INFORME DE CONSUMO

El consumo de alimentos, como carne o lácteos, causa más de la mitad del impacto ambiental en España

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, presenta un informe sobre 'Sostenibilidad del Consumo en España' que concluye que alimentación, movilidad y vivienda son las tres áreas que mayor impacto ambiental causan.

Imagen de una granja en Bétera, Valencia.

Imagen de una granja en Bétera, Valencia. / Ana Escobar

Nieves Salinas

Nieves Salinas

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha presentado este viernes en Madrid el informe 'Sostenibilidad del Consumo en España'. Un extenso e inédito estudio que analiza como el consumo de bienes y servicios es un factor esencial de los impactos que generan las actividades económicas sobre el medio ambiente. Entre las conclusiones, que el consumo de alimentos, principalmente de carne y lácteos, representa más de la mitad del impacto ambiental en España y está un 26% por encima de la media de la Unión Europea.

El informe se ha realizado mano a mano con la

Comisión Europea

, a través del Centro Común de Investigación (JRC, Joint Research Centre, por sus siglas en inglés), que ha desarrollado un marco para evaluar esos impactos ambientales de la producción y el consumo en la UE -basado en la metodología de análisis del ciclo de vida- y ha seguido las recomendaciones del modelo de evaluación de la Huella Ambiental que ha desarrollado el organismo europeo.

Huella Interior y Huella de Consumo

Según ha explicado el ministro, este modelo -que considera 16 indicadores relativos a impactos ambientales como el cambio climático, el uso de recursos fósiles o el de recursos minerales y metales- también permite sintetizar varios impactos ambientales en un sólo índice ponderado. Con ese marco metodológico, la investigación establece dos indicadores para medir el impacto ambiental del consumo: la Huella Interior -que evalúa los que tienen lugar dentro del territorio- y la Huella de Consumo, que analiza ese impacto del consumo de bienes al margen de dónde se haya producido.

De los 16 indicadores que se han monitorizado, seis ya han sobrepasado los umbrales establecidos por los límites planetarios de seguridad. Cinco están en la zona de "alto riesgo" como la ecotoxicidad de agua dulce, el uso de recursos fósiles o el cambio climático. En comparación con el resto de países de la Unión Europea, el informe revela que, respecto al impacto ambiental del consumo de alimentos, este es un 26% superior en España que en la media de países de nuestro entorno.

Alimentación, movilidad y vivienda son las tres áreas que mayor impacto ambiental llevan aparejadas.

Según los datos de la investigación, el consumo de alimentos es, con diferencia, el principal impulsor de los impactos generados, como media, por una persona en nuestro país. Así, en 2018 supuso el 52,1% del índice ponderado de la Huella de Consumo; seguido de la movilidad (17,1%), fundamentalmente asociada al uso del coche privado y la vivienda con el 16,2%, asociada en este caso, en su mayoría, al consumo de energía por calefacción. Alimentación, movilidad y vivienda son las tres áreas que mayor impacto llevan aparejadas.

Ganadería intensiva

En el caso de la alimentación, el documento del Ministerio de Consumo atribuye su impacto ambiental "al carácter altamente intensivo e industrial que presenta el sistema agropecuario, fuertemente dependiente del uso de recursos fósiles, de fertilizantes químicos y de grandes cantidades de agua". Se subraya, además, el peso de los electrodomésticos y la electrónica, categoría en la que se incluyen los móviles, en el uso de recursos minerales y metales (47%) por la notoria demanda de materias primas que estos equipamientos y sus componentes necesitan.

Los bienes del hogar representan un mayor peso en la toxicidad humana cancerígena (15,6%) y en la ecotoxicidad del agua dulce (15,6%).

En el caso de la movilidad, el documento destaca que influye, sobre todo, en el agotamiento de la capa de ozono (38,4%) y en el uso de los recursos fósiles (31,7%), mientras que la vivienda lo hace en la emisión de radiación ionizante (60,2%) y en la eutrofización del agua dulce (55,1%). Los bienes del hogar, por su parte, representan un mayor peso en la toxicidad humana cancerígena (15,6%) y en la ecotoxicidad del agua dulce (15,6%).

Un estudio pionero

En la presentación, el ministro Garzón tachó de "un hito muy importante" la elaboración del estudio -España es el primer país de la UE que realiza esta investigación- que, indicó, ofrece "una visión integral de cómo opera el consumo". Destacó que, curiosamente, el estudio se presenta en plena ola de calor, con un temperatura 15 grados por encima de lo normal en esta época del año, aludiendo a los efectos del cambio climático.

Y sobre una de las principales conclusiones del informe -el impacto de la alimentación- resaltó cómo reducir el consumo de productos de origen animal, como carnes y lácteos, siguiendo las recomendaciones europeas, no deja de ser volver a la dieta mediterránea "que se ha ido perdiendo en beneficio de otro tipo de producción".

En el acto también han participado el director general adjunto del Centro Común de Investigación, Bernard Magenhann, quien explicó que

España

participa activamente en las actividades de este organismo. "España es el primer estado miembro que utiliza la huella ambiental del JRC en diferentes escenarios a nivel estatal. La huella cuantifica el impacto ambiental del consumo y explora diferentes escenarios para ir a un estilo de vida más saludable", indicó.