Clima Espacial / Ciencia Solar

El plasma de una "mancha solar muerta" llega hoy a la Tierra

Generaría una tormenta geomagnética leve, pero marca un incremento de las manchas solares que alcanzaría su punto máximo en 2025

En 2025, la cantidad de manchas solares llegará a su punto máximo dentro del actual ciclo solar.

En 2025, la cantidad de manchas solares llegará a su punto máximo dentro del actual ciclo solar. / Crédito: ipicgr en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

El "cadáver" de una mancha solar explotó el lunes 11 de abril, provocando una eyección masiva de material solar que se dirige a la Tierra. La llamarada llegará hoy jueves: podría producir una tormenta geomagnética menor y auroras más intensas, con leves impactos en las operaciones de los satélites y fluctuaciones débiles en la red eléctrica.

Una explosión solar producida por una “mancha solar muerta”, denominada AR2987, liberó una enorme cantidad de energía en forma de radiación, derivando al mismo tiempo en una eyección de masa coronal (CME, según las siglas en inglés). Este evento, que tuvo lugar el 11 de abril, se manifestará hoy en nuestro planeta cuando las “bolas explosivas” de plasma y material solar impacten contra la Tierra. El fenómeno podría provocar auroras boreales más intensas en la atmósfera superior e incluso consecuencias menores en las redes satelitales y los sistemas eléctricos. 

¿El comienzo de un ciclo más intenso?

Según un

artículo

publicado en Live Science, aunque todo indica que este evento no tendrá consecuencias negativas de importancia para nuestro planeta, sería un “adelanto” del pico máximo en el aumento de las manchas solares, previsto para 2025 en el marco del actual ciclo solar de 11 años. Durante estos ciclos, el Sol registra momentos de mayor o menor actividad: un incremento de las manchas solares multiplica las posibilidades de sufrir tormentas geomagnéticas intensas, con impacto sobre los sistemas de comunicación y las redes eléctricas en la Tierra. 

De acuerdo al Centro de Predicción del Clima Espacial de Estados Unidos (SWPC), las manchas solares

son áreas oscuras que se hacen evidentes en la fotosfera del Sol como resultado del poderoso flujo magnético que proviene desde el interior solar. Las manchas solares pueden cambiar continuamente y durar solo unas pocas horas o días, agruparse o separarse. Cuando la convección del Sol separa estas manchas, se forman áreas en la superficie solar que aparentemente están inactivas, aunque en realidad se encuentran “perturbadas” magnéticamente.

Estas “manchas solares muertas” pueden recuperar súbitamente su actividad, “reiniciándose” como lo hace un ordenador casero y generando más magnetismo en la misma región del Sol, incluso semanas después de haber reducido su dinamismo. El fenómeno se produciría por la presencia de zonas inestables a nivel magnético debajo de la superficie solar. 

El Sol se despierta poco a poco

Como las manchas solares son monitoreadas en forma permanente, reciben una denominación que permite identificarlas. En este caso, AR2987 produjo la erupción solar que llegará hoy a la Tierra: las erupciones o llamaradas solares son explosiones gigantes en la superficie del Sol, que ocurren cuando las líneas del campo magnético de las manchas solares se enredan y entran en erupción. 

Estas llamaradas pueden generar tormentas geomagnéticas de menor o mayor intensidad, que básicamente son perturbaciones en el campo magnético terrestre, con derivaciones sobre los sistemas satelitales, las comunicaciones en general o el servicio eléctrico.

Aunque AR2987 solo puede provocar una tormenta geomagnética leve, la cantidad de manchas solares está aumentando y se espera que alcance su punto más elevado en 2025, abriendo más oportunidades para tormentas solares intensas

Distintos estudios previos han indicado que el Sol se estaría acercando a uno de los períodos más violentos de su historia

, e incluso se prevén tormentas solares extremas

entre 2026 y 2030

. En consecuencia, resulta cada vez más trascendente que la ciencia logre comprender en profundidad el clima espacial y pueda predecir, en la medida de lo posible, el impacto de estos procesos sobre nuestro planeta.