ENTREVISTA
'Cómo tener tiempo para todo', según Patri Psicóloga: "Somos esclavos de la cantidad de cosas que queremos hacer con nuestro tiempo"
En un contexto marcado por quehaceres interminables, la psicóloga, divulgadora, conferenciante y escritora Patricia Ramírez anima a valorar nuestro tiempo y evitar dañar nuestra salud mental

Patricia Ramírez, psicóloga y divulgadora. / Cedida
El tiempo no sólo vuela, es limitado. 24 horas para algunos son suficientes y para otros no. No todos llegan a todo. Una de las claves del equilibrio y de la calidad de vida es saber lidiar con las limitaciones del reloj. Estar pensando constantemente en que no se llega a tiempo y con el cerebro en modo multitarea a largo plazo puede ser perjudicial para nuestro bienestar. '¿Cómo tener tiempo para todo?' (Ed. Grijalbo), es la última publicación de la psicóloga Patricia Ramírez (@patri_psicologa en Instagram) y una de las expertas de la plataforma Educar es Todo. En sus páginas no encontraremos consejos para ser más eficientes, ni para apretar la agenda como el tetris, sino cómo honrar nuestro tiempo de calidad.
P. ¿Cree que hay una mayor conciencia del tiempo en esta sociedad?
R. No. El nombre del libro es una pregunta que me hacían en redes sociales y me preguntaban que cómo tenía yo tiempo para todo porque la gente me ve a hacer muchas cosas y quise la respuesta poniendo ejemplos de qué hacía yo para organizarme. Entonces, he desarrollado una serie de capítulos relacionados con la organización, la puntualidad, el poner límites y decir que no, cómo gestionar los ladrones del tiempo, cómo facilitarnos la vida y sobre todo, que para mí es lo más importante del libro, el plantearnos nuestros valores en relación a cómo estamos perdiendo el tiempo en algunas cosas o malgastando.
P. ¿En qué perdemos el tiempo?
R. Si la gente se parase durante el día a ver dónde se le va el tiempo inútilmente, pues nos encontraríamos con que vemos más capítulos de series de los que tendríamos que ver porque nos roban horas de sueño. Perdemos mucho tiempo. Hay gente que lo pierde eligiendo la ropa, otra al levantarse de la cama porque se pone cuatro alarmas o intentando controlar cosas que no son controlables de los hijos de la pareja, de la hermana... con la percepción y con la exigencia se nos va el tiempo, con la dispersión de la mente, perdemos mucho tiempo porque estamos muy dispersos, porque nuestra atención está quebrada por culpa de las redes sociales y por supuesto, se nos va el tiempo con el whatsApp, correo electrónico y con las redes sociales.
P. ¿Y crees que esa pérdida de tiempo puede desencadenar una mayor ansiedad?
R. Yo creo que la pérdida de tiempo no desencadena la ansiedad, pero sí el malgastar tiempo en actividades que no te confortan, que no te dan energía, que no te enriquecen culturalmente y luego te quedas sin tiempo para las cosas importantes, que puede ser tus hábitos de vida saludables, como poder hacer ejercicio de manera regular o dormir lo suficiente, eso es lo que nos da la ansiedad. Si estuviéramos en una isla paradisíaca y no tuviésemos otra cosa que hacer, no nos generaría ansiedad. Lo que genera ansiedad es ver que de repente entraste a ver una receta porque no sabías qué cocinar esta noche en casa y has terminado una hora visitando páginas de moda o viendo vídeos graciosos de animalitos, por ejemplo.
P. ¿Somos esclavos de las RRSS?.
R. El problema no son las redes sociales, es el mal uso que hacemos. Yo creo que las RRSS pueden ser maravillosas si las empleamos bien, pues tú has permitido que ese mal uso te secuestre, se convierta en un ladrón del tiempo y te haga perder un tiempo que es valiosísimo.
P. ¿Y del tiempo?
R. Yo creo que somos esclavos de la cantidad de cosas que queremos hacer con nuestro tiempo y eso hoy tiene este síndrome de la vida ocupada, en el que hemos aprendido que hacer, hacer, hacer es sinónimo de éxito y nuestra autoestima depende de estar todo el día en el modo hacer, porque si tú no eres una persona que está todo el día haciendo cosas, apuntándote a un máster nuevo, probando una nueva actividad, haciendo un ocio distinto, quedando en 20 planes, no eres una persona exitosa, eres una tirada, una vaga, una aburrida, una sosa, una conformista, entonces hemos asumido que estar todo el día probándolo todo es guay. ¡Qué guay somos!
P. Y precisamente, volviendo a las RRSS, no ayudan. ¿Cree que hay sobrecarga informativa?
R. Sí, con esta información excesiva que tenemos no nos lo pone nada fácil, porque están todo el día bombardeándonos con cuatro cafeterías veganas que tienes que probar en Madrid, cinco rooftops que tienes que visitar en no sé dónde y tú en tu casa mientras estudias, trabajas o haces las croquetas de los niños, teniendo la sensación de que se te está escapando la vida porque te pierdes un montón de cosas que luego vas y ni siquiera las disfrutas, pero nuestro cerebro no asimila eso porque la vida de otras personas nos parece mucho más atractiva que la nuestra, porque es el escaparate de lo que estamos viendo.
P. ¿Qué nos puede ayudar a gestionar mejor el tiempo y combatir el síndrome de vida ocupada?
R. Una persona con una buena autoestima y que sabe gestionar bien las emociones, puede ser más resolutiva con su tiempo. Te permite no ser esclavo del que dirán, de tener que estar agradando a todo el mundo, de cumplir con las expectativas de otras personas, permite poner límites y decir que no sin pensar que me van a dejar de querer, y un estado emocional que yo sepa regular.Y eso sí ayuda a gestionar el tiempo, porque hay veces en que hay algunas emociones que nos secuestran y uno se enreda tanto con ellas y se mete en ese drama de la vida y en esa queja que hace que pongamos la atención en batallas que no tienen ningún sentido. Entonces, no hay una relación directa entre autoestima, gestión de las emociones y mejor gestión del tiempo, pero sí que aumenta mucho la probabilidad de que yo viva una vida más auténtica, sepa regular mis emociones y seguramente haga elecciones de cosas que me gustan, que quiero hacer o dejar de hacer.

Gestión del tiempo y conciliación laboral. / Pexels
P. ¿Y qué le diría a aquella persona que siempre afirma no tener tiempo?
R. Creo que cualquier cambio que queramos hacer tiene que partir de un cambio en muchas creencias que tenemos equivocadas en cuanto al tiempo. Si dices, mira, yo es que tengo que hacer más ejercicio, porque no encuentro tiempo, pero voy a hacer ejercicio. Y de repente metes el ejercicio en tu vida, pero antes no te has cuestionado creencias como que antes de acostarte tienes que revisar los correos, no se te escape algo, pues seguramente el deporte lo dejes de hacer enseguida, porque se te acabe la motivación al dejar que el trabajo siga secuestrándote tu tiempo. Si en cambio antes trabajamos las creencias, y pienso que trabajar es algo importante en mi vida, pero que es una parte, no todo, y que tengo derecho a tener tiempo de autocuidado, a cuidar, a que soy responsable de mi salud física y de mi salud mental, y que para eso tengo que practicar ejercicio, si yo me hago este convencimiento y me trabajo esta idea, seguramente cuando empiece a hacer ejercicio lo convertiré en algo regular en mi vida, porque tendrá un sentido y un propósito. Entonces lo primero es cuestionarnos valores que no nos ayudan, y asentar valores que son importantes en nuestra vida, e ir tomando decisiones en función de esos valores.
P. ¿Y a aquella que dice: "No llego a todo"?
R. La gente que llega a todo, creo que pagan una factura altísima con su salud mental. En el libro hablo de que hay que hacer una revisión de tu todo, y quedarte con un todito, que es mucho menos de lo que haces. Y sí se puede quitar, porque cuando la vida te pega un vapuleo de esos que te dejan mirando a Cuenca, porque o te da un infarto, o te da una hemiplejia, o tienes una parálisis o algo, porque tu nivel de estrés ha hecho estragos en tu cuerpo, ahí es cuando te das cuenta de que no eres una persona imprescindible para nada, y que el mundo sigue funcionando si tú paras, y que la gente se organiza, y sale adelante sin que tú estés presente. Somos menos imprescindibles de lo que nos imaginamos, pero pensamos que sí, y que tenemos que controlarlo todo, y esa exigencia, con ese perfeccionismo tan dañino, queriendo estar en todos lados cuando es imposible. Entonces tenemos que hacer una revisión y ver qué podemos delegar, qué podemos renunciar y qué podemos dejar de hacer para siempre.
P. ¿Nos olvidamos de vivir el presente pensando en el futuro?
R. Vivimos de cara al futuro, pensando que cualquier tiempo que vaya a llegar después va a ser mejor y no es así. Y nos olvidamos de vivir el presente. Estamos con la mente en lo que va a venir después, pensando que eso se va a disfrutar más. Y hay mucha gente que mira para atrás, muchísima, y dice, no me he enterado de los últimos 10 años.Y los he visto venir. Y es una pena porque se te van acumulando de diez en diez años y de repente te ves jubilándote.
- La Junta de Andalucía se enfrenta al Gobierno y no expropiará su suelo para derribar el Algarrobico
- Habla el empresario americano que ha comprado un pueblo abandonado en Zamora: 'Prevemos crear 35 puestos de trabajo
- La 'Reina roja' se moja: la insólita grabación de la serie dentro del río Manzanares congrega a decenas de curiosos
- Nueva subida salarial para los funcionarios: estos son los grupos más beneficiados
- Ni La Moraleja ni La Finca: esta es la urbanización más lujosa de Madrid que lleva décadas oculta
- Así es la taberna favorita del Rey Felipe en Madrid: tapas castizas y precios para todos los bolsillos
- El primer colegio de Madrid que incluirá hasta 2º de ESO en El Cañaveral nace con polémica y una protesta vecinal
- Cuánto mide realmente el pez diablo y otras curiosidades sobre este fascinante animal abisal