Salud

Guía para despertar el deseo sexual entre parejas de larga duración

Expertas en salud mental y sexual recomiendan no resignarse ante la caída de la libido, que puede ocasionar un problema (con solución) en parejas maduras

deseo sexual

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El deseo es una emoción relacionada con las ganas de experimentar placer sexual, a solas o en compañía, y que puede aparecer motivado por estímulos externos o internos. La definición es de la psicóloga y sexóloga Laura Morán, autora de '¿Por qué (no) deseo?' (Next Door Publishers). No tener deseo sexual o tenerlo en horas bajas no es nada malo. No es una patología. Pero, como afirma la psicóloga y sexóloga Mamen Jiménez, “la vida es menos divertida y tiene menos brillo”.

Resignarse es una opción. Pero no parece la mejor. “No lo dejes pasar. Tienes derecho a disfrutar”, afirma Morán, que anima a las personas con libido caída a acudir a un psicólogo especializado. “Si te duele una muela, ¿no vas al dentista? Pues lo mismo con esto”, resuelve. 

Combatir el estrés

Las personas con estrés viven en estado de alerta vital, donde las prioridades están enfocadas a sobrevivir: respirar, hidratarse… El sexo está a la cola. En estos casos, Morán recomienda algún tipo de actividad física que resulte placentera . “Si odias correr, no lo hagas”. También advierte de la importancia de buscar apoyo emocional en el entorno. Contar los problemas alivia psicológicamente mucho más de lo que pensamos.

Autoplacer

Masturbarse es, sentencia la autora de 'Por qué (no) deseo', uno de los mejores recursos para aumentar la libido perdida. ¿Por qué? Porque experimentamos placer. El deseo, recuerda una vez más, no es algo que ‘deba venir’ sino que tenemos que alimentar.

Conocer el cuerpo y aceptarlo

“Además de aceptar tu cuerpo, es conveniente que lo conozcas para averiguar cómo responde a los estímulos y determinar qué te gusta y qué no. Un primer paso consiste en explorarlo tú mismo, a solas. Después, ya decidirás qué y con quién deseas compartirlo”, explica Morán.

Hablar

La generación que hoy tiene entre 40 y 50 años no se caracteriza por tener una buena comunicación sexual, recuerda Jiménez. Hablar es fundamental. “Para tener relaciones sanas a veces hay que tener conversaciones incómodas”, añade Morán.

Usar lubricantes

El estudio WISHeS (Women International Study of Health and Sexuality) mostró que solo el 9% de las mujeres con menopausia natural experimentan una alteración seria y perdurable de la libido, aunque de forma más leve sí es un síntoma muy común, recuerda la doctora Clotilde Vázquez, autora de ‘Con hormonas y a lo loco. Claves para cuidarte durante la menopausia y el climaterio’. “A diferencia de otros síntomas climatéricos, la pérdida del deseo está más relacionada con la disminución de hormonas masculinas, que también están presentes en la mujer: la testosterona producida en los ovarios. La testosterona interviene en el cerebro activando los sentidos y estimulando el deseo sexual”, explica la doctora en Medicina y especialista en Endocrinología y Nutrición. La sequedad vaginal puede hacer que las relaciones sean más incómodas para las mujeres menopáusicas, pero no hay que dejar de tener sexo por ello. “Eres mucho más que tu fertilidad. Estás menopáusica, no muerta. Todo lo que te vas a ahorrar en condones úsalo en lubricantes”, se ríe Morán.

Masajes, caricias y besos

Jiménez suele recomendar a sus pacientes con problemas de libido que se den masajes mutuos. “Es importantísimo tener momentos de intimidad, momentos de piel con piel”, insiste. Morán también prescribe que se toquen, que se besen y que se acaricien, pero sin pensar en ninguna meta, sin barajar la idea de un coito. “Debemos vivir experiencias agradables y positivas. Sin exigencias ni presiones. Habremos empezado a susurrarle al deseo”, concluye.