Arqueología biomolecular

Las momias egipcias revelan el secreto de la “vida eterna”

Están embalsamadas con sustancias procedentes de África y Asia sabiamente elaboradas para preservar los cuerpos

Dos especialistas envuelven al muerto en vendajes previamente empapados en sustancias especiales.

Dos especialistas envuelven al muerto en vendajes previamente empapados en sustancias especiales. / Nikolá Nevenov/LMU

Redacción T21

Los arqueólogos han descubierto por primera vez cómo los fabricantes de momias egipcias preservaban a sus muertos y qué ingredientes se aplicaban a distintas partes del cuerpo para conseguir que fueran tan duraderas. Usaban sustancias que no solo procedían de Egipto, sino también de la región mediterránea e incluso del África tropical y del sudeste asiático.

Un equipo de investigación germano-egipcio ha demostrado por primera vez qué sustancias usaban los antiguos egipcios para embalsamar a sus momias y conseguir el pretendido efecto de la “vida eterna”. Los resultados se publican en la revista Nature.

Los expertos de las universidades de Múnich y de Tubinga, entre otros, pudieron mostrar qué sustancias se esconden detrás de nombres balsámicos que ya se conocían y qué sustancias se usaron para qué parte del cuerpo.

Con la ayuda de análisis de residuos químicos, fue posible extraer e identificar los residuos moleculares de esas sustancias que se habían encontrado en Saqqara, un emplazamiento de la necrópolis principal de la ciudad de Menfis, no lejos de la Pirámide de Unis, que había sido descubierto en 2016.

Vasijas reveladoras

De ese antiguo taller de momificación, que data de los siglos VII y VI a.C., se recuperaron numerosas vasijas que los artesanos habían utilizado para conservar los cadáveres.

"Estos frascos estaban inscritos con textos que incluían instrucciones de embalsamamiento, por ejemplo, aplicar en la cabeza o vendar o frotar con esto", informan Rageot y sus colegas en un

comunicado

.

También se daban a menudo los nombres de las sustancias, así como en ocasiones el nombre del responsable del taller de embalsamamiento o necrópolis.

Información detallada

Los análisis de las primeras 31 vasijas proporcionaron información detallada sobre los secretos de la vida eterna que perseguían los faraones.

Casi dos tercios de las esencias de embalsamamiento contenían aceite y brea de enebro o ciprés. También se utilizaron varias resinas de árboles, cera de abejas y aceites vegetales, incluido el aceite de ricino. Estos productos son conocidos por tener actividad antibacteriana y antifúngica.

"Es posible que hayan ayudado a preservar los tejidos humanos", dicen los arqueólogos. La brea vegetal, las resinas y la cera de abejas también sirvieron para sellar los poros y las aberturas del cuerpo y evitar así la entrada de humedad. La adición de aceites esenciales y grasas animales dio a estas esencias una buena consistencia y un olor agradable, destacan los investigadores.

Las inscripciones de las vasijas revelaron asimismo que algunas de estas esencias solo se usaban en ciertas partes del cuerpo, como la resina de pistacho y el aceite de ricino, que se aplicaba exclusivamente para la cabeza.

Escaneo 3D mediante láser de las tumbas del pozo Saite en Saqqara. Universidad de Tubinga.

Enigmas descifrados

Antiu

Pero los análisis revelan que detrás estaba una mezcla de aceite de cedro, brea de enebro o ciprés y varias grasas animales.

"Antiu era, por lo tanto, un producto fabricado deliberadamente por los conservadores de momias y contenía al menos dos aceites de coníferas y grasas animales diferentes", dicen los arqueólogos.

Aceite sagrado

Un segundo ingrediente conocido de los escritos egipcios es sefer. "Era uno de los siete aceites sagrados usados en el embalsamamiento y el ritual de abrir la boca", explican Rageot y sus colegas. Sus análisis revelan que se trataba de un ungüento elaborado con grasas animales aromatizado con aceites esenciales.

"Los embalsamadores estaban al tanto de las propiedades químicas y bioactivas de estas sustancias y tenían un amplio conocimiento de cómo se preparaban varios ingredientes", escribe el equipo.

Comercio mundial temprano

Otro hallazgo del estudio fue que las momificaciones parecían ser de gran importancia para el comercio mundial temprano, porque gran parte de los materiales utilizados no procedían solo de Egipto, sino también de la región mediterránea e incluso del África tropical y del sudeste asiático.

La resina del árbol Elemi (Canarium sp.), un árbol balsámico originario de África tropical y el Sudeste Asiático, se utilizó en muchas esencias. En la actualidad se sigue utilizando para la fabricación de incienso y aceites esenciales.

Además, los fabricantes de momias del antiguo Egipto usaban aceite del árbol dammar, un miembro de la familia de las dipterocarpáceas (árboles corpulentos y resinosos) que se encuentra solo en el sudeste asiático. “El origen de estas sustancias nos proporciona evidencia de una red casi global”, dicen los arqueólogos.

Primer vistazo

Eso significa que, hace casi 3.000 años, los sacerdotes y las élites egipcias utilizaron relaciones comerciales a larga distancia con Asia para obtener los ingredientes necesarios para la momificación.

"Y los hallazgos de Saqqara nos dan solo un primer vistazo de las redes comerciales y de trueque necesarias para la industria del embalsamamiento de la época", concluyen los investigadores.

Referencia

Biomolecular analyses enable new insights into ancient Egyptian embalming

. Maxime Rageot et al. Nature (2023). DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-022-05663-4