Tribunales

Una moderadora de Facebook de Barcelona se querella contra Meta por trabajar en condiciones "absolutamente inhumanas"

Se trata de la segunda demanda de empleados catalanes y la primera que apunta directamente a la compañía de Zuckerberg

Logos de Facebook e Instagram.

Logos de Facebook e Instagram. / REDACCIÓN

Ocho o nueve horas delante de un ordenador viendo asesinatos, decapitaciones, descuartizamientos, violaciones, zoofilia y pornografía infantil, entre otras escenas inhumanas, y con tan solo cinco minutos de descanso cada hora. Una actividad que le comportó problemas de salud mental, la baja laboral y la necesidad de un tratamiento psiquiátrico. La víctima de esta situación es una moderadora de contenido de Facebook e Instagram que ha presentado una querella contra la empresa que la contrató y su matriz, así como la compañía Meta Platforms Ireland Limited, propietaria de estas redes sociales. Se trata de la segunda querella de este tipo que se presenta en los juzgados de Barcelona. En la primera causa ya han declarado seis imputados.

Según la denunciante, los moderadores están sometidos a condiciones "totalmente inaguantables" que provocan graves patologías psíquicas: algunos, según el abogado, han intentado suicidarse

Esta nueva querella ha ido a parar al Jugado de Instrucción número 15 de Barcelona. Esta semana, la moderadora se ha ratificado en la misma y se está pendiente de que el magistrado la acepte o no a trámite, aunque no se descarta que pudiera unirse a la causa que está instruyendo otro juez por la acusación de otro moderador de estas redes sociales por hechos similares y cuya investigación está avanzada. De entrada, en la demanda penal atribuye a directivos de las empresas CCC Barcelona Digital Services y Telus Internacional Group un delito contra los derechos de los trabajadores, otro de lesiones por imprudencia grave y un tercero contra la integridad moral, al considerar que estas sociedades, más Meta, conocían los riesgos en el ámbito de la salud mental que padecían los empleados que realizaban ese trabajo de moderación y no hicieron nada para evitarlo.

Los moderadores trabajan 55 minutos seguidos con cinco de descanso que deben cumplir de "manera cronometrada", según la demanda

La querella de la moderadora, representada por el abogado Francesc Feliu, relata que Meta empezó a prestar servicios en Barcelona de la mano de la empresa CCC, que se encarga de la moderación de contenidos, en 2018 en la Torre Glòries. Esta compañía aplica las mismas directrices, órdenes y políticas que Facebook y Meta. Según la querellante, que también ejerció de auditora de calidad (debía revisar lo que hacían sus compañeros), los empleados que realizan esa labor están sometidos a unas condiciones laborales que son "absolutamente inhumanas, indecentes y que son totalmente inaguantables para cualquier ser humano". Esta situación, precisa el escrito judicial, provoca que "muchos" de esos moderadores enfermen con graves patologías psíquicas. Algunos, según el abogado Francesc Feliu, han intentado suicidarse.

Contenido sensible

La moderadora de contenidos explica en su querella que empezó a trabajar en CCC en junio de 2018 sin que la empresa "le formase a nivel psicológico" para el tipo de trabajo que iba a desarrollar. Inicialmente, se le contrató para moderar el contenido visual de Brasil y Portugal, al conocer el idioma, el único requisito que se le exigió. La querella destaca que el "mercado de Brasil" y el de México se caracteriza por "tener un altísimo contenido de material audiovisual altamente sensible y violento". Este dato no le fue "jamás" proporcionado a la trabajadora ni en la entrevista de trabajo, previa a la contratación, ni con posterioridad.

La moderadora explica que empezó a trabajar en CCC en 2018 sin que la empresa "le formase a nivel psicológico" para el tipo de trabajo que iba a desempeñar

La jornada laboral era maratoniana y no podía ausentarse "bajo ningún concepto de la silla en la que estaba sentada durante 55 minutos seguidos", según la querella. Los cinco minutos de descanso que tenía cada hora los debía cumplir "de manera cronometrada", lo que le impedía, a la práctica, desconectar. Además, "la carga de trabajo era extremadamente alta". Una vez el contenido era repasado, tenía que identificar si cumplía las políticas de Facebook, por lo que tenía que analizar los vídeos en toda su extensión.

La situación de la querellante fue a peor cuando la empresa la designó como 'quality manager' o auditora de calidad, por lo que debía revisar y verificar lo que determinaban los moderadores, sin tener los cinco minutos de descanso. Cuando un empleado no soportaba más, se le enviaba a un psicólogo, pero este le decía que la labor que realizaba "era importante para la sociedad y que tenía que imaginarse que era una película y no era real". Al final, esta trabajadora cogió la baja laboral en diciembre de 2019 y continúa con tratamiento psiquiátrico.