Arqueología

Descubierta la tumba de la partera que ayudó al nacimiento de Jesús

Se convirtió en un destino de peregrinaje por acoger los restos de Salomé en la época bizantina

Salomé (derecha) y la partera "Emea" (izquierda), bañando al niño Jesús, es una figura común en los íconos ortodoxos de la Natividad de Jesús.

Salomé (derecha) y la partera "Emea" (izquierda), bañando al niño Jesús, es una figura común en los íconos ortodoxos de la Natividad de Jesús. / Fresco del siglo XII de Capadocia. (Wikicommons)

Redacción T21

Una antigua cueva funeraria de 2.000 años de antigüedad habría sido la tumba de Salomé, la partera que ayudó en el nacimiento de Jesús por parte de una madre virgen. Esta constatación la habría llevado a proclamar al recién nacido como un gran rey, según el evangelio apócrifo de Santiago.

Se cree que una cueva funeraria de 2.000 años de antigüedad encontrada en el bosque de Lachish es la tumba de la partera que ayudó a dar a luz a Jesús, luego de excavaciones que descubrieron inscripciones que mencionan a "Salomé, quien fue la partera de María".

La cueva, que se cree fue la tumba familiar de judíos prominentes, fue descubierta hace unos 40 años por saqueadores de antigüedades y posteriormente excavada por el profesor Amos Kloner, de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA). Sin embargo, a pesar de las numerosas pruebas de su uso como lugar sagrado cristiano, nunca se abrió al público.

La cueva incluye varias cámaras con múltiples complejos funerarios excavados en la roca y osarios rotos, que atestiguan la costumbre judía de enterramiento.

Cueva ritual

“A juzgar por las cruces y docenas de inscripciones talladas en las paredes de la cueva en los períodos bizantino e islámico temprano, la capilla estaba dedicada a la sagrada Salomé", señala la IAA.

Durante los dos últimos meses, los arqueólogos han excavado un elaborado patio de 350 metros cuadrados a la entrada de la cueva, repleto de intrincadas tallas de piedra, elevados arcos, un suelo de mosaico y los restos de una tienda, donde los peregrinos podrían haber alquilado lámparas de aceite para iluminar el camino al interior de la cueva para sus oraciones, según explican los investigadores.

La IAA anunció, unos días antes de que el mundo cristiano celebrara el nacimiento de Cristo, que los grabados en griego antiguo y árabe descubiertos en la cueva son suficientes para demostrar que se trata de “la cueva de la santa Salomé".

La cueva funeraria se convirtió en un destino de peregrinaje después de que los cristianos locales la identificaran como el lugar de enterramiento de Salomé en la época bizantina.

La historia de Salomé

El papel de Salomé como partera en el nacimiento de Cristo se relata en el Evangelio de Santiago, que no es canónico.

Se trata de un evangelio del siglo II que relata la concepción de María, su crianza y matrimonio con José, así como el viaje de la pareja a Belén, junto con detalles de Jesús cuando era niño.

En este evangelio atribuido a Santiago el Justo, Salomé aparece como ayudante de una partera especializada en el momento del parto de María.

El relato de este momento destaca que, cuando la partera anónima invitó a Salomé a ayudarla en el parto de María, le indicó que se trataba del alumbramiento por parte de una madre que era virgen, algo que suscitó desconfianza en Salomé.

Rey nacido en Israel

Cuando comprobó que era verdad, se arrepintió de haber dudado de la virginidad de María y clamó al cielo por su perdón. Entonces apareció un ángel que la consoló y le llevó a reconocer en Jesús a un gran rey nacido en Israel, pidiéndole que no contara nada de lo que había visto “hasta que el niño entre en Jerusalén”.

Que Salomé sea la primera, después de la partera, en dar testimonio del nacimiento y reconocer a Jesús como el Cristo, son circunstancias que tienden a conectarla con Salomé la discípula, según la historiadora del arte Gertrud Schiller.

En la Alta Edad Media, esta Salomé se identificaba a menudo con María Salomé en Occidente y, por lo tanto, se la consideraba la partera creyente, según la misma fuente.

Santiago, ¿hijastro de María?

Hay alrededor de ciento treinta manuscritos griegos que contienen el Evangelio de Santiago, pero la mayoría de estos datan del siglo X o posterior.

El autor, 'Santiago', se menciona en el Nuevo Testamento como un hijo de José y hermano de Jesús- Sin embargo, se cree que Santiago habría sido el hijo de la primera esposa de José.

El nombre Salomé era un nombre judío común en el período del Segundo Templo, y también era conocido en las familias hasmoneas y herodianas”, dijo Ziv Firer, director de la excavación y arqueólogo de la IAA.