18% al mes, lo que suponía un incentivo más para que estas personas, muchas de ellas de edades superiores a los 60 años, realizaran nuevas compras de criptomonedas.

El "quemado" de la cuenta

Pero el final del sueño para decenas de inversores llegaba con lo que la Policía Judicial denomina el “quemado” de la cuenta, que no era otra cosa que cuando la víctima no tenía más dinero para invertir o solicitaba la retirada de una parte de los supuestos beneficios obtenidos, los autores de la estafa manipulaban los datos de la web para que el cliente observara que sus inversiones entraban en fuertes pérdidas.

Y ese momento de pánico lo aprovechaban los estafadores para que el supervisor del supuesto gestor inicial contactara telefónicamente con los engañados, a los que hacían un ultimátum: o invertía más dinero o perdería la totalidad de lo invertido.

Pero la organización criminal acababa cortando en seco su relación con el supuesto cliente, que intentaba en vano que le informaran de lo que estaba pasando: “Aunque creo que estás preparando la conferencia de Saint Tropez, solo te envío este mensaje para comunicarte dos cosas: los de Schangexpro todavía no han abonado nada y lo segundo es que no se ha puesto ningún colaborador para hablar sobre las previsiones de septiembre”, llegó a escribir el cliente.

Pasado el tiempo, el engaño se hacía cada vez más evidente, aunque los estafados se aferraban a las personas que les habían captado: “Desde el 7 de agosto no he podido contactar con nadie de Kontofx. Me comentaste que a final de mes se pondría en contacto conmigo un colaborador tuyo para plantear el tema a partir de septiembre. Lo he intentado dos veces con Jason, sin respuesta y esta semana a través del soporte técnico y tampoco. Ya me diréis algo”, escribió un denunciante, que no logró obtener ninguna información.

2,82 millones estafados

De esta forma consiguió al menos 2,82 millones de euros esta organización criminal “de carácter internacional, muy estructurada y especializada, con un elevado número de miembros y que funcionaba como una auténtica empresa”, según consta en un informe conjunto elaborado por agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) del Cuerpo Nacional de Policía en Aragón y de la Unidad Central de Estafas y Medios de Pago de los Mossos d’Esquadra.

Los agentes de ambos cuerpos plasmaron en un oficio policial, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, sus pesquisas sobre el ‘modus operandi’ de este grupo criminal que utilizaba de forma fraudulenta la imagen de personas famosas, como es el caso de Pablo Motos, Rafael Nadal o Pedro Sánchez para captar a clientes en España.

Una empresa que ofrece teléfonos

Para llevar a cabo esta macroestafa la organización utilizó al menos 247 teléfonos de doce países, entre ellos Malasia, Nueva Zelanda y Georgia. Sin embargo, según la Policía Judicial, la mayoría de estos números son administrados desde la firma Voxbone, una empresa que ofrece numeraciones telefónicas de diversos países para realizar llamadas a través de internet. Por eso, esta tecnología impide determinar si las personas que hacían estas llamadas se encontraban en estos países. Además, crearon 60 empresas para sus estafas en España, siendo las tres principales de Estonia.

También habilitaban con permiso de las víctimas una cuenta "Exchange" con sus datos. Se trata de plataformas online para el intercambio de criptomonedas, pero también de moneda tradicional. Y lograban que sus clientes transfirieran sus ahorros desde su cuenta bancaria a su “Exchange”.

Y una vez ahí, la organización criminal trasladaba esos fondos a un monedero propio, por lo que los inversores perdían el control de su dinero. Los “Exchanges” utilizados para el delito, según la Policía Judicial, eran "completamente ajenos" a estas actividades delictivas.