Emergencias

Muere atragantado con un trozo de pulpo en un bar de Cartagena

El hombre, de 49 años, quedó inconsciente y se desplomó en un establecimiento de La Aljorra a la hora de comer

Un agente de la Guardia Civil, en una foto de archivo.

Un agente de la Guardia Civil, en una foto de archivo.

Ana Lucas

Un hombre de 49 años de edad ha muerto atragantado con un trozo de pulpo en un bar del municipio de 

Cartagena

, indican fuentes cercanas al caso.

Los hechos acontecieron minutos después de las tres y cuarto de la tarde, en un establecimiento ubicado en la población de La Aljorra, donde se encontraba el hombre tomando algo. En un momento dado, se atragantó, no pudo expulsar por sí mismo el trozo de alimento y comenzó a sentirse indispuesto, hasta que se desplomó en el suelo.

Testigos rápidamente alertaron a Emergencias: el hombre estaba inconsciente y parecía que no respiraba. Por teléfono, desde el 112 se dieron indicaciones a los presentes para que tratasen de efectuar maniobras de reanimación. Al lugar se movilizaron sanitarios en dos ambulancias, aunque, por desgracia, nada pudieron hacer por salvar la vida del vecino. También se desplazaron al local agentes de la Policía Local de Cartagena y de la

Guardia Civil

Qué hacer en caso de atragantamiento

En verano de 2021, un hombre perdía la vida en su casa de Javalí Nuevo, en Murcia, al atragantarse por un trozo de pulpo. La muerte por atragantamiento en España afecta a cientos de personas al año y muchas podrían salvarse con técnicas sencillas como la maniobra de Heimlich.

Los atragantamientos son muy frecuentes: principalmente, se producen cuando un alimento u objeto queda atrapado de forma accidental en las vías respiratorias, impidiendo el paso de aire a los pulmones y provocando la asfixia. Hay atragantamientos que tienen un desenlace fatal, como hace cuatro años en un bar de La Unión: la persona afectada sufre una parada cardiorespiratoria por la falta de oxígeno.

Si la persona puede emitir sonidos y toser fuerte, se trataría de una obstrucción leve, una circunstancia en la que expulsaría el objeto o alimento tosiendo con fuerza. No obstante, si la persona no puede respirar, hablar, emitir sonidos, la voz es débil y la piel comienza a tomar un tono azulado, hay que llamar con urgencia al 112 e iniciar la maniobra de Heimlich.

Si el afectado está consciente, deberá toser fuerte para comprobar si expulsa el objeto. Si no sucede, se realizarán una serie de golpes en la espalda con el cuerpo de la persona inclinado.

En caso de que la obstrucción sea grave, se pasará a realizar la maniobra de Heimlich, que consiste en abrazar a la persona con los dos brazos y presionar sobre el abdomen hacia el estómago, justo por encima del ombligo, con una mano cerrada y la otra recubriendo la primera.

Si la persona pierde el conocimiento como consecuencia de la obstrucción se procederá a tumbarla en el suelo y hacerle el boca a boca, seguido de compresiones torácicas.