GUERRA RUSIA-UCRANIA

Un centenar de premios Nobel pide poner fin a la guerra en Ucrania y evocan la amenaza nuclear

La Federación Europea de Academias de Ciencias ha suspendido a las instituciones de Rusia y Bielorrusia

Premios Nobel reunidos en Lindau.

Premios Nobel reunidos en Lindau. / Lindau Nobel.

Redacción T21

Más de 100 premios Nobel de diversas disciplinas científicas han firmado una declaración haciendo un llamamiento a la paz frente a la guerra en Ucrania y evocando la amenaza nuclear.

Han pedido el fin la guerra en Ucrania evocando la amenaza nuclear, al mismo tiempo que la ciencia francesa y de los Países Bajos rompen con las instituciones científicas rusas. La Federación Europea de Academias de Ciencias ha suspendido a las instituciones de Rusia y Bielorrusia.

La declaración fue propuesta por la Sociedad Max Planck de Alemania y apoyada por las Reuniones de Premios Nobel que desde 1951 se reúne cada año en Lindau (Baviera).

Las Reuniones de Premios Nobel de Lindau proporcionan un foro reconocido mundialmente para el intercambio entre los Premios Nobel y los jóvenes científicos. Inspiran a generaciones científicas y construyen redes sostenibles de jóvenes científicos en todo el mundo.

 Los 105 signatarios de la declaración se dirigen a los gobiernos y líderes empresariales para que utilicen el conocimiento científico y las tecnologías de manera responsable y sean conscientes de sus consecuencias a largo plazo.

Instan al presidente ruso, Vladimir Putin, a respetar los acuerdos legales internacionales, a retirar sus fuerzas, iniciar negociaciones y establecer la paz.

Las conferencia de Premios Nobel de Lindau y la Sociedad Max Planck están convencidas de que la ciencia debe continuar el diálogo, incluso si la política permanece en silencio o está luchando contra la invasión. La declaración señala su esperanza de que esta iniciativa, junto con muchas otras, conduzca a un regreso al intercambio pacífico entre las naciones, señala la declaración.

Los firmantes son premios nobel pertenecientes en su mayoría a Estados Unidos y algunos países occidentales, pero entre ellos no figura ninguno de los 40 ciudadanos rusos que en algún momento han sido galardonados con el premio nobel.

Amenaza nuclear

La declaración especifica al respecto que el descubrimiento de la fisión nuclear creó la base para la construcción de armas nucleares de destrucción masiva.

Añade que el volumen actual de los arsenales tiene el potencial de hacer que la Tierra sea inhabitable para los seres vivos y acabar con la civilización humana. Por lo tanto, tales armas nunca deben usarse, sentencian los premios Nobel.

Significativamente, esta declaración evoca la primera Declaración de Mainau, firmada en 1955 por los Nobel de la conferencia de Lindau.

Esa declaración fue un llamamiento contra el uso de armas nucleares formulado meses después de la constitución del Pacto de Varsovia, del que formaban parte siete estados europeos, como respuesta a la creación de la OTAN en 1949.

La ciencia francesa rompe con la ciencia rusa

Aunque añade que los investigadores rusos que trabajan en laboratorios franceses pueden continuar sus actividades, al mismo tiempo el CNRS condena en los términos más enérgicos la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Asimismo, asegura a Ucrania su pleno apoyo y plena solidaridad. "No es aceptable que en pleno siglo XXI pueda surgir un conflicto de este tipo, dentro de la propia Europa", sentencia el comunicado.

Más medidas de aislamiento

Los Países Bajos han anunciado también que congelarán todos los lazos de investigación y educación con Rusia y Bielorrusia por el ataque dirigido por Rusia contra Ucrania.

En un comunicado, se informa que las instituciones de conocimiento en los Países Bajos (representadas por las Universidades de los Países Bajos, Vereniging Hogescholen, KNAW, NWO, Federación Holandesa de Centros Médicos Universitarios y De Jonge Akademie), congelan todas las asociaciones de investigación y educación con Rusia y Bielorrusia, y recomienda a todos los estudiantes, profesores o investigadores holandeses que estén en Rusia y Bielorrusia que regresen a los Países Bajos.

Añade que no se iniciarán nuevas colaboraciones, se cancelarán todos los eventos científicos conjuntos y no se invitará a ningún investigador afiliado a una institución rusa o bielorrusa a desempeñar un papel en la evaluación de las propuestas de investigación de las academias de los Países Bajos.

Alemania, Dinamarca y Lituania también se han pronunciado en el mismo sentido en los últimos días, mientras que la ministra de Ciencia e Innovación de España, Diana Morant, ha manifestado que está revisando la colaboración científica española con Rusia, en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, como consecuencia de la invasión de Ucrania.

Federaciones universitarias

La Federación Europea de Academias de Ciencias y Humanidades (ALLEA), una alianza de más de 50 academias en Europa, anunció asimismo que suspende a los miembros rusos y bielorrusos que hasta ahora formaban parte de la Federación.

Las dos instituciones suspendidas son la Academia de Ciencias de Rusia, que incluye 1.008 instituciones en todo el país y emplea a unos 47.000 investigadores, y la Academia Nacional de Ciencias de Bielorrusia, que emplea a más de 6.000 investigadores en el país que ha colaborado con Rusia en la invasión de Ucrania.

Previamente, la Asociación Universitaria Europea (EUA), que representa a más de 850 universidades y conferencias nacionales de rectores en 48 países europeos, había interrumpido el contacto y la colaboración con cualquier agencia del gobierno central de la Federación Rusa o cualquier otro país que apoye activamente la invasión rusa de Ucrania.

Asimismo, las academias científicas del así llamado "Grupo de los siete", formado Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, y que incluyen la Royal Society del Reino Unido y a la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU., han condenado asimismo la invasión de3 Ucrania.

El potente Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), ha anunciado también la interrupción de su asociación, de 11 años de antigüedad, con el centro tecnológico de Rusia, Skolkovo, más conocido como el Silicon Valley ruso.

Por último, las sociedades matemáticas de varios países han anunciado que no participarán en el Congreso Internacional de Matemáticos, que estaba programado para San Petersburgo, Rusia, en julio, como respuesta a la invasión rusa de Ucrania.