El paralelismo innegable entre el director de orquesta y el liderazgo empresarial

El paralelismo innegable entre el director de orquesta y el liderazgo empresarial

El paralelismo innegable entre el director de orquesta y el liderazgo empresarial

La música es una actividad muy relevante en el terreno del liderazgo y ofrece muchos ejemplos de situaciones que se dan en las organizaciones. Se trata de una actividad que tiene un alto grado de paralelismo con las organizaciones empresariales por lo que la Fundación Endesa, como parte de las nuevas iniciativas que está desarrollando dentro de su área de cultura, ha creado un programa innovador de “Música y Liderazgo” junto a la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

 En este proyecto se trabajan diversos aspectos como la metodología “agile”, conceptos claves hoy en día en el ámbito laboral. Se trata de un taller dirigido a colectivos participantes de los programas de la Fundación Endesa como SAVIA, orientado a los seniors, y BYG, destinado a jóvenes, así como a empleados de Endesa con interés en desarrollar sus competencias profesionales y liderazgo.

 Para Álvaro Guibert, crítico musical y Director de Relaciones Externas de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, la música es eso que llamamos una tarea difícil, ya que siempre debe hacerse con un altísimo nivel de ejecución, y que tradicionalmente encontramos en los relatos de los héroes, la mitología y también en los cuentos infantiles. Debe acercarse siempre a la perfección y debe hacerse en conjunto, amén de que es una actividad muy sensible al liderazgo. Una obra coral se interpreta junto a otras personas y es difícil conseguir los ajustes sin un líder, alguien que pueda juntar voluntades para conseguir que un acorde suene limpio, exacto, todos a la vez, unidos.

 “Tocar todos juntos” no es una cuestión de voluntad o dinero, es reunir a un nivel subconsciente, a un nivel emocional a todo un grupo. Lo mismo pasa con la afinación. Por eso sabemos que un liderazgo no se centra tanto en la tarea en sí, sino en la conexión.

 Lo interesante de una orquesta es que este liderazgo lleva practicándose desde el siglo XVIII. En ese sentido, hay que decir que tanto una orquesta, un cuarteto de cámara o un grupo de rock es una unidad de convivencia muy interesante. Hay muchos cursos de liderazgo y motivación, sin embargo, al hacerlo mediante ilustraciones musicales, como en el caso de este taller de motivación y liderazgo, es más eficaz como sesión de motivación. Y es que la música nos impacta a un nivel muy profundo, mucho más que otras actividades. Transporta instantáneamente a estados de ánimo o situaciones concretas.

 Para Álvaro Guibert, el director de orquesta ha evolucionado desde ser un personaje bastante autoritario y tener una relación con la orquesta como la que puede tener un pianista con las teclas de su piano hasta la situación actual en la que el director invita primero a la orquesta a comunicarse entre ellos, a escucharse como colegas y a implicarse emocionalmente en la producción de un sonido conjunto. El director de orquesta hoy día es como el líder en las organizaciones, una persona que determina el propósito. un conector de emociones, y un constructor de equipos. El director favorece las relaciones sociales entre los miembros de la orquesta, que además tiene que seguir dominando la tarea musical. Todo un conjunto de habilidades que son claramente extrapolables al mundo laboral y profesional.

Para crear una buena orquesta o, como podemos ver, un buen equipo de personas en cualquier organización, Álvaro Guibert apela a los pilares del liderazgo, que son esencialmente el propósito y la conexión personal.

“La principal tarea del líder es tener un propósito, una razón para hacer lo que hace y cuanto más auténtico y mejor definido este propósito mejor irá todo. El resto sale por añadidura. Luego está la conexión personal. Otra tarea del líder es hacer que su equipo disponga de medios y de tiempo para establecer relaciones entre ellos.” Director de Relaciones Externas de la Escuela Superior de Música Reina Sofía

El problema es cuando hay notas discordantes, pues puede haber varias soluciones. ”Se suele decir que los equipos tienen que estar motivados y eso es estupendo, pero ¿qué quiere decir? ¿que solo hay que contratar a personas motivadas? La labor del líder es hacer equipo con el que se tiene no con el que no se tiene y la receta sigue siendo la misma: insistir sobre todo en la conexión personal. Y cuando eso no funciona, porque hay personas que se resisten o que sencillamente no quieren estar ahí, la receta sigue siendo la misma. Seguir buscando el propósito y seguir reforzando la relación social y la relación personal entre los miembros del grupo. Somos seres sociales e introducir de una manera tan intensa el componente social en la vida profesional nos hace más productivos”.

 Este modelo musical se puede aplicar en las empresas y funciona, asegura Álvaro Guibert, quien además apuntala que “no hay nada seguro en la vida. Sin embargo, hay muchas situaciones que ocurren dentro de una orquesta o de un grupo de cámara y que tienen una traslación directa al mundo de las organizaciones. Nos mueven los sentimientos, no los empujones. Si quieres que alguien vaya del punto A al punto B, lo mejor que se puede hacer es tratar de que realmente quiera ir del punto A al B y eso se conseguirá trabajando con las emociones y los sentimientos.”

Desde la Fundación Endesa se ha reforzado el trabajo del área de cultura con una apuesta decidida por nuevos programas enfocados a las bellas artes y, como en este caso, a la música. A través de estas iniciativas, la Fundación quiere ofrecer a las entidades sociales herramientas que contribuyan a mejorar la vida de las personas a través del acceso a las expresiones culturales.