La normativa europea pone fin a las calderas de gas en España: ¿qué alternativas hay para el cambio?

El 2025 trae consigo nuevos cambios. Desde que empezó el año, se han prohibido en toda Europa las ayudas que afecten a las calderas que empleen gas, carbón, gasoil o cualquier combustible fósil. Así, estos aparatos no contarán con ninguna subvención ni apoyo económico para su compra o venta.

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Y es que la Unión Europea está buscando promover tecnologías más eficientes y menos contaminantes, por tanto, se están elaborando leyes con prohibiciones para paliar el uso de calderas que utilizan combustibles fósiles dañinos para el medioambiente. Este cambio afectará a numerosos hogares españoles, marcando el fin de una era en cuanto a este tipo de energía y sistemas se trata.

Ahora, el cambio no será inmediato, pues esta prohibición llegará de manera gradual, iniciando con la retirada de ayudas económicas y culminando con la eliminación total de esta tecnología durante los próximos años.

Esta transición afectará especialmente a las zonas rurales, donde las calderas de gas son muy comunes, y, en ocasiones, el único sistema que se utiliza. Estas zonas tendrán que abrir la puerta a soluciones eficientes a las que deberán acostumbrarse, traduciéndose en energías limpias y sostenibles para alcanzar lo que ya se viene discutiendo años atrás en toda Europa: una la neutralidad climática para 2045. 

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Para esta neutralidad, las calderas de gas, carbón y gasóleo deberán desaparecer, pues emiten una cantidad considerable de gases contaminantes, un impacto negativo que se contrapone a los objetivos del Pacto Verde Europeo. Se busca reducir drásticamente las emisiones de CO₂ en todos los sectores, por tanto, el doméstico también entra en juego.

¿Cuáles son las alternativas para los ciudadanos?

Desde enero de 2025 ya no será posible acceder a subvenciones o ayudas económicas para la compra e instalación de calderas que utilicen cualquier combustible fósil. Se trata del primer paso a la neutralidad climática camino a 2024, que tiene como objetivo reducir la dependencia a estas tecnologías e incentivar la adopción de alternativas más limpias y sostenibles.

Además, esta medida busca concienciar y cambiar los hábitos de los propios ciudadanos. Ahora, por mucho que en 2025 no se puedan obtener ayudas para la compra, venta o instalación de calderas, no será hasta 2026 cuando se prohíba su instalación definitiva en edificios de nueva construcción. Así, este cambio propiciará la proliferación de las bombas de calor y los paneles solares térmicos, opciones que responden positivamente a los objetivos medioambientales de la normativa europea.

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¿Cuándo será el adiós definitivo?

El plazo definitivo será 2040, año en el que estará completamente prohibida la instalación y uso de calderas que funcionen con gas natural, carbón o gasóleo en todas las viviendas de España. La transición no será sencilla, pero existen varias alternativas que ya están siendo promovidas como soluciones viables, entre la que se encuentran las bombas de calor, la energía solar térmica y las calderas híbridas para reemplazar las calderas de combustibles fósiles.