EMPATÍA ANIMAL

'Simona', la perra que se comió una pata para sobrevivir y que asistirá a la defensa de una tesis doctoral

La profesora Beatriz Cimadevilla presenta este miércoles en la Universidad un estudio pionero sobre empatía animal con un can por primera vez entre el público: "Su historia demuestra que tienen capacidad de resiliencia como los humanos"

"Simona", la perra que se comió una pata para sobrevivir y que asistirá a la defensa de una tesis doctoral.

"Simona", la perra que se comió una pata para sobrevivir y que asistirá a la defensa de una tesis doctoral.

Mónica G. Salas

'Simona' es una perra con una historia increíble de superación. Ocurrió en Chiclana (Cádiz) hace seis años. A Simona la abandonó su dueño, un cazador, al quedar atrapada en una trampa, de la que logró salir, tras horas o incluso días, comiéndose su propia pata. La encontraron deambulando por una carretera, la operaron y salió del quirófano sin una extremidad y sin sus cachorros (estaba preñada). Pero sobrevivió y ahora es feliz en Asturias con su familia de adopción.

Simona será el primer animal de compañía (al menos que conste y sin ser perro guía) en asistir a una tesis doctoral de la Universidad de Oviedo. Lo hará este miércoles, a las 11 horas, en la Facultad de Filosofía y Letras, con motivo de una investigación pionera titulada 'Una nueva filosofía de la educación: la empatía animal' y realizada por la profesora Beatriz Cimadevilla.

"Simona es la mejor prueba de que los animales son seres sintientes y tienen capacidad de resiliencia como los humanos", afirma Cimadevilla, que hace nueve años cambió "de vida" a raíz de su experiencia con "Tita", su primera perra. Ella le hizo reflexionar y sumarse a la corriente animalista. En la actualidad, esta ovetense, con trayectoria en el mundo del arte, es profesora de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, en donde ha dirigido los primeros trabajos fin de grado sobre empatía animal y expresión plástica, su especialidad.

La idea de llevar a Simona de público fue de otra profesora muy sensible con la causa animalista: Noemí Rodríguez, que a su vez es la dueña de este podenco. "Me parecía adecuado por el tema que se trataba. Con Simona quiero visibilizar la gran capacidad que tienen también los animales de superar situaciones traumáticas", expresa. Rodríguez, que tiene otros cinco perros, es profesora de la Universidad de Oviedo en el grado de Pedagogía. Siempre que en el temario sale la palabra empatía, lleva a Simona a sus clases.

Beatriz Cimadevilla define su tesis doctoral como un "libro documental" que utilizará a partir de ahora en el aula. Dirigido por José Antonio Méndez Sanz, el trabajo reflexiona sobre la necesidad de educar en valores "que incluyan a todos los seres vivos". Incluso los vegetales. "Esto se podría conseguir –argumenta– si desarrollamos en nuestro sistema educativo y, ya desde las primeras etapas, la empatía hacia los animales". En este sentido, Cimadevilla celebra que ya se estén dando pasos en la dirección correcta con la nueva reforma educativa. Porque hasta ahora "son muy pocos los centros educativos en los que se trabaja la protección animal" y muchos libros de texto "siguen fomentando el especismo y contribuyendo al deterioro de la imagen de los animales, tratándolos de forma no adecuada".

La experta ahonda en el concepto de empatía. "Implica un principio activo, constructivo, creativo... Por eso, no es mera compasión. Si desde nuestra infancia se nos comunica, se nos educa, se nos trasmite empatía hacia cualquier ser vivo, se lograría abolir el especismo primero en nuestras aulas y después en nuestra sociedad". Tras su estudio, la autora de la tesis concluye que hay relación entre el maltrato animal y la violencia a niños y mujeres.

"El agresor siempre va a por los débiles y se ha comprobado que los asesinos en serie antes que nada fueron maltratadores de animales", señala. Cimadevilla defiende que "debemos caminar hacia la abolición de cualquier violencia ejercida hacia cualquier ser vivo, pues corresponde a nuestra especie animal humana actuar desde la moral con un juicio basado en la ética, como así manifiestan diversos autores". Y pone el ejemplo de Pablo de Lora, profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, quien opina que los animales son "seres sintientes", a los que "no se les puede menospreciar o usar".

En este apartado, Beatriz Cimadevilla aclara que defender a los animales no es caer en el extremo contrario. "No podemos aplicar el antropomorfismo, no podemos humanizar a los animales. Como tampoco podemos usarlos. Por eso yo rechazo la palabra mascota y utilizo el término de animal de compañía", incide. En Asturias ya hay más inscripciones de perros que nacimientos. Sobre este "boom", la experta se pregunta: "¿Es empatía hacia los animales o una cuestión de moda? Con el tiempo lo veremos, pero siempre que tengamos un animal de compañía debemos reflexionar sobre si estamos preparados para corresponderles o no".

Por suerte, las cosas están cambiando también en el terreno legislativo con la nueva ley de bienestar animal, como aplaude Cimadevilla. Entre otras medidas, esta norma obliga a los dueños de mascotas a hacer un curso, prohíbe la venta de animales expuestos en escaparates, y endurece las penas y multas por maltrato, pudiendo llegar a los dos años de cárcel en caso de que se mate al animal. Aun así, la lucha animalista continúa y Beatriz Cimadevilla pide "no ser extremistas" y seguir avanzando "poco a poco". "Cada vez hay más sensibilidad e iremos transformando la sociedad", sentencia.