Sentencias

La Audiencia de Las Palmas condena a Raúl Díaz a 15 años y nueve meses de cárcel por maltratar y matar a Romina

El fallo, que se ha dado a conocer este viernes, se adhiere a lo solicitado por todas las partes al final del juicio

Rueda de prensa de la madre de Romina Celeste tras escuchar la confesión del hombre que la mató

Rueda de prensa de la madre de Romina Celeste tras escuchar la confesión del hombre que la mató

Christian Afonso

La 

Audiencia Provincial

de

Las Palmas

 ha condenado a 15 años y nueve meses de cárcel a Raúl D. C. por el maltrato y homicidio de la joven paraguaya Romina Celeste Núñez, que fue asesinada a manos de su pareja en la madrugada de Año Nuevo de 2019 en su vivienda de Costa Teguise, 

Lanzarote

. De esta manera, la justicia confirma la pena que solicitaron todas las partes al final del juicio que se siguió estos días en la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.

Raúl D. C. ya ha pasado cuatro años en prisión provisional por estos hechos, que serán descontados de la pena impuesta. El presidente del tribunal del jurado, José Luis Goizueta, le impone doce años, seis meses y un día por el delito de homicidio; un año, nueve meses y un día por el de maltrato habitual; seis meses y un día por la agresión en el Gran Hotel Arrecife en agosto de 2018; nueve meses y un día por las lesiones que sufrió la víctima en el domicilio conyugal en diciembre de ese mismo año; y tres meses de prisión por el de profanación de cadáver. Además, se le condena a una multa de seis euros diarios durante seis meses por el de simulación de delitos.

El hombre confesó todos los hechos que le imputaba el Ministerio Fiscal el viernes pasado, al inicio del juicio en su contra, que ha estado envuelto en numerosas polémicas por las dilaciones que provocaron que Raúl saliera de Tahíche, donde estaba interno, porque se había cumplido el máximo legal previsto para la prisión provisional. Fue la primera vez que admitió que había matado a su mujer y que no se la había encontrado ya muerta en el baño al llegar al domicilio en el que convivían.