SUCESOS

Vuelve la España navajera: “Estamos como en tiempos de 'El Vaquilla'”

Durante Halloween y la víspera hubo tres muertos apuñalados y decenas de heridos por toda la geografía nacional

El año pasado se registraron 18.481 sucesos con arma blanca, la cifra más alta en los últimos cinco años

La Fiscalía advirtió en septiembre de la "creciente tendencia" de este tipo de agresiones y subrayó que "se ha normalizado" llevar navaja por la calle

El número de sucesos con arma blanca ha ido aumentado de forma paulatina desde 2018

El número de sucesos con arma blanca ha ido aumentado de forma paulatina desde 2018 / Nacho García

David López Frías

David López Frías

Un apuñalamiento mortal en el Paralelo de Barcelona. Otro con resultado de muerte en Salou. Un turista acuchillado en Benidorm. Una multitud de menores armados con machetes campando por Sevilla que provocaron una decena de heridos. Una batalla campal en San Sebastián con varios afectados por ataque de arma blanca. Otro suceso similar en Valencia con al menos 7 heridos por puñales y otro ataque similar horas después en Torrent contra un joven que viajaba en el metro. Un portero acuchillado en una discoteca de Córdoba y un chico de 18 años asesinado a navajazos en el municipio sevillano de Palomares del Río.

Es solo una muestra (porque hay más casos) del balance delictivo de las últimas fiestas de Halloween. De la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre y su víspera. Los apuñalamientos se han convertido en una epidemia en toda España. Aunque los datos definitivos de este tipo de infracciones están al caer (el Ministerio de Interior los publica a año vencido y estarán disponibles a principios de 2023), el número de sucesos relacionados con armas blancas crecen en nuestro país a un ritmo alarmante.

Todo hace indicar que este año superaremos las cifras de 2021, que a su vez batió las marcas establecidas en los últimos 5 años. Y no se trata solamente de una percepción. La propia Fiscalía advirtió el pasado mes de septiembre de la "tendencia creciente" de las agresiones con armas blancas en ajustes de cuentas y enfrentamientos entre bandas organizadas, algo que considera "preocupante". Y aunque relacionamos los machetes con las peleas de bandas, la Fiscalía incide en que también es un tipo de agresión que se emplea muy a menudo en la violencia contra las mujeres.

Llevar una navaja por la calle “se ha normalizado” en nuestro país, según apuntan en Memoria Anual de la Fiscalía que se presentó en el Tribunal Supremo a principios de septiembre. El Ministerio Público lanzó así la alerta por la línea creciente de ataques con "medios lesivos muy peligrosos, en especial, armas blancas, lo que aumenta la lesividad del comportamiento", tal y como figura en el informe. Una dinámica que parece haber tocado techo entre octubre y noviembre.

En aumento

Los números oficiales ya advertían de esta tendencia alcista en los últimos años. EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha accedido a los datos de "infracciones penales conocidas en las que el medio empleado ha sido un arma blanca (consumados + tentativas)" que se halla en el informe que publica anualmente el Ministerio del Interior. Y salvo un ligero retroceso registrado en 2020 (a causa del confinamiento), la subida es muy clara.

En 2018 se registraron un total de 16.717 infracciones de este tipo. En 2019, la cifra subió a 17.928. En 2020 se dio esa ligera caída pandémica, situando el número en 17.058. Pero el año pasado volvió a experimentar una subida significativa y se alcanzaron los 18.481 sucesos con arma blanca. Unos datos que incluyen robos con violencia o intimidación, amenazas, malos tratos en el ámbito familiar, homicidio doloso, atentado contra la autoridad y otros incidentes como reyertas multitudinarias.

Desde EL PERIÓDICO DE ESPAÑA hemos contactado con los cuerpos de seguridad del estado (Policía Nacional, Mossos, Ertzaintza y Guardia Civil), desde donde declinan llevar a cabo un análisis hasta que no salgan los datos de 2022. Pero fuentes de esos mismos cuerpos cuentan, fuera de micro, que la impresión que tienen al observar las noticias es que este año, que aún no ha acabado, ya hemos superado las cifras de 2021. Los que sí se han prestado al análisis son varios policías veteranos que ya vivieron escenarios 'navajeros' hace unas décadas.

La España kinki

"Estamos peor que en tiempos de El Vaquilla; en aquel entonces no se veía tanta reyerta multitudinaria como estamos viendo ahora", apunta Ramón Ruiz, un ex policía nacional vallecano que prestó servicio al cuerpo hasta principios de este siglo. Porque esta preocupante tendencia nos retrotrae directamente a los 80, a la España kinki, al tiempo de los navajeros y el caballo. España es un país en el que no es sencillo hacerse con armas de fuego de forma legal, por lo que las armas blancas eran el principal recurso de ladrones y atracadores en los tiempos de la heroína.

Una tesis que secunda Julio Maeso, psicólogo y ex policía nacional en la comisaría barcelonesa de Vía Laietana. Maeso es especialista en este tipo de delitos; no en balde formaba parte del grupo de especialistas contra atracos que liberó a Enrique Castro 'Quini' de su secuestro en marzo de 1981. Ahora, retirado del cuerpo, reside en Mallorca y analiza para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA esta subida de la que alarma la Fiscalía, apuntando que la fisonomía del portador de un machete ha variado de forma sustancial.

Familiares y amigos del joven de 18 años que ha muerto apuñalado la pasada madrugada en la localidad sevillana de Palomares del Río, entrando hoy martes en el domicilio familiar en la calle Federico Moreno Torroba, en cuya entrada fue encontrado aún con vida el joven. EFE/ Julio Muñoz

Familiares y amigos del joven de 18 años que ha muerto apuñalado la pasada madrugada en la localidad sevillana de Palomares del Río, entrando hoy martes en el domicilio familiar en la calle Federico Moreno Torroba, en cuya entrada fue encontrado aún con vida el joven. / EFE / Julio Muñoz

"En los 80 y 90 también proliferaban las armas blancas, pero la finalidad era distinta. Eran delincuentes que pretendían cometer atracos. Antes, la gente llevaba todo el dinero en metálico y en los bancos había una gran cantidad de efectivo. Y como en España nunca ha sido sencillo hacerse con armas de fuego, empleaban armas blancas muy a menudo para perpetrar robos. Eso ya ha pasado a la historia. Ahora el perfil de la persona que lleva un machete es distinto".

Bandas y atracos

Cree Maeso que "lo que vemos ahora está mucho más encuadrado en un escenario de peleas de bandas. Se trata de un tipo de violencia importada, con comportamientos propios de otros países en los que la vida vale muy poco. Vemos bandas formadas en países latinoamericanos donde conseguir armas de fuego es más sencillo que en España. Aquí recurren a grandes machetes, que resultan mucho más fáciles de conseguir", explica, añadiendo que "la finalidad ya no es atracar, sino atacar o defenderse de bandas rivales, Porque saben que van a salir a la calle y en una esquina se van a encontrar a alguien del bando rival que también va a ir armado".

Coincide con él su colega Ramón, al que le tocó patrullar por los suburbios de Madrid especialmente durante los 80 y los 90. Recuerda ahora que "en aquel tiempo, la heroína hacía estragos. Cuando una persona estaba enganchada al caballo, perdía por completo su voluntad. Necesitaba dinero para su dosis y hacía cualquier cosa para conseguirlo. Ese problema, por fortuna, ya es residual. Ya no hay tanto 'tironero' (ladrones de bolsos mediante el método del tirón) ni tanto atraco para conseguir unas monedas".

Alerta también Ramón de que, "además, cada vez se ven chavales más jóvenes metidos en altercados en los que hay armas blancas. Si hablamos de bandas organizadas, la edad de ingreso suele ser cada vez más baja y la ley de menores tampoco ayuda en ese sentido. Parece que hay cierta impunidad y eso contribuye a que este tipo de ataques vaya en aumento. Ahora vemos a críos de 13 o 14 años metidos en este tipo de líos". Una tesis corroborada por un suceso multitudinario que tuvo lugar en Sevilla la noche de Halloween, cuando una banda de menores atacó a una decena de chicos en Los Remedios con machetes, navajas y bates de béisbol.

Mal pronóstico

No es este un problema focalizado en un territorio concreto. Aunque se trata de un tipo de delito atribuido principalmente a bandas latinas (que tienen en Madrid y Barcelona principalmente su zona de actuación), los últimos sucesos acaecidos con armas blancas abarcan desde las Islas Canarias hasta el País Vasco pasando por comunidades como Andalucía, Murcia o la CCAA Valenciana. Se trata de una tendencia nacional.

El asunto complicado también desde el prisma judicial: la Memoria Anual de la Fiscalía señala que, "a pesar de los esfuerzos por aumentar el número de asuntos por delitos de lesiones que se tramiten como diligencias urgentes para ser juzgados con la mayor rapidez posible, conseguir una pronta respuesta o reacción de todas las partes es difícil, ya que es "imprescindible la práctica de la prueba médico forense". Una prueba con la que se examinan las lesiones padecidas, el tratamiento médico y otros aspectos, tal y como explicaban fuentes de Fiscalía a Europa Press.

Los expolicías consultados coinciden en que "las leyes son especialmente laxas en ese sentido en España", considera Julio Maeso, que ve que las dinámicas de portar armas blancas se retroalimentan: "Hay colectivos que antes no eran tan conflictivos. Ahora se forman bandas y dichos colectivos se ven en peligro, por lo que también recurren a llevar machetes para defenderse. Yo ahora resido en Mallorca, donde hay zonas en las que conviven grupos delictivos de diversas procedencias, que son los que importan este tipo de costumbres. Y los otros grupos también las adoptan", concluye.

Los datos ya publicados no son halagüeños, y los sucesos registrados en las últimas jornadas hacen prever que este año se van a batir todos los récords. Desde el Ministerio del Interior apuntan a este periódico que "el incremento entre 2019 y 2021 se sitúa en torno al 3 por ciento. El año 2020, por el impacto de las restricciones de la pandemia, no es significativo para el análisis estadístico". Y todo apunta a que 2022 va a hacer que ese porcentaje se dispare, en esta tendencia que devuelve a España a tiempos pretéritos, en los que las puñaladas estaban a la orden del día.