COMIDA A LA BASURA

Ley de desperdicio alimentario: ¿cuáles son las novedades, sanciones y medidas?

El Gobierno aprueba una medida para multar a bares y restaurantes que tiren comida a la basura, con sanciones de hasta 60.000 euros

Desperdicio de alimentos.

Desperdicio de alimentos. / Europa Press

Óscar Hernández

Óscar Hernández

Este martes ha sido aprobado, por parte del Gobierno, el anteproyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio alimentario, el cual, pretende imponer sanciones económicas contra esta problemática. Esta medida plantea multas de hasta 60.000 euros para los bares y restaurantes que no cuenten con un plan de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario.

La Ley pretende combatir los desajustes que se encuentran dentro de la sociedad, principalmente, entre los que no tienen nada que llevarse a la boca y los que tiran las sobras.

"Es un instrumento jurídico pionero para combatir una ineficiencia en la cadena alimentaria que tiene consecuencias económicas, sociales, ambientales y éticas", ha dicho el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas,en la conferencia de prensa tras la reunión del Consejo.

Sanciones de la nueva Ley Alimentaria

El régimen sancionador del anteproyecto pretende establecer como falta grave no contar con el plan de medidas contra el desperdicio alimentario. Se prevé que las sanciones oscilen entre los 2.001 y 60.000 euros. Considerando como infracciones muy graves las multas entre los 60.001 y 500.000 euros.

Por otro lado, se consideran infracciones leves no aplicar la jerarquía de prioridades en el uso de los alimentos o que las industrias, empresas de distribución al por menor no lleven a cabo la donación hacia agentes sociales.

Solo los comercios con menos de 1.300 metros cuadrados estarán excluidos de la necesidad de disponer de ese plan, ha explicado el ministro.

La cadena alimenticia y la lucha contra el desperdicio

En muchos lugares, especialmente en espacios de restauración, una gran parte de la comida que se procesa acaba en el cubo de basura, cuando, en realidad, muchos de los productos pueden tener otra vida o, por el contrario, pueden ser entregados a agentes sociales que distribuyan los alimentos a los más necesitados. Por eso, la nueva Ley impondrá una jerarquía en la de la cadena alimenticia en la que el excedente:

  • Deberá ser donado para el consumo humano (comedores sociales)
  • Tendrá que seguir una transformación de los alimentos que no hayan sido vendidos, pero que sigan siendo aptos para el consumo humano. Como por ejemplo, en el caso de la fruta que tienen una caducidad más elevada, se podrá transformar en mermeladas.
  • Así como en otros productos, tendrán que ser procesados para otro fin como la alimentación animal, la fabricación de pienso, utilización en subproductos de otra industria o el reciclado y obtención de compost para suelos.

Como afectará a los ciudadanos

Principalmente, la Ley permitirá a los clientes de los bares y restaurantes que se les facilite un recipiente para llevarse las sobras que no hayan consumido, sin coste adicional. También, la hostelería deberá ofrecer alimentos frescos, de temporada, locales o ecológicos. Además, los clientes contarán con una mayor flexibilización a la hora de pedir el tamaño de los menús o las guarniciones, para evitar que lo que quede en el plato, acabe en el cubo de la basura.

La Ley en los supermercados

Las cadenas alimenticias que vendan productos tendrán que disponer de infraestructuras que les permitan llevar a cabo procesos de manipulación. Realizarán un almacenamiento y transporte que minimice las pérdidas de alimentos. Desarrollarán protocolos para reducir al mínimo las pérdidas e incentivarán la venta de productos con fecha de caducidad preferente o de caducidad próxima.

Los supermercados tendrán que tener en cuenta estas medidas, para evitar las sanciones correspondientes, en función de la infracción cometida y según estipula el marco legislativo de esta nueva Ley, que espera entrar en vigor en 2023.