Entrevista

Antonio Resines: "Cuando pasé el covid, lo que quería era que me pegaran un tiro porque no podía más"

El actor protagoniza la segunda temporada de la serie de Movistar Plus+ 'Sentimos las molestias' y se le acumulan los proyectos

Antonio Resines.

Antonio Resines.

A finales de 2021, Antonio Resines (Torrelavega, Cantabria, 1954) nos dio un susto cuando se pasó más de un mes en la UCI por culpa del covid. Por eso insiste tanto en ensalzar la labor de la sanidad pública, que a él le salvó la vida. Ahora parece que quiere recuperar el tiempo perdido: acaba de estrenar en Movistar Plus+ la segunda temporada de la comedia Sentimos las molestias, pronto le veremos en la nueva serie de TVE Cuatro estrellas y ha empezado a rodar otra para Mediaset y Amazon.

P. En esta temporada, su personaje en 'Sentimos las molestias', Müller, y su amigo Rafa (Miguel Rellán) siguen viviendo juntos, pero continúan con las mismas pullas e igual de cascarrabias. 

R. Sobre todo yo. Rafa tiene su historia con el cáncer. Por una cosa o por otra, se están quejando todo el día. Yo creo que hay mucha gente así, con la edad te molestan más cosas.

P. Müller es director de orquesta y se siente intimidado por su pupilo, que cree que le quitará el puesto. ¿En su profesión también pasa? ¿Se valora suficientemente la experiencia?

R. Hay tal cantidad de variables que es complicado contestar. Yo me he ido adaptando a los tiempos, no he tenido ese tipo de presión. Nosotros tenemos más agarraderas, más posibles salidas, pero en la música sí que es posible que pasen esas cosas. 

P. La serie habla de cómo asumir hacerse mayor y su personaje sufre algún achaque en esta temporada. ¿Cree que todavía hay muchos tabús con ese tema?

R. Muchísimos. Los tabús existen porque a nadie le gusta hacerse viejo, puedes intentar disimular y hacerte el jovencito. Pero es inevitable, así que es mejor aceptarlo y cuidarse. Lo que pasa es que hay categorías. Igual que hay chavales que son atletas y otros no, hay viejos con mejor forma física que otros.

P. ¿A usted no le pesa la edad, como a Müller? 

R. No me siento viejo, pero tengo achaques: te duelen más las rodillas, te cansas más cuando te pegas una paliza, no puedo correr 100 metros en 12 segundos, pero todavía me siento joven. Hago menos ejercicio del que debería, porque estoy todo el día currando, pero cuando tengo tiempo procuro andar una hora o más, no pasarme de comidas copiosas... Así que mientas esté más o menos bien seguiré dando un poco de guerra. Después del covid sufrí con la recuperación porque no tenía fuerzas para andar, tuve que ganar mucha masa muscular y me ha quedado cierto temor a las escaleras. 

P. ¿La etapa del covid prefiere no recordarla?

R. Cuando salí del covid, mi preocupación era recuperarme, estar como antes, y lo conseguí. ¡Hasta me puse cebollo! Luego me he ido controlando, pero era tal el ansia de hacerlo todo... Porque claro, yo en aquel momento quería que me pegasen un tiro, porque no podía más. He visto algunos mensajes que le mandaban a mi mujer cuando estaba ingresado, cómo se solidarizó tantísima gente, pero no me apetece recordarlo más. No le doy más vueltas a la historia, salvo en algún momento puntual.

P. Sí que aprovecha siempre para ensalzar la labor de la sanidad pública, a la que le debe la vida. 

R. Le debo la vida, y como yo muchísimos más. Esa gente tiene un nivel de preparación que no está compensado ni económica ni laboralmente, y eso no se entiende. Tenemos que defender la sanidad pública. Eso no quiere decir que no haya privada, pero como esta la pagamos todos, la usemos o no, tiene que estar en buenas condiciones. Creo que estamos en una fase de deterioro y a esta gente no podemos dejarla en la estacada o que se planteen la posibilidad de irse a otro sitio. Hay que llegar a un acuerdo, aunque entiendo que no es fácil. A veces no se puede hacer nada, pero por lo menos hay que intentarlo. Y para intentarlo tienen que tener los medios suficientes.

P. Parece que ha querido recuperar el tiempo perdido y se le acumulan los proyectos. Tiene pendiente de estreno las películas 'De Caperucita a loba', 'Matusalén', 'Alimañas', sale en 'El hotel de los líos'.

R. Fueron más o menos compatibles. Lo que pasa es que llega el Festival de Málaga y lo sacan todo a la vez. También participo en otra serie, Cuatro estrellas, con un papel sorpresivo, y ahora empiezo a rodar otra en la que soy el protagonista absoluto, Serrines, madera de actor. ¡Me han hecho un cómic y todo!

P. Esta última parece una autoparodia. ¿La ha creado usted?

R. Me la propusieron los dos guionistas. Empezó como un documental y lo hemos desfigurado un poco, aunque la base es la misma. Se la vendimos a Mediaset y a Amazon Prime y la vamos a hacer ahora.

P. ¿De qué va?

R. El protagonista es un tío muy conocido, pero envidioso, canalla, muy poco feminista y con ciertas tendencias homófobas. Vamos, un desastre de tío. La vida le va fatal: uno de sus mejores amigos muere, su mujer se separa de él, se enamora de una periodista y se reconvierte para conseguir sus favores. Quiere dejar de hacer tonterías y dedicarse a cosas de prestigio para que la gente cambie su opinión sobre él, así que empieza con Shakespeare, luego sigue con los clásicos españoles y al final se mete a hacer una versión para el cine de El Quijote. Es toda una gamberrada.

P. Fran Perea ha prometido una reunión de Los Serrano. ¿Irá usted? 

R. Este año se cumple el 20º aniversario del estreno. Fran está haciendo un disco aniversario con Víctor Elías. Yo no colaboro, porque no sé cantar, pero estaré en lo que me digan.

P. ¿Le sorprende que todavía le pregunten por la serie? 

R. Bastante. Lo curioso es que la ponen siempre. Antes en FdF y luego la compró Amazon, así que se sigue viendo. Ahora me hago fotos con niños de 10 o 12 años. Nos hemos convertido en un clásico.