Juicios

Once años de prisión por grabar a seis amigas en el baño y abusar de una de ellas

Las grabaciones fueron descubiertas por un conocido del acusado después de que le dejara el teléfono móvil

El condenado por grabar a seis amigas con una cámara escondida en el baño y abusar de una de ellas.

El condenado por grabar a seis amigas con una cámara escondida en el baño y abusar de una de ellas. / I. Cabanes

El joven acusado de grabar, con una cámara oculta frente al inodoro, a seis amigas mientras hacían sus necesidades fisiológicas y de abusar sexualmente de una de ellas mientras estaba profundamente dormida –delito del que también dejó constancia grabándolo con su Iphone– aceptó penas que suman once años de cárcel por un delito de abusos sexuales con acceso carnal, sin que medie violencia o intimidación, y otros seis delitos contra la intimidad. La pena todavía podía haber sido mayor de no ser por la conformidad alcanzada por su defensa, el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares.

De hecho, la fiscal solicitaba inicialmente 16 años de cárcel por dichos delitos. Finalmente, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial aprecia la atenuante muy cualificada de reparación del daño tras haber pagado el acusado antes de la celebración del juicio 5.000 euros de los 25.000 a los que asciende la responsabilidad civil –7.000 euros para la víctima que sufrió los abusos y 3.000 euros por cada uno de los delitos contra la intimidad–.

Asimismo, tras el reconocimiento de hechos, se comprometió a pagar los 20.000 euros restantes en once mensualidades de 1.700 euros y una última de 1.300 euros. De igual modo se le impone también una multa de 5.400 euros. Todo ello por grabar a amigas, a las que invitaba a su casa, en el cuarto de baño con una cámara escondida "sin que éstas fueran conscientes de la existencia de dicho dispositivo".

Además, en uno de estos vídeos íntimos grabados por el acusado se observa a una de las víctimas completamente dormida en la cama del dormitorio y cómo el joven le introduce los dedos en la vagina, sin que medie ningún tipo de consentimiento.

La defensa trató de invalidar la obtención de la prueba al atentar contra el secreto de las comunicaciones

Los abusos, reconocidos por el acusado en el juicio, se produjeron en su domicilio, en una localidad de

l’Horta (Valencia)

, en julio de 2018, pero no fueron destapados hasta más de un año después cuando un amigo, al que éste le había dejado su teléfono móvil, descubrió este vídeo y otras grabaciones íntimas al acceder a la nube con las contraseñas que estaban memorizadas en el terminal.

La defensa trató de invalidar la obtención de dicha prueba por una presunta vulneración del secreto de las comunicaciones (el correo y la nube digital). No obstante, con el acuerdo alcanzado se evapora dicha posibilidad de nulidad.