¿Qué es el método canguro o ‘piel con piel’ para prematuros?

No existe actualmente un centro sanitario donde se trate a bebés prematuros que no recomiende, siempre que resulte posible, el uso del método canguro o ‘piel con piel’ para favorecer su desarrollo y cuidado. Dicho método consiste en tener al bebé -generalmente un prematuro- semidesnudo o vestido únicamente con el pañal, en contacto directo piel con piel sobre el pecho descubierto de su madre o de su padre, en ‘posición canguro’. La recomendación clínica es que esta situación se mantenga diariamente y durante el mayor número de horas posibles al día, en beneficio del bebé.

Esta fórmula de cuidado a los bebés prematuros se practica en las unidades de neonatología de hospitales de diversos países, dado que es buena para el niño, es segura, humaniza la atención médica y se complementa con la alta tecnología. También se puede hacer, claro está, en el domicilio, tras el alta hospitalaria, recuerdan desde la Asociación Española de Pediatría.

Bebés prematuros: la vida antes de tiempo

Desde dicha asociación pediátrica se enfatiza que el contacto piel con piel regula mejor la temperatura del bebé en la incubadora. Añaden además que se facilita y mantiene la lactancia materna, y se reduce el número de días de ingreso en el hospital. Pero, por encima de todo, promueve la relación amorosa entre la madre y el padre con su hijo enfermo o prematuro.

Preparar la posición

La posición canguro, la alimentación del bebé con leche materna y la preparación de los padres para cuidar a su bebé son los elementos fundamentales de los cuidados ‘piel con piel’, que ayuda a hacer una realidad un alta temprana del hospital.

Para hacer posible la ‘posición canguro’, se coloca al prematuro, vestido con el pañal, en posición vertical sobre el pecho desnudo de la madre o del padre, con la cabeza de lado y el oído cerca del corazón de los padres, los brazos y las piernas del bebé deben estar flexionadas y con una mano cerca de la boca.

Los padres, según recomiendan los pediatras, han de ir vestidos con ropa amplia, como una camiseta elástica, que permita cobijar en su interior al recién nacido y les sirva de sujeción para poder relajarse e incluso dormir cuando el niño duerma. Han de disponer también de un sillón cómodo y un ambiente lo más intimo posible, con luz suave y poco ruido a poder ser. Esta posición canguro debe iniciarse lo antes posible, prolongarse durante el mayor número de horas al día y continuarse tantos días o semanas como el niño necesite.

Lactancia materna y padres

El método canguro incluye la alimentación con leche materna. El bebé puede iniciar poco a poco la succión del pezón hasta ser capaz de mamar directamente del pecho sin salir de la posición canguro.

En este contexto, se busca que sean los progenitores –especialmente la madre-, los principales proveedores de sus necesidades físicas (calor, alimentación) y emocionales (amor, protección, estímulos suaves). Se trabaja al tiempo la preparación del niño y los padres para el alta lo antes posible, cuando su situación lo permita.

Máxima recomendación para prematuros

¿Por qué está especialmente recomendado este método para el cuidado de los bebés que han nacido antes de la fecha prevista y son prematuros? Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) se subraya que en la posición canguro, el bebé prematuro se siente en un ambiente más parecido al útero materno y se le aportan estímulos suaves, tranquilizadores y llenos de ternura, que solo sus padres están en condiciones de darle.

Cabe destacar que estos bebés no son capaces de controlar la temperatura de su cuerpo, por eso hay que mantenerlos dentro de la incubadora o, mejor, en contacto piel con piel. El cuidado en canguro ofrece “protección cerebral”, ya que amortigua el efecto de todo tipo de agresión o estrés -ruido, luz, manipulaciones molestas, etc.) sobre un cerebro inmaduro y frágil-, se señala desde ‘En familia’ de la AEP.