Investigación

La joven detenida por matar a un hombre en Cullera estaba pendiente de una incapacitación

E. H. D. M., que cumplió los 18 en agosto, mató a cuchilladas a un conocido y luego fue a lavarse la sangre al mar

Detenida una mujer de 18 años por presuntamente asesinar a un hombre a cuchilladas en su vivienda en Cullera

Detenida una mujer de 18 años por presuntamente asesinar a un hombre a cuchilladas en su vivienda en Cullera / GUARDIA CIVIL

Joan Gimeno

La Guardia Civil ha detenido en Cullera a una joven de 18 años de edad, con esquizofrenia diagnosticada desde hace un año, acusada de haber matado a cuchilladas a un hombre en el domicilio de este, homicidio que no fue descubierto hasta pasadas más de 24 horas. El cadáver de la víctima, Luis Ferrando, de 40 años (iba a cumplir los 41 el próximo 28 de octubre), fue encontrado este viernes por la noche oculto dentro de una pequeña despensa, en la galería de la cocina, cubierto con cubos, enseres y trapos. El caso vuelve a poner sobre la mesa la falta de medios y atención en salud mental.

En principio, y a falta de que la autopsia que se practicará en el Instituto de Medicina Legal (IML) de València lo confirme, todos los datos reunidos hasta ahora por los investigadores determinan que el homicidio se produjo a primera hora de la tarde del jueves, pero el cuerpo no fue encontrado hasta la noche del viernes, cuando ella confesó a la Policía Local de Cullera que había matado "a su novio". En principio, ambos tenían relaciones sexuales esporádicas, pero no existía una relación sentimental entre ambos.

Lavándose en el mar

La primera alarma saltó el jueves por la tarde, cuando un vecino llamó al teléfono de Emergencias 112 para informar de que había una chica muy joven, con las manos, la cara y la ropa ensangrentadas, lavándose en el mar, a escasos metros de la orilla, en la playa de San Antonio de Cullera. Acudieron patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Cullera, a quienes inicialmente la chica no hizo caso, por lo que un agente del instituto armado acabó metiéndose en el agua y sacando a la chica.

Servicios Sociales de Cullera llevaba un año tramitando la discapacidad, ayudando a la familia y buscando el internamiento

Fue entonces cuando la joven, a la que tanto la Policía Local como la Guardia Civil conocen por distintas inetrvenciones humanitarias a lo largo de los últimos meses, les dijo que la sangre obedecía a que había sido violada. A partir de ahí, fue conducida al centro de salud de Cullera, acompañada por agentes de la Guardia Civil y por su madre, que nada sabía de lo sucedido.

De hecho, la joven estaba en manos de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Cullera desde hace más un año, y es la trabajadora social que tenía asignado su caso quien estaba ayudando a la madre desde hacía un año. De hecho, llevaba luchando por lograr la discapacidad ante la Conselleria de Igualdad y Politicas Inclusivas, sin respuesta aún, y presionando para que pudieran internar en un lugar adecuado y tratar a la chica, algo que tampoco había logrado.

Desde ahí, fue llevada al Hospital de La Ribera, en Alzira, donde, tras una complicada exploración, ya que la joven se negaba a ser reconocida, los médicos determinaron que tenía lesiones en la cabeza, pero ninguna señal aparente de agresión sexual. En cuanto a la sangre que aún cubría sus pantalones, la chica fue incapaz de explicarla, así que los agentes intervinieron su ropa, que ha sido enviada al laboratorio central de Criminalística, en Madrid, para su análisis, que determinará a buen seguro que pertenece a Luis Ferrando.

El caso vuelve a poner sobre la mesa la falta de medios y atención en salud mental.

Concluida, ya entrada la madrugada, la visita en el hospital, y dado que la joven no quiso contarle siquiera a su madre dónde llevaba desde hacía dos días (solía protagonizar escapadas de uno o dos días), E. H., que insistió una y otra vez en que no recordaba nada, algo habitual tras un brote psicótico, acabó regresando a casa con su progenitora sin formalizar la denuncia por violación.

Confesó el crimen tras recordarlo

Al día siguiente, viernes, ya por la tarde, volvió a ponerse en contacto con la Policía Local para decir nuevamente que la habían violado. Dados los antecedentes del día anterior, esa 'denuncia' no fue atendida. Pasada una hora, aproximadamente, E. H. contó a dos agentes de la Policía Local que acababa de recordar que había matado a "su novio".

La joven les indicó entonces la ubicación del piso de Luis, adonde acudieron patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil. Tras acceder a la vivienda, vieron desorden y señales de lucha, pero no hallaron el cuerpo, ya que se limitaron a dar un vistazo general sin profundizar, para evitar una posible contaminación de la escena.

A continuación, avisaron al equipo de Policía Judicial de guardia en la Ribera, en este caso el de Carlet, que se desplazó al lugar y, ya con la equipación necesaria, inspeccionó la vivienda a fondo. Enseguida encontraron, en la despensa de la galería, contra la que había colocado un cubo para que no se pudiera abrir, el cadáver ensangrentado y con numerosas cuchilladas de la víctima, cubierto con enseres y trapos, lo que condujo a la detención inmediata de E. H.

La joven ni siquiera limpió la sangre en el piso

El domicilio ha sido inspeccionado este sábado por la mañana por agentes del laboratorio de Criminalística de la Comandancia de València, que ha servido para constatar que la detenida ni siquiera limpió la sangre ni en el dormitorio principal, donde se produjo el crimen, ni las manchas de arrastre del cuerpo a lo largo de los tres metros entre esa estancia y la galería de la cocina, hecho que refrenda que actuó bajo los impulsos de un brote psicótico.

En principio, la sospecha es que E. H. habría atacado a Luis mientras dormía o descansaba, dada la diferente envergadura de una y de otro, pero es algo que también deberá aclarar la autopsia y la presunta homicida en caso de que acceda a declarar y que recuerde realmente lo que sucedió. El arma homicida, de momento, no ha sido encontrada.

E. H. D. M. permanece de momento en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Cullera, y se espera que pase a disposición de la jueza de Instrucción número 1 de Sueca, en funciones de guardia, casi con toda seguridad el lunes por la mañana.