SOLEDAD NO DESEADA

Los hogares unipersonales en España se han multiplicado por 8 en medio siglo

La mitad de la población se ha sentido sola en algún momento de su vida según un informe del Observatorio Demográfico CEU-CEFAS

A partir de los 60 años, el porcentaje de mujeres que viven solas en España se dispara.

A partir de los 60 años, el porcentaje de mujeres que viven solas en España se dispara. / EFE / PEDRO PUENTE HOYOS

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

Los vínculos sociales y el tejido comunitario han ido cambiando en las últimas décadas en el mundo occidental. Un ejemplo claro se encuentra en la composición de los hogares: cada vez hay más personas viviendo solas. Son muchas más que hace apenas medio siglo, como señala el último informe La soledad en España, elaborado por el Observatorio Demográfico CEU-CEFAS, que muestra cómo el número de hogares unipersonales se multiplicó por 8,2 desde 1970.

Si se mira el Censo de Población y Viviendas de 1970 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, durante aquella época vivían en España 660.000 personas solas de los más de 34 millones de habitantes que había. Más de medio siglo después, y con una población de cerca de 49 millones de habitantes, son 5,4 millones.

En 54 años, el porcentaje de personas que viven solas en España pasó del 1,9 al 11,1. O, lo que es lo mismo, en la actualidad una de cada nueve personas vive sola y el 28% de los hogares son unipersonales.

Según las conclusiones de este nuevo trabajo, la percepción general es que la soledad no deseada es un problema social cada vez más importante. Algo más de dos de cada tres (68,2%) conoce a otras que pueden estar en esta situación. A pesar de ello, la opinión generalizada (93,3%) es que se trata de un problema invisible.

A día de hoy, la soledad no deseada afecta a la quinta parte de la población en España. Si se añade a todas aquellas personas que lo han sufrido en el pasado, la mitad de la población ha vivido este problema en primera persona. Un 59% sufre soledad desde hace más de tres años.

Factores de riesgo

Casi la unanimidad de la sociedad (98,8%) considera que cualquiera es vulnerable a la soledad, pero lo cierto es que hay algunos factores que pueden ser determinantes.

La soledad no deseada está relacionada, por ejemplo, con el dinero que entra en casa: su prevalencia es mucho más elevada entre quienes llegan con dificultad a fin de mes (30,1%) que entre los que llegan con facilidad (13,3%).

También es más común entre las personas que están situación de desempleo, las que sufren problemas de salud física o mental o las que tienen discapacidad.

Además, en España, apenas vive gente sola con menos de 20 años y muy pocos con menos de 25. El mercado inmobiliario pone bastantes trabas a la emancipación temprana, por lo que muchos jóvenes se ven abocados a vivir con sus familiares o a compartir piso.

Diferencias por género

Después, a partir de los 30 y hasta los 59 años, son los varones los que viven en más hogares unipersonales de hombres. A partir de los 60 años, y de forma creciente con la edad, el porcentaje se revierte: el número de mujeres que viven solas se dispara, llegando casi al 30% entre las españolas que tienen más de 65 años, algo que no pasa con ellos.

Entre los adultos de menos de 60 años, la principal causa de soledad es la soltería. Entre los hombres de 50 a 79 años, y en las mujeres de 50 a 69, es el divorcio. Entre los de más edad, la viudedad es la condición más común, si bien esto afecta mucho más a las mujeres (en los hombres solo es la causa más frecuente de soledad a partir de los 80 años). El 55% de las mujeres que viven solas tienen 65 años o más y los varones solo el 27%.

Más estrategias

"Comparado con lo que sucedía hace medio siglo, ahora tenemos muchos menos hijos de media y estos tienen menos o ningún hermano, se casa mucha menos gente y hay muchos más divorcios. La mayor soledad y el menor número de personas por hogar no solo implican más riesgo de tristeza y empobrecimiento afectivo, sino también peor calidad de vida en muchos aspectos, riesgo incrementado de problemas de salud psíquica y física, y necesidad de gastar más recursos por habitante", indica el informe.

Con todos estos datos sobre la mesa, los autores lamentan de que en España la reciente Estrategia Nacional sobre Personas Mayores no aborda este problema de forma específica, como sí han hecho Reino Unido y Japón, donde se han implementado estrategias nacionales para combatir la soledad.