PSICOLOGÍA

La curiosa reflexión de Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard, sobre la felicidad: "Depende en un 50% de la genética"

Tal Ben-Shahar, profesor de psicología en la prestigiosa Universidad de Harvard, es una de las personalidades más reconocidas en cuanto a sus cursos sobre la ciencia de la felicidad se trata

El trabajo es uno de los principales indicadores de felicidad en el mundo moderno

El trabajo es uno de los principales indicadores de felicidad en el mundo moderno

Madrid

La felicidad es algo que siempre se ha buscado pero nunca se ha sabido explicar. Objeto de estudio durante décadas, es uno de los pilares fundamentales de nuestra vida para estar tranquilos con nosotros mismos y nuestro entorno. A día de hoy, hay numerosos expertos en esta materia que comparten sus consejos en ponencias, redes o incluso exposiciones.

Tal Ben-Shahar, profesor de psicología en la prestigiosa Universidad de Harvard, es una de las personalidades más reconocidas en cuanto a sus cursos sobre la ciencia de la felicidad se trata. Recientemente, el experto ha puesto sobre la mesa las principales características que definen a las personas más felices y, con ello, las claves de las relaciones personales.

La importancia de las relaciones sólidas

Citando al "padre de la psicología positiva", que es Martin Seligman, el experto de Harvard ha hablado acerca de cómo se puede aprender la felicidad, dando una serie de consejos que podemos implementar en nuestro día a día para ser, poco a poco, plenamente felices. Tanto Seligman como Ben-Shahar han coincidido en que las personas felices son las que disfrutan de relaciones íntimas sólidas, ya sean de pareja, amistad o familiares.

"No son relaciones perfectas, porque en las relaciones más íntimas hay desacuerdos y conflictos", explicaba explica Ben Shahar, "pero tienen esas relaciones y son una prioridad en su vida". Esto destaca la importancia de cuidar, crear y fortalecer los vínculos afectivos entre la gente que queremos, pues, a día de hoy, el impacto negativo que tiene la tecnología en nuestra vida imposibilita aún más las interacciones reales con la gente. Los encuentros virtuales han sustituido a los reales, perjudicando nuestra felicidad y tranquilidad.

La felicidad es genética

"De media, la felicidad depende en un 50% de la genética, en un 40% de las elecciones personales y un 10% del entorno", explicaba Tal Ben-Shahar en la conferencia. Son porcentajes desalentadores, pues demuestran que casi la mitad de nuestra felicidad recae sobre un factor sobre el que no tenemos control: la genética.

Para ser verdaderamente felices, debemos enfocarnos en el 50% restante, y pensar que lo podemos alcanzar. Si no creemos en la felicidad, será más difícil que nunca implementar los consejos para llegar a ella, así, Ben-Shahar argumenta: "Puedes ser feliz si decides ser feliz". Eso sí, has de darte permiso también para ser humano e imperfecto. "Tenemos que aceptar nuestras emociones negativas", pues, "el fundamento principal de una vida feliz es permitir las emociones infelices", explica adicionalmente Amber Case.

El mercado de la felicidad

Las compras, las experiencias y la comida nos dan felicidad momentánea que deseamos que durara para siempre. Ben-Shahar habla de invertir en felicidad, pero no de la forma que todos estamos pensando. No se trata de darnos múltiples caprichos, comer en restaurantes lujosos o ir de viaje cada dos por tres, se trata de aterrizar el significado de felicidad a nuestra vida global.

El trabajo es uno de los principales indicadores de felicidad en el mundo moderno, así, debemos invertir en él con inteligencia y elegir uno que verdaderamente nos haga felices. Las empresas deberían invertir en recursos para propiciar la felicidad de sus trabajadores, pero los empleados también deben invertir su tiempo y esfuerzo en un sitio en el que sean plenamente felices. La felicidad no es el resultado del éxito, sino la causa del mismo.