AGRESIÓN SEXUAL

La víctima de una violación múltiple en Manresa: "Mi vida ha sido una puta basura"

Cuatro hombres la violaron por turnos durante una fiesta en un piso okupado cuando tenía 13 años

A raíz de los hechos, sufre ansiedad, depresión y "fobia a los hombres y a los magrebíes"

Fachada de la Audiencia de Barcelona.

Fachada de la Audiencia de Barcelona. / EP

La chica que denunció una agresión sexual múltiple en el caso conocido como 'la segunda manada de Manresa' (Barcelona) ha explicado en el juicio que cuatro hombres la violaron consecutivamente en un piso, al que había ido voluntariamente cuando un grupo que conoció en la ciudad la invitaron a cenar.

El juicio ha empezado este viernes en la Audiencia de Barcelona con la declaración de la víctima y de los policías que investigaron el caso, y está previsto que se alargue durante dos jornadas más.

La chica, que en ese momento era menor de edad, ha contado que el 13 de julio de 2019 por la tarde conoció a un grupo de personas en una plaza de Manresa, y que la invitaron a cenar en su piso mientras hacían tiempo para una fiesta esa noche a la que ella también pensaba ir.

Al llegar a la vivienda, un piso okupado, ha explicado que cenó, estuvieron bailando y la invitaron a chupitos y a fumar hachís, ha dicho que al principio estaba a gusto y no sospechó de ellos, y a preguntas de la fiscal ha detallado que no hubo "ninguna insinuación sexual", ni de ella ni de los chicos.

Ha remarcado que en ningún momento quiso tener relaciones sexuales con ellos, que se opuso y que, aunque gritó, el resto de personas que había en el piso no acudieron para ayudarla

Sin embargo, ha explicado que después de un rato los chicos insistieron en que fuera a un dormitorio: "Me dijeron que me veían muy mal y necesitaba descansar. Yo me negué pero insistieron mucho, me llevaron un poco forzosamente, pero pensé que era por mi bien y que necesitaba descansar aunque yo no me veía mal del todo".

Ha contado que, una vez en el dormitorio, se tumbó en un colchón para intentar descansar pero al rato entró un chico y la violó, y ha explicado que los otros tres entraron por turnos en la misma habitación y también la agredieron.

Durante los interrogatorios de las acusaciones y las defensas ha remarcado que en ningún momento quiso tener relaciones sexuales con ellos, que se opuso y que, aunque gritó, el resto de personas que había en el piso no acudieron para ayudarla: "Me los intentaba sacar de encima, chillaba, lo hacía con todo lo que podía".

También ha dicho que pensó en intentar escapar pero "tenía miedo ya que en el comedor había muchísimas personas", que según ha declarado sabían que estaba en esa habitación pero no la ayudaron.

Dos llamadas al 112

En un rato que estuvo sola en la habitación, la chica cogió el móvil de uno de los acusados y llamó al 112 pero uno de los sospechosos la sorprendió, le cogió el móvil y colgó la llamada.

Cuando se fue del piso, tres de los acusados se marcharon con ella y la chica les pidió un móvil, con la excusa de llamar a su madre, para volver a llamar a emergencias, tras lo que llegaron los Mossos d'Esquadra.

También ha contado al tribunal que a raíz de estos hechos sufre ansiedad, depresión y "fobia a los hombres y a los magrebíes", y a preguntas de su abogado ha explicado que un familiar de uno de los acusados contactó con ella por Instagram para ofrecerle un acuerdo en esta causa.

Declaración "muy muy coherente"

Entre los mossos que han declarado este viernes están los primeros que atendieron a la chica esa noche: esa patrulla la recogió en la calle y llevó en el coche policial hasta el piso de los sospechosos, siguiendo las indicaciones que les dio ella, para identificar a los acusados.

La Fiscalía pide condenar a cada acusado a 55 años de cárcel

La abogada de uno de los acusados ha preguntado a los agentes si la chica estaba ebria o drogada en ese momento, y si eso podría haber afectado a su voluntad o a su percepción de los hechos, a lo que un policía ha contestado que "se notaba que había estado de fiesta pero era muy muy coherente con lo que decía".

En este sentido, ha remarcado que la chica fue capaz de recordar el camino hasta el piso, que había hecho a pie unas seis horas antes, para guiar a los agentes, y ha dicho que explicaba los hechos asustada.

Otro de los policías que atendió a la chica esa noche ha explicado, también a preguntas de la defensa, que la menor les explicó que había estado bebiendo "pero en ese momento no se veía estado de embriaguez", y el resto de agentes que la atendieron esa noche han coincidido con ellos.

Cooperadores necesarios

En este juicio, la Fiscalía pide condenar a cada acusado a 55 años de cárcel: a tres de ellos por un presunto delito de agresión sexual y como cooperadores necesarios de dos más; y al cuarto acusado por un intento de violación y por cooperación necesaria en los otros delitos.

Esta causa se conoce como 'la segunda manada de Manresa' porque en esa ciudad ya hubo una violación múltiple en 2016, que justamente se estaba juzgando cuando ocurrió este segundo caso y que terminó con cuatro condenados por abusos sexuales a una niña de 14 años, con una sentencia que el TSJC confirmó con el voto particular de un juez que defendía condenarles por agresión sexual (violación) y no por abuso.