ENCUESTA DE CSIF

Empastillados: casi la mitad de funcionarios consume a diario ansiolíticos, antidepresivos o somníferos

El 60% de los empleados públicos necesita ayuda psicológica, pero solo accede el 38% y en la sanidad privada,  según datos de una encuesta de CSIF

Funcionarios en una oficina.

Funcionarios en una oficina. / EPE

Nieves Salinas

Nieves Salinas

En plena cuenta atrás para saber qué sucederá con la asistencia sanitaria de los funcionarios que, en muchos casos, cubre MUFACE a través del concierto con las aseguradoras, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), ha presentado este viernes una encuesta sobre la salud mental de los empleados públicos y el consumo de psicofármacos. Entre las conclusiones, que casi el 46 % de los empleados públicos consume, prácticamente a diario, fármacos psicoactivos (ansiolíticos, antidepresivos y somníferos, entre otros) para cuidar su salud mental.

La encuesta, titulada '¿Cómo te sientes?', se presenta con motivo de la Semana Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo. Está centrada en las medidas de promoción de salud mental y bienestar laboral y se ha realizado mediante entrevistas a más de 6.300 personas que trabajan en diferentes ámbitos de las administraciones públicas (Administración General del Estado y de las comunidades autónomas, ayuntamientos, Educación, Sanidad, Justicia y empresas públicas).

Mujer: docente o sanitaria

En el informe se detallan los ámbitos profesionales con mayor incidencia de problemas si se habla de salud mental, los perfiles más habituales, sus experiencias laborales, sus hábitos de consumo de fármacos -como ansiolíticos, antidepresivos o somníferos-y sus necesidades sanitarias.

El perfil mayoritario de la consumidora de psicofármacos es el de una mujer, de entre los 35 y 67 años, trabajadora de la sanidad pública, en la administración o en un centro educativo

El consumo diario de estos fármacos es casi generalizado, según el estudio de CSIF, en todos los ámbitos de la administración. El perfil mayoritario es el de una mujer de prácticamente todos los rangos de edad (entre los 35 y los 67 años), trabajadora de la sanidad pública, en la administración o en un centro educativo, que consume ansiolíticos para soportar la sobrecarga de trabajo, falta de reconocimiento, dificultad para conciliar, discriminación por motivos de salud, conflicto entre compañeros, acoso y la falta de desconexión digital, detalló la secretaria Nacional de Prevención Laboral de CSIF, Encarna Abascal.

Carga de trabajo

El 76% de los empleados públicos reconocen abiertamente que su salud mental se resiente por las condiciones de trabajo, circunstancia principal que lleva al consumo de psicofármacos. Los más consumidos son: ansiolíticos e hipnosedantes (71% de los que reconocen su uso), antidepresivos (12 %) y otras sustancias (17 %). En concreto, los motivos más mencionados son un exceso de la carga de trabajo, falta de desconexión digital, deficiente calidad de liderazgo, falta de apoyo, conflictos entre compañeros y estrés laboral.

El 84 % de los profesionales que han respondido no cuentan con apoyo psicológico en su centro de trabajo

Además, el 60 % reconoce que necesita ayuda psicológica, pero solo la obtiene un 38 %, en la mayoría de los casos costeándosela por sus propios medios. Por género, las mujeres con un 75% han acudido a un profesional de psicología. En ese sentido, Abascal llamó la atención sobre el colapso para la atención a la salud mental en la sanidad pública, con la ausencia de "una red adecuada", una media de 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes y largas listas de espera para acudir a un especialista.

El 84 % de los profesionales que han respondido no cuentan con apoyo psicológico en su centro de trabajo. Además, más de dos tercios de los empleados públicos (el 67 %) revela que en el último año no se ha realizado en su centro de trabajo ninguna actuación relacionada con la promoción de la salud mental y protección frente a riesgos psicosociales.

Falta de apoyo

Este dato, dice CSIF, evidencia "la falta de apoyo" de la Administración, ya que la mayoría de los centros de trabajo no cuenta con medidas frente a riesgos psicosociales y apoyo psicológico, por lo que se incumple la Ley de Prevención de Riesgos Laborales por la falta de medidas de protección de los profesionales.

Como consecuencia de este estudio, CSIF ha iniciado la campaña 'Derrumbando estigmas de la salud mental en el ámbito laboral' en todos los centros para sensibilizar a los trabajadores sobre la importancia de la salud mental, denunciando ante la Inspección de Trabajo y los comités de seguridad y salud cualquier incumplimiento en Prevención de Riesgos Laborales sobre salud y solicitando planes de promoción de la salud y prevención de las conductas suicidas.

Protesta del sindicato CSIF.

Protesta del sindicato CSIF. / CSIF

"Las administraciones públicas incumplen la legislación en materia de prevención de riesgos laborales por salud mental y CSIF también presentará una campaña de denuncia y orientación psicológica a los trabajadores que necesiten en su puesto de trabajo", señala el sindicato que, entre sus baterías de propuestas, pide la actualización del cuadro de enfermedades profesionales, incluyendo el burnout, trastornos mentales y otros trastornos del comportamiento; incluir el criterio de la "profesión" en los registros de suicidios consumados, tanto nacionales como autonómicos o el desbloqueo en el reconocimiento de trastornos mentales relacionados con el trabajo como accidente laboral.