COMUNICADORES (IV)

Jaime Cantizano: "El criterio propio y la libertad son ahora mismo oro en los medios de comunicación"

El periodista presenta esta temporada de lunes a viernes 'Por fin', en Onda Cero, un caleidoscópico magacín donde tiene cabida todo, sobre todo la gente

El periodista y presentador de Por Fin, de 'Onda Cero', posa en los estudios de la emisora en San Sebastián de los Reyes.

El periodista y presentador de Por Fin, de 'Onda Cero', posa en los estudios de la emisora en San Sebastián de los Reyes. / XAVI AMADO

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Tras siete años presentando Por fin no es lunes en los fines de semana de Onda Cero, Jaime Cantizano ha vuelto al programa diario, por las tardes, un espacio que ocupó durante más de tres lustros Julia Otero. Un reto que el periodista (Jerez de la Frontera, 1973), presentador en su día de Donde estás corazón (Antena 3), el programa de información del corazón que reventó todas las marcas de audiencia, afronta con naturalidad. Un paso más en una carrera medida al milímetro, sin miedo a desviarse de lo que se esperaba de él, porque Cantizano elige siempre su propia aventura. Información, radio, concursos, entretenimiento...

El programa que lleva años construyendo, ahora llamado 'Por fin', es un magacín en su sentido estricto, donde tiene cabida la política, la cultura, la ciencia, el entretenimiento..., pero sobre todo la gente, la que tiene algo que contar y merece ser escuchada. Un caleidoscopio dinámico, muy variado y entretenido, donde Cantizano está siempre presente, pero deja hacer. Muchos no entendieron en su día que después del éxito de DEC no siguiera en la televisión y se decantara por la radio, pero el tiempo le ha ido dado la razón en cada una de sus decisiones.

Da la sensación de que nunca ha tenido miedo de rechazar cosas que podían parecer más lógicas para explorar otras nuevas, más arriesgadas, pero que igual le atraían más

Yo creo que he arriesgado en algunos momentos, pero persiguiendo siempre una evolución y construirme como comunicador. Durante años y después de un contrato con esta casa se me ofrece seguir en televisión, en otro de los grandes grupos televisivos de este país, pero mi apuesta fue hacer un 'morning', Atrévete, en Cadena Dial, despertándome a las cinco de la mañana. Eso muchos no lo terminaron de comprender, dar este paso. Pero bueno, en mi mente, en mi cabeza, yo planifico a medio y largo plazo. Y ya estaba la idea de volver a la radio, que es donde yo empecé. Cuando consigo máximos históricos en Atrévete con más de 1.500.000 oyentes, también en mi cabeza estaba hacer radio, pero radio convencional y se abre la puerta en Atresmedia. Volví a Atresmedia, pero en esta ocasión, ya en la radio. Y el último ejemplo es el de la televisión. Después de un año en el que he combinado de lunes a viernes la televisión con la radio, muchos no comprenden, no entienden, cómo puedo dejar una ventana como la de la televisión matutina... pero creo, honestamente, que los pasos que he dado a lo largo de mi carrera han sido siempre favorables para mi propia carrera y, humildemente, no me he equivocado. Y luego hay otra cosa. Yo me siento un afortunado porque hay un momento en la carrera de un profesional en el que uno se tiene que mover por dos cosas. Por la libertad que te den y por la capacidad de elegir e incluso de dirigir. Y en eso estoy ahora mismo.

No se entendió que volviera a la radio, pero hace mucho tiempo que me muevo arriesgando y no me he equivocado

El otro día hablaba usted en su entrevista con Dani Rovira sobre el momento en que uno embrida su vida profesional, toma el control total. Porque a veces se tarda en llegar a este punto, ser el dueño de tu propio destino. ¿Cuándo lo logró usted? 

Yo creo que el momento clave fue el final de la etapa de Antena 3, el final de DEC. Me sentía con la suficiente cobertura, en todos los sentidos, profesional, económica, como para dar un paso como ese, volver a la radio, que insisto, no se entendió. Hace ya mucho, mucho tiempo que me muevo de esa manera. Arriesgando, insisto, pero creo que ha sido un camino que he tomado y no me he equivocado en las decisiones. 

Jaime Cantizano, presentador de 'Por fin', en los estudios de Onda Cero en San Sebastián de los Reyes.

Jaime Cantizano, presentador de 'Por fin', en los estudios de Onda Cero en San Sebastián de los Reyes. / XAVI AMADO

El programa es muy ágil, dinámico, se ve, además, que se divierte usted mucho en el programa. ¿Se lo pasa mejor que en Mañaneros (TVE)? 

Bueno, es que claro, Por fin lo construyo yo. Yo he sido quien ha decidido qué personas se sientan a mi alrededor. Para mí hoy en día es fundamental que cada uno de ellos sean seres autónomos, con capacidad crítica, que no compren ningún argumentario y yo lo que destacaría de cada uno de ellos, en el terreno de la política, del análisis, del entretenimiento, es que tienen esa libertad y se respira esa libertad en el programa. Y, además, yo no quiero oír solamente en mi programa a aquellos que piensen como yo, sino que apuesto porque el ramillete, el abanico de voces, sea diverso. Si haces un análisis hay voces de todo tipo, de todos los colores y eso enriquece. Nos empobrece escuchar solamente aquello que pensamos.

Es un gran reto sustituir a alguien que lleva 17 años haciendo el programa. ¿Te pensaste mucho dar el salto al diario o era la evolución natural? 

Era un hueso duro de roer, pero también me pasó sustituyendo a Isabel Gemio en los fines de semana, ¿no? Eso también me pasó, que también llevaba mucho tiempo. Pero yo soy de los que pienso que en la vida y en el trabajo hay que mojarse el culo para conseguir algo. Me han dado las herramientas, tengo tiempo y era la evolución lógica que veía en mi carrera. Además, fue también una petición por mi parte, poder hacer otras cosas, más allá del fin de semana. 

"Defiendo la radio de entretenimiento por encima de todo, no desmerece nada frente a la informativa"

Su programa del fin de semana era un magacín muy ecléctico, donde había de todo -ciencia, cultura, entretenimiento...-, y que ha trasladado al diario. No hay muchos formatos como el suyo en esa franja, que toque un poco de actualidad y tertulia, pero no mucha ¿cree que la radio se va dirigiendo un poco hacia eso sobre todo con el auge de los podcast? 

En la casa lo saben muy bien. Es mucho más difícil hacer entretenimiento en la radio o en la televisión que hacer la propia información y jugar con unas piezas que no olviden las cosas que están pasando, pero que no instruyan, que nos ayuden a conocer otras realidades, que acompañen. Yo defiendo la radio de entretenimiento por encima de todo, que no desmerece nada en absoluto frente a la radio informativa ni la radio deportiva. Mi apuesta era el fin de semana por la radio de entretenimiento y mi apuesta de lunes a viernes también sigue siendo la radio de entretenimiento con un componente informativo que es en la primera parte, la primera hora. Para mí es fundamental, y es algo que le repito al equipo, la manera que tenemos de contar las cosas, el tono que empleamos y cómo nos acercamos a cada uno de los temas. Eso es fundamental. Muchas veces yo creo que tomamos por imbéciles a los oyentes o queremos elevarnos a un nivel porque consideramos que eso nos refuerza frente al que nos está escuchando. Y yo creo que hay que ser más directos, hay que ser más claros y hay que jugar con entretenimiento. 

Por ejemplo, la entrevista que le hiciste esta semana a los dueños de un bar de San Sebastián que quiere recuperar la merienda, la de antaño  

Sí, yo creo que hay que tener cierto olfato para detectar que más allá de la subida de las pensiones, más allá de lo que pueda decir Trump, luego hay una serie de pequeños temas que nutren nuestro día a día y a los que de pronto le prestamos una atención que no esperábamos que íbamos a reparar en ellos. Y esto nos acerca al oyente, porque en una cena cuando nos reunimos con los amigos, podemos empezar hablando de política, pero ¿de qué acabamos hablando cuando pasan ya las dos horas? Pues de otras muchas historias que tienen más que ver con lo cotidiano, con el humor, por ejemplo, y con cosas que tienen más que ver con cómo es nuestra vida. La vida en el barrio, la vida con los compañeros y yo creo tener cierto olfato para eso. 

El otro día Josep Cuní citaba una frase del director de 'La Repubblica' que decía que el periodismo es contar a la gente lo que le pasa a la gente, y usted representa muy bien eso. Le da mucho peso a los temas sociales. En su equipo alucinan muchas veces con la cantidad de llamadas que se hacen, de la gente que entra en antena, gente normal, anónima, pero que es noticiosa porque ha hecho algo interesante. 

Sí. A mí me gusta a rodearme de gente inteligente, creo que estoy rodeado de gente muy inteligente. He hecho una buena selección, pero eso no quita que gente que nunca hubiéramos imaginado que tuviera un altavoz en la radio pueda contar una historia si la historia interesa, si la historia tiene algo. Se lo digo muchas veces al equipo. Y cuando tenemos a personas importantes, para ponerte el ejemplo contrario, gente importante, gente de nombre, hay veces que me he enfadado porque les digo 'Más allá de estas preguntas, vamos a intentar acercarnos a la parte humana'. Y hay veces que el propio equipo se descoloca porque puedo empezar una conversación con alguien importante no con el tema que le trae al programa, sino con una referencia a lo personal. Porque, repito, también ellos, los invitados importantes, se acercan mucho mejor al oyente así. Esta es mi visión. No soy de púlpitos. Nunca he sido de púlpito.

Tiene fama en la profesión de escuchar muy bien, de ser muy buen entrevistador, muy empático, acercándose a lo más humano del personaje, ¿le gustaría hacer entrevistas más largas?

Pues te voy a decir, uno de mis secretos es dejar un segundo. Dejarle un segundo al invitado porque en ese segundo él va a continuar y va a sentir la necesidad de seguir contándote algo y fluye de otra manera. Yo ya creo que hago entrevistas en la radio que no lo permite la televisión. En la radio puede haber conversaciones de 20 minutos. Mira, el el otro día estuve entrevistando a un chico que llegó de Senegal, empeñado en convertirse en actor, y de pronto aquello fluyó... yo creo que fueron 25 minutos de conversación. Y porque honestamente, quien me conoce sabe que estoy interesado. Si tú te sientas conmigo es porque he querido que tú te sientes conmigo y me interesa saber qué es lo que me vas acontar. Y porque el invitado siempre debe ser la estrella, no el entrevistador. Esto es un juego también de equilibrio, claro. 

A mí me han funcionado mejor los silencios que convertir una entrevista en un ring de boxeo

Es cierto que domina muy bien los silencios, es un poco el presentador inadvertido 

A mí me ha funcionado eso, mejor que convertir una entrevista en un ring de boxeo. Que sé que esa es otra de las cosas que muchas veces se reclama en el sector, que hay que sacarle los higadillos al entrevistado. Son maneras diferentes. Y además presento un programa de entretenimiento, un magacín donde el tono no es el mismo que en un programa puramente informativo.  

Después de 12 años madrugando y un año que se tiró trabajando de lunes a domingo, ¿es este el horario en el que más le gusta estar?

Mira, no quiero volver a madrugar. Durante una etapa de radio en el 'morning' me despertaba a las cinco de la mañana, los fines de semana me he despertado a las 6 de la mañana. Mi idea es no volver a madrugar y y a lo mejor me equivoco, pero no quiero pasar por eso otra vez. Yo creo que este es un buen horario. No me gusta madrugar para trabajar, me gusta madrugar para hacer otras muchas cosas.

En un momento en el que no se puede confiar en casi nadie espero que el oyente me vea como alguien fiable

¿Cómo gestionó aquel boom de DEC, con picos de audiencia enormes? Porque usted era muy conocido. 

Tú piensa que eran hasta picos de hasta 37%. ¿Cómo lo gestioné? Pues yo creo que aumentando varios grados la ansiedad y porque también te habrán dicho... todo el mundo que me conoce sabe que mi perfil es siempre discreto. Discreto porque me ha ido muy bien y porque me he permitido tener una vida de cierta normalidad y es verdad que necesitaba un tiempo para masticar, que necesité un tiempo para masticar aquella popularidad de la televisión en aquel momento. Estamos hablando de hace más de 20 años, donde es verdad que no tenía esa competencia, no había tantas opciones de televisión, aunque tampoco había esa presión que hoy imponen las redes sociales, que en ese momento eran incipientes [...] Y, claro, que eso tiene un efecto en lo personal. Pero, por otro lado, está el agradecimiento. Mira, cuando cme preguntan después de todo este tiempo, ¿qué es lo que persigo? Yo no persigo poder de influencia ni siquiera el propio poder. Yo, mira, creo que persigo ahora mismo en el espectador o en el oyente que confíe en mí. En un momento en el que no se puede confiar en casi nadie, en el que la palabra de muchos no vale casi nada, en un momento cambiante, espero que el oyente me vea como alguien fiable, alguien en el que se puede se puede confiar. Piense como tú o no piense como tú. Y eso es un valor en el que pretendo hacerme fuerte.

Jaime Cantizao, presentador de 'Por fin', en los estudios de Onda Cero en San Sebastián de los Reyes.

Jaime Cantizao, presentador de 'Por fin', en los estudios de Onda Cero en San Sebastián de los Reyes. / XAVI AMADO

Usted nunca ha sido alguien muy posicionado, aunque exprese su opinión sobre determinados temas como cualquier persona

Sí, la muestro 

Se habla mucho de una sociedad crispada, pero yo creo que una inmensa mayoría de ciudadanos no vive en esa crispación permanente

Pero no desde una trinchera, que a veces los medios parece que se han convertido en eso 

Es que te quieren empujar a las trincheras. Y en el momento en el que ven que no compras su argumentario porque ahora mismo entienden que unos y otros tienen que ir con una línea determinada y con un argumentario construido, que no se construye ni siquiera en los propios medios de comunicación, es un argumentario externo, en el momento en el que ven que no sigues ese argumentario ni representas el perfil que ellos quieren que representes, te vuelves un sospechoso o no. Yo creo que a estas alturas el criterio propio es el oro ahora mismo en los medios de comunicación. Es una joya tener criterio propio y tener cierta libertad [...] Es verdad que se habla mucho de la crispación, de una sociedad crispada, que quieren que estemos crispados, pero yo creo que una inmensa mayoría de ciudadanos no viven en esa crispación permanente.

¿Se vive mejor sin Twitter?

Se vive mejor, se vive muy bien y y con toda la pereza del mundo sigo todavía con la cuenta de Instagram, pero yo creo que eso tiene que ver con la edad y y porque cada vez le vas dando valor a otras cosas. Tomé la decisión hace más de año y medio de dejar Twitter, pero como otros comunicadores en este país. Estoy acordándome de Alsina, ¿no? Alsina no tiene, Carlos Herrera lo ha hecho [dejar Twitter], Julia Otero también. Sí ocurre una cosa. Parece que estamos obligados a opinar de todo. Y todo el mundo tiene que opinar de todo y hay muchas veces que no tienes una opinión concreta sobre determinadas cuestiones y hay otras veces, y no solamente hablo de mí, sino en general, que no tienes el criterio suficiente ni la información suficiente para opinar. ¿Por qué vas a opinar de algo que realmente no conoces? Es muy difícil, hoy en día es muy difícil encontrarte, algunas veces pasa, que alguien diga y suena casi a broma, pues 'oye, sobre esto no sé'. Pero a lo mejor deberíamos empezar con ese juego. El 'no sé, pero cuéntame'. O le preguntamos a alguien sepa.

Cuando a mí me preguntan qué voces quiero incorporar, el primer nombre que pongo sobre la mesa es Bibiana Fernández por todo lo que puede aportar

Se ha llevado a su equipo del fin de semana al programa de diario. Alaska, Bibina Fernández, Sabino Méndez... ¿ha creado su propio ecosistema?  El ecosistema Cantizano

Sí, de la misma manera que en su momento se habló de las chicas Hermida o de los chicos Ana Rosa, considero que tengo una serie de voces que ya están muy identificadas conmigo en la radio, que me han acompañado en una etapa y que continúan conmigo. Y eso yo creo que sí está muy claramente definido. Se asocia Boris [Izaguirre], Bibiana, se asocia también Sabino Méndez, Ignacio Varela... hay una serie de nombres que están ya asociados conmigo desde hace años, igual hace más de ocho o nueve años. Y además muchos de ellos son gente con la que quería trabajar, incluso antes de llegar a la radio, desde mi etapa de televisión. Te pongo un ejemplo, Bibiana Fernández. Cuando a mí me preguntan qué voces quiero incorporar, el primer nombre que pongo sobre la mesa es Bibiana Fernández por todo lo que puede aportar, por cómo habla de la vida, por cómo habla del amor, del desamor, por cómo habla de libros, por cómo habla de películas, por cómo habla de series, y ese fue, por ejemplo, uno de los primeros, el primer nombre que puse sobre la mesa.

 Y le dieron todas las facilidades, ¿no? 

Mira, antes lo he dicho. Hay dos cosas que valoro. Tener la capacidad para elegir ahora mismo en mi profesión y la libertad. Evidentemente, trabajando en una gran empresa todo se puede debatir, pero la libertad que he tenido por el momento es muy difícil de encontrar hoy en día en el sector y, con la mano en el corazón, trabajo con absoluta libertad. Con los matices que uno pueda marcar, pero con absoluta libertad. Me han dado libertad para crear un producto que he montado desde cero. 

Usted, que es de natural inquieto, ¿dónde se ve dentro de diez años? 

Mira, a mí me ha pasado siempre que cuando creo que ya no voy a hacer algo llega una oportunidad... Te voy a poner un ejemplo. Dos meses antes de que me ofrecieran presentar 'Mañaneros', yo hablando con mi representante le dije "Mira, Charli, yo ya creo que mi etapa y mi ambición televisiva está liquidada y creo que ya son los años de la radio y creo que ya me voy a jubilar haciendo radio". Bueno, pues dos meses después alguien se acuerda de mí y me dice, "¿Te gustaría hacer las mañanas de Televisión Española? E, inevitablemente, cuando alguien te dice hacer la mañana de Televisión Española, con todo el riesgo y el esfuerzo que supone ya para mí, es muy difícil decir que no. Y me ha pasado varias veces en la vida. Cuando pienso que estoy cerrando una etapa de pronto, pooo ... yo espero que me queden muchos años de tarde en Onda cero sin evitar que algunas propuestas que puedan llegar, televisivas, se puedan combinar con la radio. Trabajo en un gran medio que tiene una televisión. 

O sea, ¿que no descarta en un momento dado volver a la tele? 

No se descarta, no se descarta

De todos los programas donde ha estado, ¿dónde es donde más ha aprendido? ¿en qué etapa? 

Pues mira los dos últimos años han sido muy interesantes para mí porque hacer televisión me demostró que tenía la maquinaria engrasada y descubrí cómo es la televisión trepidante hoy en día de los programas de mañana, de los programas de tarde, donde se pasa de un tema a otro: sucesos, realidad, actualidad, corazón. Y esta etapa es también una etapa de aprendizaje porque creo que me sirve para consolidar mi posición como comunicador de radio.