EDUCACIÓN

Mi hijo adolescente quiere dormir con su pareja en casa, ¿qué debo hacer?

Es complicado saber cuál puede ser la mejor opción para su desarrollo afectivo-sexual

Una pareja de jóvenes se besan frente al mural del beso en Barcelona.

Una pareja de jóvenes se besan frente al mural del beso en Barcelona. / Manu Mitru

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Al entrar en la etapa adolescente, los hijos experimentan muchos cambios, lo que se traduce en nuevas dinámicas familiares. Uno de los principales cambios que se realizan durante esta etapa es la aparición de las primeras relaciones afectivo-sexuales.

Para afrontar esta situación tan chocante debemos estar preparados. Una buena opción para llevar esto es mantener la confianza con nuestros hijos. Dentro de todas las posibilidades que surjan al adentrarse en esta nueva etapa, una de las situaciones más comunes es que nuestros hijos tengan pareja. También, cabe la posibilidad de que pregunte si puede dormir en casa. A raíz de esto pueden surgir muchas dudas. Estas son las soluciones para mantener la confianza y favorecer un desarrollo sexual positivo de los hijos:

Confianza y comunicación

Durante la adolescencia los hijos se distancian, prefieren quedar con sus amigos y ven la figura paterna como algo contradictorio. Esta situación es normal, necesitan experimentar nuevas sensaciones por su cuenta propia. Pese a esto, aún es pronto para que puedan crecer como adultos, por eso es esencial que estemos ahí para protegerlos. La confianza y la comunicación es la base de toda relación paterno filial. ¿Cómo se construye esto?

  • Pon límites claros
  • Apoya lo que siente
  • No etiquetes
  • No manipular
  • Estando en las dificultades
  • Sin mentiras
  • Escucha activa

Teniendo esto se fomentará la confianza para hablar de temas complicados como pueden ser el amor y la sexualidad. Aunque se tenga mucha confianza con nuestro hijo, este tema es un mundo aparte y se tiene que construir desde cero.

Educación afectivo-sexual

Nuestra generación no recibió este tipo de educación. Pero eso no significa que no podamos transmitir estos valores a los hijos. Esto conlleva la responsabilidad de educar afectivo-sexualmente de manera correcta. No significa dejar experimentar libremente a los chicos y chicas, hay que prestar atención para que puedan tener un desarrollo de esta cualidad de manera satisfactoria.

Al conseguir esto, nuestros hijos tendrán más confianza a la hora de comentar su situación amorosa. Y podrán transmitir su petición de dormir con su pareja en casa. Por eso, transmitir unos buenos valores sexo-afectivos puede suponer la diferencia de confianza para hablar sobre estos temas tabú.

Dar una educación de estas características a nuestros hijos no solo genera una mayor confianza entre padres e hijos. También otorgará más información a nuestros hijos para que puedan tomar mejores decisiones en torno a su sexualidad.

¿Debo dejar que la pareja duerma en casa?

Surge la pregunta de si dejarles dormir juntos en casa o no. Esta respuesta no es única y aplicable para todos los casos. Siempre dependerá de la relación que exista entre hijos y padres y si estos están preparados. Estos son algunos consejos que pueden ayudar a tomar la decisión:

  • Conoce a la pareja: un factor muy importante es hablar con los hijos para preguntarles si están en una relación y de qué tipo. Una vez conocido esto se pueden sugerir que venga a casa, a pasar la tarde o a comer, de esta manera se podrá conocer la relación y como interactúan entre ellos.
  • La edad y madurez de la pareja: Estas dos características marcan mucho como pueden ser las relaciones afectivo-sexuales, por eso hay que tenerlas en cuenta a la hora de tomar la decisión. Ya que muchas veces se precipitan las cosas.
  • Relaciones en otros lugares: si no se producen relaciones sexuales en casa, es posible que se practiquen en otros lugares, por eso hay que tener en cuenta esta posibilidad cuando se vaya a tomar la decisión.
  • Confianza afectivo-sexual: tener presente lo mencionada anteriormente, puesto que esto es un pilar fundamental para permitir a nuestros hijos tomar la decisión de dejarles dormir en nuestra casa.