LA VIDA CONTIGO

El síndrome de Peter Pan de los hombres es lo que puede haber apagado tu deseo sexual (y no tus hormonas)

¿Tu pareja pasa de hacer las tareas del hogar? Igual por eso no quieres tener sexo con él

Un estudio muestra la primera prueba de que la heteronormatividad está relacionada con el bajo deseo sexual de las mujeres emparejadas con hombres

La sexóloga Ana Sierra explica lo que ve en la consulta

Los hombres

Los hombres / Unsplash / EPE

María G. San Narciso

María G. San Narciso

El bajo deseo sexual es uno de los problemas sexuales más discutidos, en gran parte porque es el más frecuente. Aproximadamente un tercio de las mujeres reportan desear poco, con informes más comunes entre las mujeres que entre los hombres. La investigadora y columnista Debby Herbenick, que durante dos décadas ha tratado de comprender cómo las personas experimentan su cuerpo y su vida sexual, reveló en un trabajo de 2015 que hasta el 30% de las mujeres sufría dolor vaginal durante la penetración; el 72% si era anal.

Hasta ahora, la investigación sobre el bajo deseo tiende a enmarcarlo como un problema o disfunción, en el sentido de que el deseo de las mujeres es más bajo de lo que debería ser. Esto se ha traducido en una medicalización y patologización del deseo. Pero, ¿y si te dijéramos que la falta de corresponsabilidad en casa puede que sea el motivo por el que mujeres dicen no querer tener relaciones sexuales con sus parejas cuando son hombres?

Es la hipótesis a la que han llegado algunos autores que quisieron buscar una explicación más allá de los factores individuales (como el estrés), interpersonales (como la duración o la satisfacción de la relación) y sociales (por ejemplo, actitudes sexuales restrictivas), todos ellos bastante amplios. Así que utilizaron una nueva teoría: la de la heteronormatividad del bajo deseo en mujeres en pareja con hombres. Se basan en que los marcos heteronormativos prescriben roles complementarios para hombres y mujeres en las relaciones, de modo que a ellas se les asigna madre y cuidadora y, a ellos, el de proveedor y protector. Aunque la división del trabajo doméstico se haya ido igualando conforme las mujeres se incorporaron al trabajo remunerado, algunos estudios internacioanales revelan que ellas realizan hasta 2,5 horas más por día de trabajo doméstico en comparación con los hombres.

Que un hogar funcione requiere realizar una serie de tareas (con su correspondiente carga mental y física), y brindar apoyo emocional al resto de los miembros. Aunque hacer todo esto pueda resultar gratificante para alguna gente, también es agotador, especialmente si no son recíprocas y la pareja no las valora ni las reconoce como un trabajo más. Ahí empiezan los problemas.

Sexo para evitar dramas

La psicóloga y sexóloga Ana Sierra afirma que está acostumbrada a ver mujeres que entran por la puerta de su consulta para explicar que no tienen deseo sexual. Muchas lo achacan a problemas personales. "Siempre se asocia al tema de las hormonas, de que a una edad empieza la perimenopausia y demás. También es habitual que se vincule a la llegada de los hijos. Pero muy pocas veces llegan diciendo que el problema lo tienen ellos", explica.

"La mayoría de las que llegan confiesan que lo hacen por sus parejas, porque ya no tienen deseo. Si fuera por ellas, la sexualidad podría desaparecer. Pero vienen por ellos. Al final, la falta de sexo les genera discusiones. Dicen hacerlo de forma un poco obligada por la situación, para que ellos no se enfaden y estén tranquilitos un tiempo. Fíjate la tristeza del asunto", prosigue la también comunicadora y escritora, que enfatiza en la falta de empatía y de comunicación, especialmente emocional, de algunos hombres.

El Centro Manuel Escudero habla del síndrome de Peter Pan, que "se puede definir como un conjunto de rasgos personales que se caracterizan por mostrar una gran inmadurez emocional en la edad adulta". Son personas que presentan un desfase patológico entre su edad cronológica y su edad emocional y que, a menudo, "se resisten a tener las cargas y las responsabilidades de un adulto o muestra conductas y reacciones emocionales que no son propias de su edad".

El problema de no recibir educación sexual

Sierra explica que la falta de corresponsabilidad cuando llegan los hijos hace que a ellas les desaparezca el deseo por la carga física y mental que conlleva. Pero no se dan cuenta de que ese es el problema: piensan, primero, que está en ellas. Porque hay mitos, como que a las mujeres les gusta o apetece menos el sexo, que están muy arraigados en la sociedad. Pero la sexóloga responde: no hay nada en los cromosomas XX que expliquen esto. Y aunque a veces pueda haber una causa hormonal o psicológica subyacente, muchas otras responden a esto.

Otro trabajo de 2018 mostró que el estrés de los padres predice una menor satisfacción sexual de la madre, pero no del padre, en el caso de relaciones heterosexuales. Además, las madres que están menos satisfechas con el reparto del trabajo doméstico están también más insatisfechas con la frecuencia de la pasión y de los mismos en su relación.

"Ellos son inconscientes de la realidad emocional de la pareja, porque son más inmaduros emocionalmente, muy probablemente por no haber recibido una educación relacional y sexual de calidad", asegura la experta.

Los autores del trabajo 'Inequidades de género en el trabajo doméstico predicen menor deseo sexual en mujeres en pareja con hombres', publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, aseguran que sus hallazgos, a los que han llegado usando un marco feminista y queer, brindan una explicación novedosa para el bajo deseo en las mujeres al prestar atención a cómo las estructuras sociales heteronormativas crean desigualdades de género que restringen el deseo sexual en mujeres en pareja con hombres.