Madrid

"La petanca es un juego de jóvenes": el deporte que Pedro Sánchez ha puesto de moda

Jubilados pero federados de toda la vida, se reúnen cada tarde para entrenar y los fines de semana compiten en los 104 torneos que se realizan cada año, aunque reconocen que los que ganan ahora son "los de chupete" | Entre ellos, el Club Alegría el Oso y el Madroño, el más antiguo de Madrid

El club Alegría el Oso y el Madroño entrena en Ciudad Lineal cada día.

El club Alegría el Oso y el Madroño entrena en Ciudad Lineal cada día. / Miriam Cos

Si usted pasea por el parque del Calero, ubicado en el distrito de Ciudad Lineal de Madrid, cualquier día a la hora de la siesta, se encontrará con una veintena de simpáticos señores jugando a la petanca. Al madrileño de pro, al gato, puede parecerle normal, pero una afición tan férrea en este deporte no es algo que se vea habitualmente en tierras norteñas -de donde viene la que suscribe estas letras-.

Pedro Sánchez, de Tetuán de toda la vida, acudía la semana pasada a visitar a algunos pensionistas en un parque de Coslada, ellos también jugaban a la petanca. La imagen con el presidente lanzando la bola para alcanzar el bolinche ha dado la vuelta al país. La imagen y las críticas -creen que la escena con el presidente estaba preparada-. Pero aquí, en Ciudad Lineal, ni Francisco López, conocido como Paco Coca-Cola, ni Enrique Iglesias -dice en broma ser hijo del famoso cantante- se preocupan por nada más que no sea entrenar cada día a un deporte que les ha llevado a grandes campeonatos por España y el mundo y del que se saben reglas y entresijos al dedillo.

En el parque del Calero se juega a la petanca todo los días.

En el parque del Calero se juega a la petanca todo los días. / Miriam Cos

"La petanca no es un deporte de mayores, de pensionistas, es un deporte de gente joven", sentencia en primera instancia Paco Coca-Cola enfundado en guantes, gorro y un buen plumas para paliar los cero grados -ni frío ni calor- de la capital. "Hay muchísimos jóvenes compitiendo ahora mismo y la media de edad estará en unos cuarenta años", comenta mientras otros tantos, unos diez, me hacen corrillo y afirman. Y aunque es verdad que muchos mayores acuden a las pistas madrileñas a echar el rato, la mayoría son federados que compiten todo el año.

Paco el Coca-Cola señala las bolas a sus compañeros.

Paco el Coca-Cola señala las bolas a sus compañeros. / Miriam Cos

Paco Coca-Cola, que pertenece a la Federación Española de Petanca, ha ganado cinco campeonatos de España y ha ido a recalar a lugares como Islas Mauricio, Holanda, Madagascar, Alemania, Francia, Bélgica... "Soy perro viejo", dice. Empezó jugando en Alicante. "Tendría unos 27 o 28 años. Estaba en una casa de verano y delante había unas pistas y veía a la gente jugar por la tarde. Un día faltaba uno y me llamaron. Me enseñaron y al año siguiente aparecí con mis propias bolas", explica. Desde entonces no ha parado e incluso ha creado escuela. Su hijo jugó durante años de pequeño -también ganó campeonatos- y su mujer le acompaña cada fin de semana de torneo en torneo. "Así no tenemos problemas", dice entre risas.

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La petanca como se conoce hoy en día tiene origen en Francia, concretamente en la Provenza, aunque historiadores atribuyen 26 siglos de historia a este deporte.

A finales del siglo XIX y principios del XX el juego provenzal se practica en todo el Midi (Francia) y en todas las plazas de pueblos. Los jugadores acostumbran a tomar carrerilla para tirar sus bolas con impulso. Hasta 1907 no nace el juego sin impulso.

La verdadera petanca y su nombre viene de la expresión 'Pieds Tanquees', es decir, pies juntos, porque se cuenta que en Provenza un jugador de bolas había perdido sus piernas en un accidente y su hermano que también era un gran jugador le propuso una partida sin impulso en un terreno más corto.

La petanca empieza a aparecer en España durante los años 1953 y 1954. Se van formando clubes y peñas que pasan a formar parte de la Federación Española de Bolos. Poco a poco se van expandiendo y se crean las Federaciones Regionales. El crecimiento del número de fichas va aumentando año tras año, pasando de las 275 del año 1953, a las casi 20.000 de 1981. La modalidad de Petanca, está afiliada a la F.I.P.J.P. desde el año 1958.

Por su parte, Iglesias es directivo en el Club Alegría el Oso y el Madroño, el club de petanca más antiguo de Madrid. Lleva en activo cuarenta años y, en la actualidad, cuenta con aproximadamente 30 miembros. "Aquí entrenamos. Venimos todas las tardes porque no nos gusta Telecinco, para estar en casa viendo la novela de los turcos nos venimos aquí y lo pasamos pipa", comenta entre risas. Es un vacilón.

En total, se tiran todo el año -menos con el calor de agosto-, entrenando y compitiendo los fines de semana. "No se para en ningún momento, en 52 semanas que tiene el año son 104 torneos", dicen orgullosos. Además, LaLigaSports les patrocina y tienen un canal específico donde se televisan todos los campeonatos de España. "Somos la federación con más pinchazos después del fútbol, más que el baloncesto", afirma Paco Coca-Cola.

En el parque del Calero de Madrid se juega a la petanca todos los días.

Enrique Iglesias comprueba distancias. / Miriam Cos

"Los de chupete"

Aparte de ellos, otros acuden a echar el rato sabiendo que la mujer es la que gana por goleada. Es el caso de Javi -no quiere decir su apellido- que tiene la suerte de estar casado con una de las mejores jugadoras de petanca de Madrid, Susana Panadero, ganadora del campeonato de España. Los compañeros le toman el pelo con quién lleva los pantalones en la relación mientras él quita hierro al asunto. Al final de este reportaje acaba enfurruñado, ha perdido la partida y no le parece bien. "Hay mucha desigualdad, están jugando los más buenos contra los menos buenos", dice un jubilado espectador. Según Iglesias, los niños y niñas, "los de chupete", son los que acaban ganando los campeonatos. De ahí que insistan en que es un deporte de jóvenes. La afición se sigue renovando. "Ahora hay un boom de petanca", dice Coca-Cola.

Allí también está Carrasco, con sus gafas de sol de aviador no se pierde una tarde en El Calero después de haber ganado muchos campeonatos. Tiene 67 años y lleva un imán para recoger las pelotas, que pesan algo más de medio kilo, "me lo inventé porque me duelen los riñones". Empezó con 27 años y no ha parado. "En la petanca en general somos de los más mayores", dice Coca-Cola mientras escucha la conversación.

Recalcan lo de la edad por ese incesante empeño en encasillar al jubilado en el deporte. Y hablar de la visita de Pedro Sánchez de la semana pasada en este campo es crear debate. "A mí me hubiera gustado que viniera", dice seguro Iglesias, que se define socialista de toda la vida. "Los señores que estaban con él en el parque eran afiliados del partido, ¡qué pensionistas ni qué petanca!", replica Coca-Cola, al que su compañero define como "pepero". Pero todo entre risas. Las reglas de la petaca se deben cumplir: ni fumar, ni parar, ni hablar de política.

Carrasco juega a la petanca desde los 27 años.

Carrasco juega a la petanca desde los 27 años. / Miriam Cos

En todas las bolas de petanca viene indicado su peso, más de 500 gramos.

En todas las bolas de petanca viene indicado su peso, más de 500 gramos. / Miriam Cos