Biología

Los hongos podrían generar una nueva pandemia

En la serie "The Last of Us", el apocalipsis llega cuando las personas se convierten en zombis debido a los hongos. ¿Es posible en la realidad un escenario similar?

Los científicos dicen que una pandemia de hongos no es imposible.

Los científicos dicen que una pandemia de hongos no es imposible. / Crédito: Steve Buissinne en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Una pandemia de hongos es poco probable pero no imposible, según analizaron distintos científicos en referencia a la nueva serie de ciencia-ficción "The Last of Us". Para algunos especialistas, el potencial de aquello que puede surgir y convertirse en un patógeno es enorme. En ese sentido, no sería sorprendente que en el futuro surjan más hongos como patógenos humanos, que se vuelven más difíciles de tratar y más infecciosos.

"The Last of Us" es uno de los programas más exitosos de la señal HBO, pero además pone en primer plano un tema que genera temores y debates: ¿puede una nueva generación de hongos súper evolucionados desatar una pandemia más dañina para la humanidad que el COVID-19? Los científicos lo estiman muy difícil, pero no imposible en determinados contextos

En la serie, la catástrofe global no llega de la mano de armas biológicas o químicas, o como resultado de un conflicto nuclear a gran escala. Los seres humanos se vuelven zombis por la acción de hongos infecciosos, de acuerdo a lo imaginado por los autores del videojuego en el que se basa la serie televisiva. ¿Puede tener esto algún sentido en la realidad? ¿Son los hongos una posible amenaza a la cual debemos considerar con seriedad?

Los hongos como amenaza potencial

Utilizados históricamente en la alimentación y en la producción de alucinógenos, los hongos también pueden ser nocivos para el ser humano, generando infecciones potencialmente mortales. De acuerdo a un

artículo

publicado en Interesting Engineering, algunos hongos pueden tener un impacto considerable en el cerebro y el comportamiento humanos, aunque no nos transformen en zombis.

Por ejemplo, los hongos "mágicos" que causan alucinaciones y pueden encontrarse en regiones tropicales y subtropicales poseen psilocibina, una poderosa sustancia alucinógena, en tanto que el cornezuelo de centeno es otro hongo que puede afectar el comportamiento habitual del cerebro.

Según un

artículo

publicado en Insider, ninguna especie de hongo actualmente conocida por la ciencia puede considerarse como una amenaza inmediata para los humanos, por los menos en los términos de una pandemia. Sin embargo, las infecciones fúngicas se están incrementando considerablemente en todo el mundo, y los investigadores están preocupados por el riesgo que suponen para un número creciente de personas. 

El científico Norman Van Rhijn, un micólogo que investiga infecciones fúngicas en la Universidad de Manchester, en el Reino Unido, declaró al mismo medio que definitivamente es posible una pandemia de hongos. En ese sentido, algunos especialistas piensan que pueden surgir nuevos súper patógenos del reino de los hongos. 

Para Tom Chiller, jefe de la rama de enfermedades fúngicas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, citado asimismo por Insider, el potencial de aquello que puede transformarse en un patógeno es cada vez más amplio. De esta manera, el científico cree posible que surjan más hongos como patógenos humanos, que progresivamente se tornen más difíciles de tratar y más infecciosos.

Temperaturas elevadas e inmunidad reducida

¿Cuáles serían las causas de este fenómeno? Por ejemplo, el aumento de las temperaturas globales podría incrementar la amenaza de patógenos fúngicos. En la década de 2010, brotes de una infección provocada por el hongo Candida auris surgieron de forma independiente en tres continentes diferentes al mismo tiempo. Hasta el momento, no pudo identificarse un vínculo o contacto claro entre los brotes.

Muchos científicos creen que el cambio climático podría ser el responsable. A medida que aumentan las temperaturas globales, los

hongos

tienen que adaptarse a temperaturas más altas y, en consecuencia, pueden proliferar más fácilmente en el cuerpo humano, superando la fiebre que nuestro propio cuerpo genera para intentar eliminarlos.

En octubre pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a Candida auris como una de las cuatro prioridades principales en su primera clasificación de patógenos fúngicos, junto al hongo Cryptococcus. Pero además del cambio climático, otros factores también podrían aumentar el

potencial nocivo de los hongos

para el ser humano.

Por ejemplo, la pandemia de COVID-19 y otras enfermedades virales anteriores, como el VIH/SIDA, ha incrementado el número de personas susceptibles a las infecciones por hongos, al disminuir el poder de su sistema inmunológico. Por último, otro factor de riesgo proviene de la mejora de la tecnología médica y de la industria farmacológica: muchos medicamentos y prácticas que pueden salvar vidas también inhiben el sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables a otras infecciones, como por ejemplo las producidas por hongos.