GESTACIÓN SUBROGADA

"Yo me fui a Estados Unidos a tener a mi hija. Era la única manera de ser padre biológico"

Jaume, que tiene a una niña de 8 años nacida por gestación subrogada, defiende que su gestante no lo hizo por dinero | "Yo lo he vivido como un acto de amor inmenso", asegura

Pasaporte español y pasaporte norteamericano de una bebé valenciana nacida por gestación subrogada en EEUU.

Pasaporte español y pasaporte norteamericano de una bebé valenciana nacida por gestación subrogada en EEUU. / GERMAN CABALLERO

Victoria Salinas

La noticia de que Ana Obregón ha recurrido a la maternidad subrogada en Estados Unidos para tener a una niña a los 68 años ha reavivado el debate en España sobre esta práctica que la nueva ley del aborto considera como violencia contra la mujer y reconoce como "ilegal" pero a la que centenares de familias de todo tipo recurren anualmente para conseguir el sueño de ser padres gracias a que el estado sí permite el registro de esos menores nacidos fuera para preservar sus derechos, una "herencia" por la que en su día luchó el también socialista Pedro Zerolo.

Entre esos centenares de familias que al año se van a un país donde la maternidad por subrogación sí es legal está la de Jaume. Este valenciano había tenido claro desde siempre que quería ser padre y junto a su pareja de entonces, se apuntó a los cursos para adoptar, ya que fue su primera opción. "Por ser homosexuales nos pedían estar casados pero yo me inscribí en los cursos. Pero pasó un año y nada, y pasó un segundo año y tampoco nada", explica a este diario.

En aquellos momentos empezó a considerar la opción de irse al extranjero para ser padre biológico viendo "lo lento que era todo el proceso de adopción". Por aquel entonces (su hija ahora tiene 8 años) "la opción era bastante incipiente" y no demasiado conocida pero dio con una asociación que le asesoró e incluso se puso en contacto con una familia que ya había pasado por el proceso.

Legal en pocos sitios y con restricciones

Como pareja homosexual, en su caso, les aconsejaron que la opción "más segura" era hacerlo allí porque son pocos los países que permiten la gestación subrogada en su legislación pero son menos los que abren esta posibilidad a extranjeros (Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Georgia, Grecia..) y, menos los que permiten acceder a cualquier tipo de familia ya sea parejas homosexuales o madres solas. En Ucrania, por ejemplo, sí aceptan a extranjeros pero solo a matrimonios heterosexuales y siempre que la mujer acredite un problema médico, de ahí que hasta el año pasado con el estallido de la guerra fuera uno de los destinos donde más parejas acudían.

La opción de Estados Unidos "suele ser la más segura porque tienen una legislación más avanzada y la parte legal es minuciosa", explica Jaume. Allí el reconocimiento de paternidad se otorga por sentencia judicial y ya se da desde el primer momento. Sales de allí con el pasaporte americano de la niña y el español". "Con toda la información es cuando decidí irme a Estados Unidos a tener a mi hija. Era la única manera de ser padre biológico", explica Jaume. Eso sí, en su situación era la más segura "pero también es la más cara".

"La gestante es feminista y lo hizo por convicción"

Si en Ucrania todo el proceso puede oscilar entre 30 y 50.000 euros, en Estados Unidos se puede triplicar ya que se tiene que abonar todo el proceso de inseminación, los gastos médicos y se incluye una compensación para la madre gestante. En este punto, Jaume lamenta que todo el peso del debate se ponga en la transacción económica ya que, en su caso, la madre gestante "no lo hizo por dinero, lo hizo precisamente porque está muy vinculada y concienciada con el colectivo gay".

"Ella es una mujer joven, casada y con dos hijos que ya tenía su familia creada pero que pensaba que por su historia personal y por afinidad y convicción quería hacerlo. Ella se considera feminista y no cree que haya habido explotación. De hecho seguimos en contacto", explica Jaume que rechaza la polarización en el debate. "Yo lo he vivido como un acto de amor inmenso, y siento por ella un agradecimiento que no siento por nadie pero ahora hay un posicionamiento en contra en cualquier circunstancia" incluso aunque no haya compensación económica como recoge la legislación de Portugal, por ejemplo.

"En mi caso ella no lo hizo por dinero pero evidentemente estar embarazada tiene unas consecuencias a nivel laboral o en el cuidado de su familia que hay que compensar. ¿Han llegado a hablar con alguna gestante?", se pregunta.