Inteligencia animal

El insólito altruismo de las orcas: ¿por qué estos gigantes marinos comparten su comida con humanos?

Un fenómeno documentado en cuatro océanos pone a prueba lo que sabemos sobre la inteligencia animal

Recreación artística de una interacción entre orcas y humanos.

Recreación artística de una interacción entre orcas y humanos. / ChatGPT/T21

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21

Madrid

En las aguas de todo el mundo, un puñado de orcas salvajes ha protagonizado una serie de encuentros que desafían nuestra comprensión de la vida animal: han ofrecido presas y objetos a seres humanos, como si buscaran iniciar un diálogo entre especies. Un reciente estudio internacional documenta estos episodios y se pregunta: ¿qué motiva a estos gigantes marinos a compartir con nosotros?

Una nueva investigación, cuyos resultados se publican en el Journal of Comparative Psychology, documenta y analiza un fenómeno tan sorprendente como poco conocido: las orcas salvajes ofreciendo presas y otros objetos a seres humanos en distintas partes del mundo. Este comportamiento, que podría calificarse de “altruista” o prosocial, ha sido registrado en 34 ocasiones entre 2004 y 2024, y plantea interrogantes sobre la inteligencia, la cultura y la evolución social de estos cetáceos.

Los autores recopilaron casos en los que orcas de ambos sexos y de todas las edades ofrecieron presas o elementos naturales (peces, mamíferos marinos, aves, invertebrados, reptiles y hasta algas) a personas que se encontraban en barcos, en el agua o incluso en la orilla. Estos eventos se distribuyeron en cuatro océanos y seis poblaciones diferentes de orcas. En la mayoría de los casos, las orcas esperaban una reacción humana antes de recuperar o abandonar el objeto ofrecido, lo que sugiere una clara intención de interacción y observación de la respuesta humana.

¿Por qué comparten las orcas?

En la naturaleza, compartir presas es un comportamiento bien documentado en especies sociales como primates y delfines, y suele estar vinculado a la cooperación, la reciprocidad y la cohesión social. Sin embargo, que un animal salvaje intente “provisionar” a un humano es algo extremadamente raro.

Los autores exploran varias hipótesis para explicar este comportamiento en las orcas: en primer lugar, el bajo coste del acto: dada la posición de ambos (orcas y humanos) como depredadores ápice en sus respectivos entornos, el coste de compartir presas entre especies es bajo, ya que no existe competencia directa ni riesgo significativo para las orcas.

En segundo lugar, la curiosidad y exploración: muchas de las interacciones parecen estar motivadas por la curiosidad. Las orcas, animales de gran inteligencia y con estructuras sociales complejas, podrían estar explorando las posibilidades de interacción y aprendizaje con otra especie inteligente. En casi todos los casos, las orcas observaban atentamente la reacción humana tras hacer la “ofrenda”.

Una tercera hipótesis: una especie de juego y aprendizaje. Aunque el juego estuvo presente en cerca del 38% de los eventos, no fue la única motivación. La diversidad de edades y sexos implicados, así como la variedad de objetos ofrecidos y la brevedad de muchas interacciones, sugiere que la exploración y el aprendizaje sobre el comportamiento humano pueden ser factores clave.

Por último, los investigadores pensaron en raíces culturales y sociales: las orcas presentan comportamientos culturales y tradiciones sociales complejas, y el compartir presas es habitual entre individuos de un mismo grupo. El hecho de que algunas poblaciones y linajes sean más propensos a este tipo de interacción sugiere que podría tratarse de una tradición cultural emergente en ciertos grupos.

Referencia:

Testing the waters: Attempts by wild killer whales (Orcinus orca) to provision people (Homo sapiens). Towers, J. R. et al. Journal of Comparative Psychology. Advance online publication. DOI:https://dx.doi.org/10.1037/com00004221

Implicaciones evolutivas y culturales

El estudio plantea que estos actos podrían representar una forma de altruismo generalizado, donde el beneficio no es inmediato ni necesariamente recíproco, pero contribuye a la construcción de relaciones y al aprendizaje inter-específico. La capacidad de las orcas para compartir, explorar y comunicarse con humanos refuerza la idea de una convergencia evolutiva en la inteligencia social entre cetáceos y primates, incluyendo al ser humano.

Aunque estos encuentros puedan parecer entrañables o inofensivos, los autores advierten sobre la necesidad de cautela. Las orcas son animales salvajes con comportamientos complejos y, aunque no existen registros de ataques mortales a humanos en libertad, sí se han documentado interacciones agresivas en cautiverio y daños a embarcaciones. Por ello, recomiendan no fomentar ni buscar activamente este tipo de interacciones, salvo en contextos controlados y con las debidas autorizaciones éticas1.

Esta investigación abre una ventana a la complejidad social y cognitiva de las orcas, mostrando que el acto de compartir presas con humanos podría ser una manifestación de su curiosidad, capacidad de aprendizaje y sofisticación cultural.

Estos comportamientos, aunque raros, podrían volverse más frecuentes a medida que la presencia humana en los océanos aumenta, y nos invitan a reflexionar sobre la profundidad de las relaciones posibles entre especies inteligentes.