Maltrato

Piden cuatro años de cárcel a un anciano de Palma por maltratar y vejar a su hermano discapacitado

El fiscal sostiene que el acusado, de 76 años, humilló durante una década a su familiar, al que maniató con bridas y amenazó con un cuchillo | "Me ridiculizaba, me decía que no servía para nada y me duchaba con agua fría", dice la víctima

Juzgado de Palma.

Juzgado de Palma.

Sentando en el banquillo de los acusados, con un grueso bastón entre las manos, un anciano de 76 años de

Palma

escuchaba este jueves impasible cómo sus dos hijos y su exmujer contaban una 

retahíla de malos tratos, vejaciones y amenazas

 durante casi década contra su propio hermano, que tiene una profunda discapacidad psíquica. El fiscal reclama para él una condena de cuatro años de prisión. "Era un trato denigrante diario. Le insultaba, le pegaba con una vara, le ponía pañales sin necesidad solo para humillarlo. Un día lo tiró en la cama y le ató las manos con bridas. Otra vez le puso un cuchillo en la barriga para que no se levantara", contó la familia. El perjudicado, con serias dificultades para declarar, ratificó estos episodios. "No me quiero ni acordar", aseguró. El sospechoso admitió algunas de estas conductas, pero les quitó hierro y negó que su intención fuera dañar a su hermano.

Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar de Alcúdia entre los años 2009 y 2017, cuando los hijos acabaron presentando una denuncia ante la

Guardia Civil

y el anciano tuvo que marcharse de la vivienda. "Crecí en un ambiente tóxico. Era una situación que teníamos normalizada, por eso no denunciamos antes", declaró uno de los hijos del procesado durante el juicio celebrado ayer en un juzgado de lo penal de Palma. Este testigo explicó que todos sufrían malos tratos por parte de su padre, pero que eran especialmente graves en el caso de su tío. «Fuera se contenía más, pero en casa... Eran humillaciones diarias. Le llamaba simple, le daba con una vara de olivo, le ponía pañales aunque no los necesitaba, solo para humillarle. Mi tío lo vivía con un estrés bestial", explicó el hijo del acusado.

La hija también cargó contra el anciano. "Era un trato denigrante diario tanto con mi tío como con nosotros. Hemos convivido con ello toda la vida", relató la mujer, que detalló varios episodios humillantes del procesado hacia su propio hermano. "Le pegaba con una vara mientras estaba en la bañera. Un día lo tumbó en la cama, le ató las manos con bridas y empezó a decirle de todo. Otra vez, delante de mi hija menor de edad, le puso un cuchillo en la barriga para que no se levantara del sofá", contó. "Mi tío se ponía muy nervioso por estos hechos. Si le hablas de él, le tiene pánico", añadió.

La exmujer del anciano se sumó a estas acusaciones. "Siempre fue muy autoritario con todos. A su hermano siempre lo he cuidado yo; él siempre le insultaba", declaró la mujer, que dijo haber presenciado el episodio del cuchillo y sentenció: "Hay muchas cosas que no las quiero ni recordar".

La víctima declaró, tras un biombo para no ver al acusado, con muchas dificultades debido a su severa discapacidad. "Me ridiculizaba, me decía que no servía para nada, me duchaba con agua fría y me apuntaba con un palo para fastidiar. Un día me puso un cuchillo. Eran cosas absurdas que no quiero recordar", dijo.

El sospechoso reconoció en el juicio algunos de los episodios que le atribuyen sus familiares, pero negó que su intención fuera maltratar o humillar a su hermano. Además, atribuyó la denuncia contra él al deseo de sus familiares de quedarse con sus bienes.

El fiscal reclamó para él una condena de cuatro años de prisión por delitos de maltrato habitual y amenazas con instrumento peligroso. En sus conclusiones, aseguró que "no hay duda" de que sometió a la víctima a un "trato despectivo, denigrante, vejatorio y despreciable". Su abogada pidió la absolución y afirmó que la denuncia "tiene fines espurios".