TRIBUNALES

El Supremo obliga a la Audiencia de Castellón a repetir un juicio por la mala traducción de la intérprete

Un hostelero chino fue condenado a dos años y medio por el ruido de su bar

Bar Los Monteros II, en Castellón.

Bar Los Monteros II, en Castellón.

Núria Balaguer

Una mala traducción de una intérprete en un juicio obliga ahora a repetirlo. Así lo ha determinado el Tribunal Supremo, que anula la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Castellón, tras la cual se condenó a dos años y medio de prisión a un hostelero chino de la capital por los ruidos emitidos por su bar, llamado Los Monteros II y ubicado en la calle Río Tiétar de la capital de la Plana.

La sentencia, dictada por la Sección Primera en febrero del 2020, fue pionera a nivel provincial por un delito contra el medio ambiente en la modalidad de contaminación acústica, tras la cruzada emprendida contra el negocio siete años antes por los vecinos que residían en el bloque situado sobre el establecimiento.

La defensa recurrió el fallo ante el Tribunal Supremo, alegando que se habían vulnerado varios preceptos constitucionales. Ahora, en una sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, el alto tribunal de Madrid estima el recurso y procede a declarar nulo el juicio, que deberá volver a repetirse en la Ciudad de la Justicia.

El Supremo acepta las alegaciones de la defensa y cita los "flagrantes y patentes errores de traducción que se sucedieron". El alto tribunal recuerda que fueron constantes en el juicio las largas frases que no fueron traducidas e incide en que el Ministerio Fiscal no llegó a exhibir al acusado una documentación ante la imposibilidad de su traducción. El Supremo señala, asimismo, en su sentencia que en el vídeo del juicio celebrado en Castellón se llega a oír al presidente quejarse "de la imposibilidad de que se le tradujeran sus expresiones", así como comentarios referidos a la paciencia que había de desplegarse para el desarrollo del juicio. "Se intentó también la suspensión del juicio y se constata que el acusado no debió enterarse del desarrollo del mismo tras los más de 20 testigos y los cinco peritos que intervinieron", reza el documento judicial.

La acusación particular de este caso está ejercida por vecinos de la zona de Sensal, residentes en el edificio que hay justo encima del local, quienes alegaban problemas graves de insomnio y ansiedad. Además de la pena de prisión, la Audiencia ordenó que el hostelero indemnizara en un total de unos 40.000 euros a los afectados por los ruidos, pero ahora todo eso queda sin validez y el juicio oral se celebrará de nuevo.

El tribunal de origen declaró probado que el empresario hacía uso de una terraza para la que no tenía licencia. El Ayuntamiento de Castellón le advirtió y sancionó ante las quejas de los vecinos. Hasta la Policía Local de Castellón llegó a personarse varias veces en el bar Los Monteros y precintó la terraza. Sin embargo, "a pesar de las advertencias y de las resoluciones, el hostelero volvió a instalar el mobiliario precintado", concluyeron los magistrados en su día.