Astronomía

Descubren el origen de una señal de radio detectada en 1977, enviada por una supuesta civilización alienígena

Provendría de una estrella similar al Sol, ubicada en la constelación de Sagitario, a 1.800 años luz de la Tierra

2MASS 19281982-2640123, la estrella similar al Sol en la constelación de Sagitario desde la cual provendría la misteriosa señal.

2MASS 19281982-2640123, la estrella similar al Sol en la constelación de Sagitario desde la cual provendría la misteriosa señal. / Créditos: PanSTARRS/DR1.

Pablo Javier Piacente

El prominente y aún misterioso "¡Wow!", la señal que apareció brevemente en un radiotelescopio la noche del 15 de agosto de 1977 y es considerada hasta el momento como la señal con mayores probabilidades de haber sido emitida por una civilización extraterrestre, podría haber venido de una estrella semejante al Sol, ubicada a 1.800 años luz de distancia de la Tierra.

La señal de radio "¡Wow!"

es aún considerada como la mejor candidata a ser un mensaje SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre, según las siglas en inglés) que hemos captado con nuestros radiotelescopios hasta el momento. Descubierta en 1977, ha motivado una gran cantidad de hipótesis y conjeturas: ahora, un nuevo estudio publicado recientemente en International Journal of Astrobiology, propone una ubicación precisa en el Universo desde la cual habría provenido esta misteriosa señal. 

Un enigma que sigue abierto

Inmortalizada como "¡Wow!" (equivalente a la expresión ¡Guau! en español) por la anotación que realizó el astrónomo Jerry Ehman al descubrirla, la señal apareció durante una búsqueda SETI en el telescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, concretamente el 15 de agosto de 1977. Increíblemente fuerte pero muy breve, la señal registró una duración de 1 minuto y 12 segundos, según el

informe

escrito por el propio Ehman al cumplirse el 30° aniversario del descubrimiento.

Cuando Ehman observó una impresión de una señal anómala, escribió "¡Wow!" en la página e inició la “leyenda”: vale recordar que el desaparecido telescopio Big Ear buscó mensajes extraterrestres en una banda de frecuencia electromagnética que es producida por el elemento hidrógeno. Para Ehman, siendo el hidrógeno el elemento más abundante en el Universo, es lógico pensar que una civilización inteligente dentro de la Vía Láctea podría transmitir una fuerte señal en el rango de frecuencia relacionado con dicho elemento químico, si su objetivo es hacer evidente su existencia.

En el nuevo estudio, realizado por el astrónomo aficionado Alberto Caballero, se analizó cuál de las miles de estrellas presentes en la región del cosmos identificada con la señal podría tener la mayor probabilidad de ser la fuente real del mensaje, siempre que provenga de un sistema estelar similar al nuestro. 

Un escaneo de una copia a color del gráfico original, hecho unos años después de recibir la señal "¡Wow!" en 1977.

Un escaneo de una copia a color del gráfico original, hecho unos años después de recibir la señal "¡Wow!" en 1977. / Crédito: Big Ear Radio Observatory and North American AstroPhysical Observatory (NAAPO).

¿Un mensaje desde casi 2.000 años luz de distancia?

De un total de 66 estrellas estudiadas, solo una pudo identificarse como una estrella similar al Sol: se llama 2MASS 19281982-2640123 y se localiza en la constelación de Sagitario, aproximadamente a 1.800 años luz de distancia de la Tierra. Según indica el propio Caballero en su estudio, debería convertirse por lo tanto en un objetivo ideal para realizar nuevas observaciones, en la búsqueda de firmas tecnológicas de civilizaciones

extraterrestres

.

Hasta la fecha, la señal "¡Wow!" sigue siendo la candidata más fuerte a convertirse en el primer mensaje alienígena identificado por el ser humano. Se ha sugerido que la señal fue producida por nubes de hidrógeno de los cometas 266/P Christensen y P/2008 Y2, pero esta hipótesis ha sido descartada por la comunidad científica: hasta hoy, se desconoce la fuente exacta de la señal.

La señal duró 72 segundos, pero como esta fue la cantidad máxima de tiempo que el radiotelescopio Big Ear pudo observar, es probable que la señal haya durado más. El principal problema, sin embargo, es que la señal nunca se repitió: las observaciones de seguimiento del área realizadas por muchos observatorios durante varios años nunca detectaron otra señal similar. A pesar de esto, el hecho de que la señal nunca se repitiera no necesariamente descarta que fuera producida por

inteligencia extraterrestre

: el nuevo descubrimiento parece reabrir la polémica.

Referencia

An approximation to determine the source of the WOW! Signal

. Alberto Caballero. International Journal of Astrobiology (2022). DOI:

https://doi.org/10.1017/S1473550422000015