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'Los fontaneros de la Casa Blanca' (HBO Max): el Watergate en clave de drama divertido

Por su ocasional acercamiento al Despacho Oval y su superávit de gente de peligrosa incompetencia, se podría pensar en esta producción como una precuela de 'Veep'

Justin Theroux (Liddy) y Woody Harrelson (Hunt) en ’Los fontaneros de la Casa Blanca’.

Justin Theroux (Liddy) y Woody Harrelson (Hunt) en ’Los fontaneros de la Casa Blanca’. / ARCHIVO

Juan Manuel Freire

Aunque el bigote irónico de Justin Theroux sugiera lo contrario, la miniserie Los fontaneros de la Casa Blanca (HBO Max) no es una comedia, asegura su director, David Mandel. "Bueno, no es comedia pero tampoco es drama", matiza para mayor confusión. Podríamos dejarlo en tragedia de un par de hombres ridículos, los verdaderos E. Howard Hunt (Woody Harrelson) y G. Gordon Liddy (el citado Theroux), exagentes de la CIA y el FBI, respectivamente, conocidos por capitanear el intento de allanamiento al complejo Watergate que acabó con la presidencia de Richard M. Nixon. Conocidos, pero tan solo relativamente: por eso sus fracasadas misiones o sus tics de personalidad resultan tan sorprendentes y, si Mandel me lo permite, hilarantes. 

Nuestro entrevistado es, le guste o no, leyenda viva de (varias épocas de) la comedia estadounidense: una especie de Zelig o Forrest Gump del humor en pantalla. Raramente ha llegado el primero a algún sitio, pero ha llegado a sitios increíbles, de la sala de guionistas de Saturday Night Live (entre 1992 y 1995) a la de Seinfeld (para las tres últimas temporadas). Al lado de Larry David, cocreador de esta última, aprendió "innovadoras lecciones de telecomedia: la importancia de hacer avanzar la trama con cada escena o cómo construir un clímax a partir de cuatro historias que acaban chocando en una". David le reclutó después para la no menos innovadora Larry David, cuyo espíritu de improvisación se llevó Mandel a su temporada (o, para ser precisos, tres temporadas) al frente de la comedia política Veep

Cuatro intentos de allanamiento

Por su ocasional acercamiento al Despacho Oval y su superávit de gente de peligrosa incompetencia, se podría pensar en Los fontaneros de la Casa Blanca como una precuela de Veep. Mandel hace matices al respecto: "Son series muy diferentes. En Veep nos apoyamos todo el rato en el chiste, chiste, chiste, tirando de buenos personajes, pero siempre pensando en el chiste, chiste, chiste. Esta nueva serie puede ser, a veces, muy divertida, pero intentamos no hacer chistes. Aquí el humor surge orgánicamente de ciertos hechos y situaciones".

Un ejemplo perfecto es el dato recordado en un prólogo que creemos climático cuando, en realidad, es puro anticlímax. No hubo solo uno, sino cuatro intentos de irrumpir en el Watergate. El que vemos al principio es el segundo. "Ni siquiera algunos entusiastas de la política saben que se intentó forzar la entrada de la sede del Partido Demócrata hasta cuatro veces", apunta Mandel. No puedes escuchar algo así sin soltar una risa. "Pero, al mismo tiempo, nos estamos riendo de algo que fue un crimen terrible contra la confianza del pueblo estadounidense. Es una risa inapropiada, algo que solíamos hacer en Larry David. Es esa risa nerviosa en mitad de un funeral". 

Harrelson como Willy Loman

Según Mandel, fue "la desesperación" lo que llevó a Hunt y Liddy a cometer errores. "Liddy era una persona obstinada en agradar y, a la vez, capaz de cosas muy peligrosas, que sus colegas vigilaban de cerca por si mataba a [el columnista de investigación] Jack Anderson. Hunt también ansiaba el prestigio, pero era más tranquilo. Pensábamos en Willy Loman, de la obra de Miller Muerte de un viajante: un hombre que es una sombra de lo que fue, que va por la vida arrastrándose casi literalmente, caminando lento, como hace Harrelson en la serie".

El Woody Boyd de Cheers da relieve y compleja humanidad a un personaje bastante fugaz en otros acercamientos al Watergate, incluyendo el clásico Todos los hombres del presidente, crónica de las investigaciones de Carl Bernstein y Bob Woodward que destaparon el escándalo. "Me gusta pensar que nuestra serie sucede a la vez que ella. Es lo mismo, observado desde otro lado. En la película ves a Woodward llamando a Hunt y en la serie ves a Hunt recibiendo la llamada de Woodward". Con la voz, buen guiño, de Robert Redford.

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