Campo

El purín de una macrogranja de Zamora deja sin pastos a ganaderos de ovino

Quintanilla del Olmo. Sin embargo, los ganaderos apreciaron que en algunas zonas sus ovejas no querían comer.

Dos pastores denuncian al Seprona vertidos en Quintanilla del Olmo y piden que investigue si se han vulnerado las condiciones de la licencia

Cerdos en una macrogranja

Cerdos en una macrogranja / Animanaturalis

Alejandro Bermúdez

La macrogranja de cerdos de Cerecinos de Campos (Castilla y León) está dejando sin pastos a los ganaderos de ovino tradicional de esta zona de la Tierra de Campos. Dos ganaderos propietarios de una explotación de ovino de raza autóctona castellana han denunciado el vertido de purines en dos parcelas de Quintanilla del Olmo en las que pastan sus ovejas. Aseguran que en algunas zonas sus ovejas no querían comer.

La denuncia se ha puesto ante el Seprona de la Guardia Civil, la Fiscalía Provincial de Zamora, los servicios veterinarios de la Unidad de Desarrollo Agrario de Villalpando (Junta de Castilla y León) y ante el Ayuntamiento de Cerecinos de Campos. Esta misma semana se presentará también en el Ayuntamiento de Quintanilla del Olmo.

La explotación de ovino es arrendataria del aprovechamiento de hierbas, pastos y rastrojeras del Polígono 1 de Quintanilla del Olmo. Eran dos fincas en las que el pasado 5 de febrero se habían vertido purines de cerdo que, según la denuncia, procedían de la

macrogranja

de Cerecinos de Campos.

Los autores de la denuncia piden al Seprona y a Agricultura que investiguen si estas parcelas de Quintanilla del Olmo están incluidas en el Registro de Producción y Gestión de Residuos de la macrogranja. “Cuando solicitaron la licencia ambiental, supuestamente la mitad del purín lo iban a convertir en electricidad y la otra mitad iba a ser solo para los agricultores de Cerecinos, pero ya nos está afectando a otros pueblos”, lamenta Bárbara Palmero, ganadera denunciante.

Los ganaderos pierden 13 hectáreas de pastos en un año de sequía

Por eso, los pastores de ovino creen que “se han vulnerado las condiciones bajo las que se concedió la licencia ambiental” y pide al Seprona y a la

Fiscalía

que abran diligencias, que insten al propietario de la macrogranja a subsanar la infracción y, si procede, sancionen a la empresa.

Las parcelas 462 y 474 del Polígono 1 de Quintanilla suman más de 13 hectáreas de pastos, 130.000 metros cuadrados en los que ya no podrán pastar estas ovejas. La Junta Agropecuaria Local de Quintanilla del Olmo ha pedido a los arrendatarios que excluyan esta superficie del pago de la renta, ya que no podrán aprovecharla. Un alivio, pero no soluciona el problema para los ganaderos de ovino. “Aunque el arrendamiento no me cueste dinero, pierdo el alimento de mis ovejas, y en un año de sequía como este no abundan los pastos”, lamenta la ganadera.

El purín de cerdo, mortal para las ovejas

Pero el problema puede ser aún mayor, las ovejas no pueden comer donde hay o ha habido purines de cerdo porque es tóxico para ellas. Los excrementos del porcino producen una enfermedad conocida como acumulación crónica de cobre en pequeños rumiantes, que acarrea la muerte prematura de la oveja, con las consiguientes pérdidas económicas para las explotaciones de ovino.

La proliferación de macrogranjas de porcino en la Tierra de Campos puede suponer un problema si la extensión de purín de cerdo se generaliza en los pueblos donde aún pervive el ovino. El rebaño de los ganaderos afectados pasta en Quintanilla del Olmo y Prado, en este último pueblo hay otra explotación de ovejas. En Villalpando y en Tapioles hay una buena cantidad de rebaños que salen a pastar.

El ovino es el ganado tradicional de la comarca y del resto de la provincia de Zamora, que lidera a nivel nacional la producción de leche de oveja.