El Futuro Es Ahora (3)

El progreso exponencial impacta a las universidades

Deben reinventarse porque los oficios están sufriendo una transformación total

Una científica trabaja en un proyecto de inteligencia artificial.

Una científica trabaja en un proyecto de inteligencia artificial. / EFE

Miguel Ormaetxea Arroyo

En los próximos años la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas y la computación en la nube generarán una demanda de personal cualificado para la que muchas universidades no están preparadas. La construcción inteligente, los drones, la impresión 3D y la zoología de especies extintas marcan la academia que viene.

Hemos entrado en una era de progreso exponencial. Ya no basta dedicar unos años a la enseñanza de profesiones y oficios, porque están cambiando a enorme velocidad. Las universidades y las escuelas están reaccionando en orden disperso. Algunas tienen servicios y programas de puesta al día para sus exalumnos, pero con frecuencia son insuficientes.

En los cuatro años de una carrera media, cuando terminan los alumnos, una parte de lo que han aprendido queda obsoleta. Las escuelas de negocio punteras, que afortunadamente tenemos en España, lo saben bien, como pone de relieve el experto Enrique Dans.

Es de gran importancia que no les pase lo que a los medios de comunicación, que no entendieron la revolución digital y aún lo están pagando. Otro día hablaremos de los desafíos y oportunidades de los medios de comunicación locales, que pueden salir beneficiados en esta transición.

Fuerzas convergentes

Hay tres fuerzas que confluyen para este nuevo horizonte: la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático, el crecimiento del Internet de las Cosas (IoT) y la computación en la nube. Todo esto generará petabytes de datos diariamente. Y habrá una enorme demanda de personal cualificado para analizar estos datos y extraer conocimiento e información procesable.

Sectores calves como la salud se verán muy beneficiados. Se necesitarán expertos en bancos de datos mundiales sobre salud, que darán un impulso extraordinario a la sanidad. Deberán trabajar estrechamente coordinados con los gobiernos y las farmacéuticas. Para el 2050, muchas dolencias hoy malditas y mortales tendrán remedio. La mayor parte de los cánceres actuales ya no serán una condena.

El envejecimiento será otra área clave y será tratado como una enfermedad más. Es probable que la gerontología avanzada sea exclusiva de los muy ricos. Y después del 2050, es posible que aparezcan los primeros amortales. Pero ese tema merece capítulo aparte.

Vienen nuevos tiempos para las universidades.

Vienen nuevos tiempos para las universidades. / Clay Banks en Unsplash.

Rutas a seguir

-Construcción con IA. El trabajo de los arquitectos asistido por Inteligencia Artificial experimentará un desarrollo explosivo. La creatividad y el diseño serán claves y los cálculos los harán las máquinas. Los servicios inmobiliarios se adaptarán a cada gusto y necesidad y se globalizarán. El Coliving, edificios diseñados para grupos de personas afines, en entornos privilegiados, se va a generalizar.

-Deportes con IA. No serán necesarios los árbitros, las máquinas no comenten errores o cometen muchos menos. Habrá estadísticas muy sofisticadas. Y surgirán nuevos tipos de confrontaciones deportivas.

-Experto en drones. Esto es ya una necesidad apremiante, pues su uso se está haciendo explosivo.

-Ingeniero en alimentación de impresión 3D. Va a ser un campo que ahora apenas empieza, pero se auguran inmensas posibilidades.

-Zoólogos de especies extintas. Cada día se calcula que ahora desparecen unos cien especies diariamente en el planeta. A muchos no llegamos a conocerlos. Y con ello, también desaparecen las posibilidades del supuesto Homo Sapiens. La ingeniería genética puede ayudar enormemente. Nuevas especies artificiales surgirán con problemas también renovados.

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