Giro inesperado con la nave de Elon Musk: ¿Qué ha pasado con el megacohete de SpaceX?

Este jueves la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk, realizó el séptimo vuelo de prueba de la nave Starship. Pese a que el magnate ya ha logrado despegar y aterrizar con éxito su cohete, esta semana se antojaba crucial en la carrera espacial que libra con Jeff Bezos.

Después de que el dueño de Amazon lanzase con éxito su cohete New Genn de Blue Origin, la presión sobre Musk era total en la prueba de ayer. La marca de Bezos se posiciona como la máxima competencia del socio de Donald Trump en el desarrollo de aeronaves espaciales, y acelera en la pugna por un contrato de colaboración con la NASA para sus misiones fuera de la estratosfera.

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Lluvia de restos espaciales sobre el Caribe

La nave, el cohete espacial más potente jamás construido, despegó desde la base estadounidense de Boca Chica (Texas) a las 23:37, hora peninsular española. Sin embargo, tan sólo ocho minutos y medio después de su despegue, explotó sobre el Caribe cuando se disponía a salir de la atmósfera terrestre, a 143 kilómetros de altitud y a una velocidad de 19.000 kilómetros por hora. La caída vertiginosa de los restos de la nave provocó el desvío de numerosos vuelos que atravesaban la zona en esos momentos.

En el cielo del norte de República Dominicana se pudieron apreciar "destellos blancuzcos, verdes y anaranjados desplazándose a gran velocidad sobre las aguas del océano Atlántico cercanas a la ciudad de Montecristi", según informa la agencia EFE.

La Agencia Federal de Aviación (FAA) estadounidense, que había otorgado a SpaceX una autorización para realizar más pruebas en la zona, ha solicitado que la empresa realice una investigación de lo ocurrido antes de continuar con los vuelos de ensayo. Según el informe de FAA, algunas partes del vehículo espacial habrían descendido fuera del perímetro cerrado al tráfico aéreo con motivo del vuelo del cohete. Musk niega estas acusaciones.

En los intentos anteriores, la Starship había logrado despegar el enorme cohete y separar sus dos partes en pleno vuelo: el propulsor inferior y la nave superior. Asimismo, ambas partes habían regresado intactas a la tierra en las últimas pruebas realizadas.

Los brazos mecánicos de Mechazilla atrapan el propulsor

El fracaso de SpaceX, en todo caso, no ha sido rotundo. Y es que los brazos mecánicos de Mechazilla sí lograron recuperar el propulsor 'Super Heavy', tal y como estaba previsto. Los problemas llegaron con la nave superior Starship, que debía haber aterrizado en una plataforma del océano Índico. Pero, según ha informado la compañía, "la nave espacial sufrió un desmontaje rápido e imprevisto durante el ascenso" por un incendio en la popa.

Tras la separación, la nave superior encendió con éxito los seis motores Raptor e inició el ascenso al espacio exterior. Sin embargo, antes de completar el ascenso, se perdió la telemetría de la misma. Musk pretendía desplegar por primera vez una carga útil formada por diez réplicas de satélites de Internet Starlink. La idea de SpaceX también era realizar experimentos orientados a la reutilización de aeronaves.

El magnate, en una publicación en X, se ha mostrado optimista y motivado pese al fracaso de este jueves. "¡El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado!", ha señalado en un tuit acompañado de un vídeo de los restos de la SpaceShip cayendo desde el cielo.

El momento en el que los restos de la nave Space X caen a la tierra