BALEARES

Condenan a ocho años y medio de prisión al director de un colegio de Palma por dos violaciones

James P.Berry fue extraditado en 2016 de Mallorca al Reino Unido para que respondiera por estos delitos

Agentes de la Guardia Civil ponen a disposición judicial en Palma al director del King Richard III College de Portals.

Agentes de la Guardia Civil ponen a disposición judicial en Palma al director del King Richard III College de Portals.

La Corte Suprema de Glasgow ha condenado a ocho años y medio de prisión al director y dueño del Colegio King Richard III de Portals James P. Berry, de 77 años, por dos delitos de violaciones a otras tantas mujeres. Hace un mes, el jurado del Alto Tribunal Escocés ya le había declarado culpable de estos delitos. Solamente faltaba que el juez Thomas Wehls dictara sentencia y estableciera en el fallo la pena que debía cumplir.

James P. Berry fue extraditado al Reino Unido en 2019 después de haber sido detenido en 2016 por la Guardia Civil en Mallorca. Los delitos que por los que ha sido condenado los habría cometido entre los años 1963 y 1983 en las localidades escocesas de Glasgow y Renfrewshire. Algunas denuncias interpuestas contra Berry en España ya habrían prescrito, algo que no ocurre en el Reino Unido para este tipo de delitos. La Audiencia Nacional autorizó la extradición de James P. Berry al Reino Unido tras ser solicitada por el Sheriff de Edimburgo.

En el transcurso de su declaración ante la Corte Suprema de Glasgow, James P. Berry negó su culpabilidad en los cargos de abusos sexuales y violaciones que recaían contra él. De hecho, aludió que se trataba a una suerte de "conspiración criminal" contra su persona. Berry también resaltó que, según él, la verdadera motivación de estas denuncias responderían a una motivación económica para hacerse con el King Richard III College de Portals.

Las acusaciones contra James P. Berry se referían a abusos sexuales y violaciones cometidos por el procesado en Croockston y Renfrew y Houston en Renfrewshire. También aludió a supuestos delitos sexuales cometidos en Mallorca y Canadá. Aunque en el caso de la isla, estos ya habrían prescrito.

En una de estas acusaciones se hacía constar que James P. Berry habría agarrado a una mujer fuertemente del cuello hasta casi estrangularla. Acto seguido habría consumado la violación. A otra víctima le habría propinado una serie de puñetazos y le habría arrojado agua hirviendo en la cara.