Los 'Grimaldi de Palencia': el pueblo que reivindica su parentesco con Rainiero de Mónaco

Los tatarabuelos del padre de Alberto II nacieron en 'Los Redondos' del valle de La Pernía: "No aspiramos a nada de lo suyo"

El alcalde de Cervera de Pisuerga muestra un padrón de la comarca de 1737.

El alcalde de Cervera de Pisuerga muestra un padrón de la comarca de 1737. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Santa María de Redondo, en la Pernía palentina, es el último pueblo de la carretera. Más allá solo están las estribaciones de la Sierra de Hijar y, al otro lado, Cantabria. 

Para llegar hasta allí hay que recorrer desde Cervera de Pisuerga una sinuosa carretera entre pinares y retama, hasta llegar a San Salvador de Cantamuda, coger el desvío a la PP-2176, que discurre en paralelo al río, y tratar de sortear los no pocos desniveles de la calzada, escoltada a ambos lados por campos de un intenso verde donde pastan los caballos y el ganado.

Con sus casas de piedra, sus escudos heráldicos y sus inscripciones centenarias en las paredes de las viviendas, es quizá uno de los pueblos más bellos de la montaña palentina. Se da un aire a la Comarca de los Hobbits. 

Los fines de semana es transitado por decenas de visitantes, sobre todo en verano, para hacer la ruta que te dirige a la Cueva del Cobre, donde nace el Pisuerga.

Vista de San Martín de Redondo, donde nació Gregorio de Mier y Terán.

Vista de Santa María de Redondo, donde nació Gregorio de Mier y Terán. / ALBA VIGARAY

Sin embargo, muy pocos de esos turistas saben que en esta pequeña localidad, donde hay censadas en la actualidad 38 personas, según el último dato del Instituto Nacional de Estadística (2020) -en invierno viviendo allí son muchísimas menos-, nacieron los antepasados de los Grimaldi. 

Sí, esos mismos, los que rigen el Principado de Mónaco.

Leyenda de Santa María de Redondo

"Siempre ha habido un halo de leyenda con esto, que la familia real de Mónaco tiene orígenes en la montaña palentina; todavía se habla y es algo bastante conocido, pero el hecho es verdad", aclara Jorge Ibáñez Díaz, el joven alcalde de Cervera de Pisuerga, licenciado en Historia y experto en linajes de la comarca. 

"En los años 50, Laureano Pérez de Mier, que era de Redondo, hizo el trabajo grande de búsqueda con el vaciado de libros parroquiales, y quedó perfectamente establecida la filiación", recuerda en las mesas rústicas de haya de un bar cercano al Ayuntamiento de la localidad, cuyas calles se van acostumbrando al único trasiego de los habituales tras un verano con montañeros y amantes de la naturaleza llenando albergues y hospederías. 

Los paisanos se saludan en los soportales del municipio, también caracterizado por tener muchos escudos heráldicos en multitud de fachadas, levantando la cabeza, a veces soltando a la par un lacónico "venga" o un "vamos, majo".  

No es extraño en esta preciosa zona de Palencia, en el triángulo irregular formado por Cervera, Guardo y Piedrasluengas, si se viene mucho, que alguien te acabe contando, medio en broma, medio en serio, porque se lo ha oído a sus padres o a sus abuelos, que tiene los mismos apellidos de los que emparentaron con los Grimaldi: Terán y Mier, De Celis o Torre. ¿Pero es verdad? ¿Acaso son familia?

Volvamos a Laureano, quien puso foco en la historia, allá por 1957, cuando publicó su investigación en El Diario Palentino tras acudir no sólo a los libros parroquiales -tenía fácil acceso, era cura-, sino al Protocolo Notarial de Cervera y al Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. 

Unos caballos pastan en un prado en las afueras de los Redondos.

Unos caballos pastan en un prado en las afueras de los Redondos. / ALBA VIGARAY

En ella explicaba que todo empezó con Gregorio de Mier y Terán, nacido en 1796 de familia hidalga y bautizado en San Juan de Redondo (la población hermana de Santa María), que emigró junto a su esposa, Mariana de Celis, también de la misma localidad, a México, donde hizo gran fortuna. De hecho, allí fue conocido como El Rothschild mexicano, y entre sus logros está haber fundado Nuevo Laredo.

Una de sus nietas, Susana de la Torre Mier, fue quien se casó en 1881 en París con Magencio de Polignac, de una de las familias ducales de Francia. Y uno de los hijos de este matrimonio, Pedro de Polignac, se casó con Carlotta Grimaldi, la hija natural pero ilegítima reconocida por Luis II de Mónaco.

Fue en marzo de 1920. Ese mismo mes Pedro de Polignac cambió su nombre y Escudo de armas a la Casa de Grimaldi. De aquel matrimonio nacieron Antoinette y Rainiero, padre de Alberto II de Mónaco, actual príncipe soberano. 

"En Cervera conservamos los padrones de hidalgos y pecheros que se usaban para distinguir el estado general del nobiliario y entre ellos especifican la realidad de cada pueblo. En ellos aparecen los antepasados de Rainiero de Mónaco en esa línea", confirma el alcalde mientras recorremos camino de uno de ellos los pasillos del Consistorio. 

Fotografías de aperos de labranza decoran algunas salas y en medio de una de ellas el gran reloj de la plaza luce destripado a la espera de ser arreglado.  

El alcalde, ya avisado de nuestra llegada, tiene abierto sobre la mesa un padrón de miembros del listado de hidalgos y del listado general del año 1737. Está ajado y amarilleado por el paso del tiempo, pero en él se leen claramente los nombres de Felipe de Mier y Terán y su hijo Felipe de Mier, "hijodalgo de ejecutoria", que, apunta el primer edil, "serían los antepasados del valle de Redondo de Rainiero de Mónaco". Están registrados con la calificación de "don" porque eran una "categoría dentro de la nobleza". "Era una de las familias más fuertes del norte de la provincia; cabeza de linaje", razona Jorge Ibáñez. 

A 21,5 kilómetros de allí, en Santa María de Redondo, donde se tarda la friolera de 28 minutos en llegar pese a la corta distancia, ya han dado las 2.30 de la tarde. No se ve un alma en la calle. El sol brilla y la temperatura es agradable. Damos una vuelta por el pueblo, pero no hay nadie.

A la vuelta encontramos en la entrada a la población a dos mujeres de entre 60 y 70 años charlando amistosamente. Una de ellas está en su huerto; la otra fuera. Preguntamos por Vicente, ex minero del carbón (muchos hombres del pueblo trabajaron en una mina cercana, ya cerrada, toda su vida), que hace cerca de 20 años salió en un reportaje en Interviú afirmando que era primo lejano de Rainiero. 

Inscripción de la escuela en recuerdo de su benefactor, la familia Mier

Inscripción de la escuela en recuerdo de su benefactor, la familia Mier / ALBA VIGARAY

Se hace el silencio. Se miran y callan. Recelan.

Vive ahí enfrente -dice una de ellas, la que está dentro de su casa-, pero no está. 

Cuesta un rato, pero la otra mujer acaba admitiendo que Vicente es su primo. Luce el pelo blanco, una cara amable, y una voz suave. Se llama Ascensión Torre de Celis. Tiene 71 años. "Vicente es más por la otra rama (Mier y Terán), pero sí, la bisabuela de Rainiero era de aquí".  

- ¿Y cómo se lleva, porque claro, son como familia?

- Ni frío ni calor-, le resta importancia

- ¿Y no le tienen simpatía?

- Sí, hombre cuando salen en la tele sí que me gusta verles...

No parece muy dada Ascensión a hablar de sus antepasados, pero poco a poco va concediendo. "La historia de ellos sí es curiosa, era de aquella gente que se fue a América, que unos se ahogaron en el mar, y otros llegaron y tuvieron suerte en los negocios. Se casó con aquel descendiente y coincidió eso [emparentar con la realeza monegasca], no es tan difícil. Hicieron mucho imperio y crearon la Fundación de Mier", resta mérito la mujer, que en el porche de su casa nos enseña algunos recortes de prensa de los Grimaldi y una copia de la investigación de Laureano. 

A pocos metros de su vivienda, dirigiéndonos al centro del pueblo, hay un recuerdo de aquella fortuna. Es la antigua escuela, reformada, pero que sigue guardando una inscripción que reza "Don Antonio de Mier y su esposa la Excma. Sra. Duquesa donaron esta escuela". Don Antonio era uno de los hijos de Gregorio, y tío de Susana de la Torre Mier, quien emparentó con los Polignac. Junto a su mujer, Isabel Pesado, de una familia noble de México, visitó el pueblo de sus antepasados y regó de dinero la zona, lo que permitió que el pueblo fuera uno de los más ricos de la comarca

Detalle del padrón donde aparecen los antepasados de los Mier.

Detalle del padrón donde aparecen los antepasados de los Mier. / ALBA VIGARAY

"De hecho, 1904 se conoce como el año del dinero", recuerda el alcalde de Cervera, porque la familia repartió medio millón de pesetas entre "Piedras Luengas, más pobre, que era donde nació la madre de Gregorio de Mier y Terán, y Santa María de Redondo, que era el origen de los Mier".   

El alcalde de Cervera no tiene tan claro que siga habiendo parientes de Rainiero en Palencia: "Hoy en la montaña palentina no reside ningún descendiente que pueda tener una relativa cercanía con la familia de Mónaco. Pueden tener antepasados comunes o no, pero no tienen conexión. ¿Que hay sangre común con la familia de Rainiero? Por supuesto que sí, siempre hay opciones de parentesco, pero ya no solo por los Mier, sino por los López, los Alonso de Piedrasluengas...".

Vistas desde la montaña de Santa María de Redondo.

Vistas desde la montaña de Santa María de Redondo. / ALBA VIGARAY

En Santa María de Redondo ya han pasado las tres de la tarde, y va siendo hora de comer. 

-Pues, permítame decirle, Ascensión, que se da aire un aire a Rainiero, la forma de los ojos, así, un poco juntos...

Ascensión sonríe de medio lado, y medio en broma medio en serio, suelta, encogiendo los hombros: "Es que los genes están ahí desde la séptima generación". "Yo tampoco aspiro a nada de lo suyo, yo estoy muy satisfecha con mis hijos y mi pueblo", concede a continuación, y al preguntarle si nos deja hacerle una foto, niega la mayor: "Si se enteran mis hijos que he hablado con vosotros...".