Sucesos

‘El Nene’ vuelve a las andadas: el boxeador que mató a su compañero de celda noquea a un funcionario de prisiones

Jesús Romero fue campeón de España de muay thai (boxeo tailandés) y destaca por su agresividad en prisión

Asesinó a otro preso en su primer día en la cárcel, por una discusión sobre la litera en la que quería dormir

El 5 de julio atacó por sorpresa a un trabajador de Estremera; es la tercera agresión grave a funcionarios en una semana

Jesús Romero 'El Nene', ensangrentado durante un combate en su época de luchador profesional

Jesús Romero 'El Nene', ensangrentado durante un combate en su época de luchador profesional / EPE

David López Frías

David López Frías

Acababa el turno de comidas en la cárcel de Estremera (Madrid). Era 5 de julio por la tarde y los funcionarios de prisiones repartían las últimas raciones a los reclusos. Entre ellos Jesús Romero, ‘El Nene’. Un popular luchador madrileño de deportes de contacto que se hizo conocido por haber matado a golpes a su compañero de celda el primer día que ingresó en prisión.

Aquel crimen sucedió en 2018 en Soto del Real. Jesús fue juzgado y declarado culpable. Lo cambiaron de centro. Desde entonces, no es uno de los habituales en las reyertas de la cárcel. Nada hacía prever que esa tarde del 5 de julio, en mitad del reparto de comida, Romero volviese a las andadas. Uno de los funcionarios se quedó charlando con él; aparentemente de forma amistosa. Y de repente, sin una sola chispa que detonase el conflicto, Jesús se levantó y la emprendió a golpes contra el trabajador, según fuentes del centro penitenciario.

Jesús, que había sido campeón de España de muay thai (boxeo tailandés) antes de entrar en la cárcel, sabía perfectamente cómo y dónde pegaba. Mandó una lluvia de puñetazos y patadas a la base del cráneo del trabajador, lo que hizo que fuese noqueado casi de inmediato y posteriormente hospitalizado. Jesús, por su parte, fue trasladado a la unidad psiquiátrica del hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Crimen en Navidad

No era la primera vez que ‘El Nene’ la liaba en prisión. Este recluso, natural de Coslada y que actualmente tiene 32 años, dejó huella en presidio desde la primera noche en el penal de Soto del Real. Sucedió el 25 de diciembre de 2018, día de Navidad. Jesús acababa de ingresar en la cárcel porque unos días antes intentó robar un móvil en el metro de Madrid. El dueño se dio cuenta y le plantó cara. Jesús sacó una navaja y y le apuñaló.

Esos hechos tuvieron lugar en la estación de Plaza Elíptica. ‘El Nene’ se bajó del convoy, portando aún el arma blanca en la mano. Dos agentes de la Policía Nacional le dieron el alto en el andén. Jesús, lejos de entregarse, los apaleó a los dos. Los policías finalmente lograron reducirle, no sin antes haber recibido varias series de golpes que provocaron a los policías graves traumatismos.

'El Nene' durante su época de campeón nacional de muay thai

'El Nene' durante su época de campeón nacional de muay thai / Cedida

En prisión decidieron que compartiese la celda número 18 del Módulo 1 con Juan José Buján, un recluso de 55 años encarcelado por tráfico de drogas. Un tipo que había llegado de una cárcel venezolana y que, además de no poseer una gran complexión física, sufría de un proceso diarréico crítico. La decisión de que compartiesen celda estuvo motivada por sus respectivos perfiles. Se creía que, emparejando al luchador con un preso sin delitos violentos, había más posibilidades de que no prendiese la chispa y se produjese un altercado.

En la base del cráneo

Pero el altercado se produjo de inmediato. Hubo una discusión inicial por ver quién ocupaba cada lugar en la litera. Como no se pusieron de acuerdo, ‘El Nene’ descargó varias series de golpes contra su compañero y lo acabó matando. Las asistencias no pudieron hacer nada por reanimarle e ingresó cadáver en el hospital. Romero fue condenado por un jurado popular por aquel crimen. La Audiencia Provincial, el 16 de julio de 2020, dictó sentencia de 12 años de prisión por aquel homicidio a puñetazos y patadas.

Este fue exactamente el mismo procedimiento que utilizó para apalizar al funcionario de prisiones el pasado martes 5: golpes de puño y piernas en la base del cráneo, con clara intención de provocar a la víctima el máximo daño posible. Fue la rápida intervención de sus compañeros la que evitó que la furia de este recluso se cobrase otra vida humana.

Jesús Romero ‘El Nene’ es uno de los presos más conocidos de España por su carácter violento y su facilidad para ponerse a golpear. Tanto da que sean reclusos o funcionarios. Cuando ‘El Nene’ explota corre peligro todo aquel que se encuentra cerca. Ahora permanece en la unidad psiquiátrica del Gregorio Marañón.

'El Nene', en un vídeo grabado durante su etapa previa a prisión

'El Nene', en un vídeo grabado durante su etapa previa a prisión / Youtube

Su familia asegura que estos ataques violentos los sufre porque padece manía persecutoria, provocada tal vez por la práctica continuada de los deportes de contacto, que empezó a desarrollar cuando tenía 15 años. Romero fue diagnosticado con trastorno mixto de personalidad, una patología que provoca "una marcada impulsividad" y una "baja tolerancia a las contrariedades".

Ola de agresiones

‘El Nene’ ha vuelto a las andadas, pero no ha sido el único. De hecho, el sindicato de funcionarios de prisiones ACAIP ofrecerá el miércoles 13 una rueda de prensa en la prisión de Murcia 2 para explicar los pormenores de la oleada de ataques que han sufrido los trabajadores de diferentes cárceles españolas en los últimos días.

Se llevará a cabo en Murcia, porque ese es el centro en el que se dio la primera de las agresiones por las que protestan los funcionarios. Fue el viernes de la semana pasada: un preso se hizo con la tapa de una lata de conservas, construyendo con ella una especie de arma blanca con la que atacó en el cuello a un trabajador de la prisión. El corte se produjo muy cerca de la yugular, aunque no tuvo la profundidad suficiente como para seccionarla. Pero tuvo que ser ingresado con carácter de urgencia.

La segunda agresión tuvo lugar el martes 5 por la mañana, en el EP Valencia. Un interno, que estaba hablando por teléfono con su mujer, empezó a discutir a gritos con ella y a insultarla. En ese momento, el funcionario de servicio en el módulo le ordenó que acabase la comunicación. El interno reaccionó golpeándole con el terminal. Avisaron de inmediato a los Jefes de Servicios para separar y aislar al interno, que la emprendió a golpes contra los trabajadores, dejando a cuatro de ellos lesionados de diferente consideración.

Tres razones

“Este tipo de noticias es bastante habitual. Tenemos muchos problemas por tres motivos: el primero es falta de personal. La segunda es una nefasta clasificación interior de presos, que se agrava con el buenismo. Porque no se ponen las medidas necesarias para controlar. Y el tercero tiene que ver con los graves problemas de enfermedades mentales entre los internos. Aproximadamente un 25% de los internos toma medicinas psicotrópicas”, explica José Ramón López, presidente del sindicato ACAIP.

“'El Nene' estaba en enfermería de la prisión de Estremera, con unas medidas de seguridad mínima. Pero es que esta tipología de presos no deberían estar aquí, sino en un centro psiquiátrico. Pero en España sólo hay dos: Alicante y Sevilla. Y allí sólo van a hacerles una evaluación. Luego ingresas en prisiones. Así, los centros penitenciarios se han convertido en manicomios que no están reconocidos por la administración ni por la sociedad”, prosigue López.

“Hay internos que se comportan de manera normal. Pero hay otros que son inadaptados, enfermos mentales. Esos internos son peligrosos para el personal de instituciones penitenciarias y para ellos mismos. La pandemia también ha supuesto un desgaste psicológico brutal, pero hemos sido reconocidos en Europa como el mejor sistema penitenciario. Donde no nos reconocen es aquí, nuestra administración, que no pone los medios suficientes", concluye el presidente de ACAIP.