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La moda busca hombres 'curvy': "Somos más grandes y más sexis"

Haberlos, haylos, pero aún son pocos. Los chicos 'plus size' buscan repetir el fenómeno que ellas lideraron hace unos años. Hablamos con Garikoitz Ontoria y Rafa Molinero, dos modelos de esta nueva generación

hombres curvy

hombres curvy / JUAN SEGOVIA

Laura Estirado

Laura Estirado

La 'revolución curvy' que en la primera década de este siglo abanderó la modelo de Nebraska Ashley Graham sigue dando sus frutos. La activista e impulsora del movimiento 'body positive', que en 2016 se convirtió en la primera modelo de talla grande en aparecer en la portada de 'Sports Illustrated Swimsuit Issue' -repitiendo luego en los siguientes años-, siempre se ha mostrado orgullosa de utilizar su cuerpo como herramienta para cambiar no solo los cánones impuestos en la industria, sino la vida de muchas personas; para que se amen y luzcan tal cual son.

Gracias a ella, toda una pléyade de modelos con curvas han dejado de ser una rareza y despuntan con poderío en pasarelas, campañas y portadas de revista. En España, su 'embajadora' es Lorena Durán. A sus 29 años, la top internacional está de lo más solicitada, gracias a ser la primera modelo con curvas que fichó Victoria’s Secret. Tras comenzar su carrera a los 17 años, y ser rechazada por varias firmas por excesivo peso, hoy es la imagen de marcas como Zalando, ASOS, Mango o Intimissimi...

La sevillana ha sido una de las estrellas de la reciente 080 Barcelona Fashion, donde ha desfilado para Guillermina Baeza o Yolancris, entre otras firmas. Una pasarela que, por cierto, ha apostado más fuerte que nunca por la diversidad. No solo de talla (incluida la llamada media o 'in between'), sino también de etnia, edad (con varios modelos 'silver' en el 'casting'), y donde también desfilaron Neus Bermejo, la modelo barcelonesa embarazada de 34 semanas, y Marián Ávila, la maniquí con síndrome de Down que ha triunfado en Nueva York.

Durán trabaja para seis agencias de otros tantos países. En España, lo hace para Miah Management, que representa a "todo tipo de siluetas" y que desde 2016 [el año del advenimiento 'curvy'] organiza la pasarela Curvy Fashion Model. La sexta edición, celebrada hace unos días en Tarragona, ha hecho realidad algo que llevaban "varios años intentando", incorporar modelos 'curvy' masculinos. Esta vez han sido dos chicos, frente a 14 chicas.

Infrarrepresentación

Se trata de un sector aún infrarrepresentado, pero que clama por su sitio en la industria de la moda. Hablamos con Garikoitz Ontoria, de Vizcaya, y Rafa Molinero, de Córdoba. Ellos también quieren ser parte de la 'revolución curvy', "porque no todos estamos cortados con el mismo patrón", aseguran (aunque los de su nicho han de tener al menos 1,85 metros y la talla 44).

Además, llegan a esta profesión justo "en el mejor momento", según confirman desde la pasarela y la agencia Miah (con sede en Barcelona y Reus), donde cuentan que hasta el año pasado los chicos no se lo tomaban muy en serio lo del modelaje. "Pero fuera de España, donde los hombres son más corpulentos, hay mucha demanda, y hemos hecho todo lo posible para que se apuntaran chicos a los 'castings'. Es cierto que la agencia ya cuenta con modelos 'curvy' masculinos, pero representan menos del 50%, y necesitamos variedad, sobre todo para modelaje", observa la organización. 

Al ser menos en el sector, estos modelos tienen una singularidad más clara, son más distintos entre ellos, y eso "es un gran punto a favor ahora mismo para ellos, porque van a tener más oportunidades y muchas más ofertas de trabajo", dicen en la agencia. Con esa promesa en el horizonte, aunque conscientes de que en el mundo del modelaje las mujeres cobran más en general, salvo casos de hombres que despuntan internacionalmente, Gari y Rafa, de 31 y 21 años, respectivamente, han comenzado a dar sus primeros pasos de maniquís. Paralelamente, el primero se acaba de sacar la licencia de maquinista de trenes, y el segundo está en el último curso de Enfermería, y haciendo prácticas en un hospital.

"Dispuestos a triunfar"

"Conocíamos a Lorena Durán, pero a ningún chico curvy", cuenta Rafa. "Somos unos novatos, acabamos de empezar, pero estamos dispuestos a triunfar", opina Garikoitz, un chicarrón de 1,93 metros. Algo más menudo pero más corpulento, su compañero cordobés se animó a desfilar porque una amiga modelo que participó en una edición anterior de la pasarela le dijo que probara suerte, porque había todo un mercado para los chicos. En el caso del de Bilbao, también fue a través de una amiga que trabaja en Miah como llegó a su primer 'casting'. Y porque se siente un tipo atractivo: "Somos igual o más sexis, porque somos más grandes", dice orgulloso el vasco. 

Dos días antes del desfile recibieron su primera formación, para posar, saber mirar a cámara, caminar con elegancia, cómo colocarse y cómo tener la espalda. Todo ese material ya forma parte de sus 'books’ de modelo. Además, durante la gala les observaron 'bookers' representantes de agencias de modelos internacionales, como Deborah Dauchot (Dominique Models), de Bruselas, y Terry Groenen (Inbetween Models), de Ámsterdam. "Todos nos felicitaron", dicen con ilusión.

A partir de ahora ya depende de ellos, y de las convocatorias de 'castings' a las que acudan. Tras la pandemia, cuentan desde Miah, que las citas para seleccionar modelos se hibridaron: además de las presenciales también se usan las presentaciones vía vídeo, si bien las primeras son las más efectivas, pues a ellas "suelen acudir los mismo directores de 'casting', y es la forma de que te conozcan".

Las primeras campañas suelen ser en el extranjero, para empresas como la alemana Zalando o la francesa Kiabi. Aunque en España ya empiezan a requerir a estos modelos El Corte Inglés o diseñadores como Palomo Spain. "Estaríamos encantados de salir y trabajar fuera", comparten, sabedores de que sus compañeras 'curvy' lo tienen más fácil porque "las mujeres están más interesadas en este mundo, en la moda", opina Rafa, y también porque el movimiento 'curvy' masculino no se asocia a una reivindicación tan legítima como la de huir de la tiranía de los cuerpos cincelados de las marquesinas como la tuvo en su día el 'curvy' femenino, con Graham a la cabeza, que consiguió derribar muros tan altos como los de Victoria’s Secret, Ralph Lauren o Calvin Klein y sus modelos de estrechas medidas.

De todas formas, Garikoitz cree que "ya se empieza a ver más variedad de chicos, no solo el típico delgadito, en las páginas de ropa de las marcas más populares", si bien él se queja de que a veces no encuentra talla para vestir a la última: "No se tiene en cuenta la espalda grande ni la cintura ancha". Él, por ejemplo, que ha jugado a baloncesto durante 14 años, hace natación, kayak, y sale a coger olas, evita ir a alguna famosa cadena española: "No encuentro americanas de la 3XL", lamenta. Esa es otra revolución pendiente de los hombres 'curvy'.