ENCUESTA

Estas son las preguntas que la AIReF ha mandado a los funcionarios sobre MUFACE: de las listas de espera al médico de cabecera

El organismo ha enviado una encuesta a 82.000 mutualistas para saber qué opinan sobre el funcionamiento del modelo

Imagen de archivo de funcionarios

Imagen de archivo de funcionarios / Xoan Álvarez

Nieves Salinas

Nieves Salinas

A finales de año estará listo el informe encargado por el Gobierno a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre la sostenibilidad de MUFACE que, inicialmente, serviría como hoja de ruta para evaluar "la eficiencia técnica y económica de la asistencia sanitaria del mutualismo" en España, pero que ya llega tarde, porque el nuevo concierto con las aseguradoras debe estar firmado en unos días. En septiembre, este organismo lanzaba una encuesta a 82.000 funcionarios para saber qué opinan sobre el modelo. Entre las preguntas, a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, los motivos para decantarse por la mutualidad: desde las listas de espera en la sanidad pública hasta los centros y especialistas de los que disponen en la privada.

El sondeo forma parte del Plan de Acción de la AIReF y su evaluación sobre el gasto sanitario del mutualismo administrativo, un informe encargado hace dos años por el Gobierno y cuyas conclusiones, según las aseguradoras, no pueden vincularse a la inminente firma del nuevo concierto que entra en vigor en 2025 porque ya llegan con retraso.

Entre las preguntas, un bloque en el que -con el epígrafe 'Cambios en el modelo de provisión de servicios sanitarios'- se busca conocer si el encuestado alguna vez ha cambiado de modelo de provisión (pública/privada) de asistencia sanitaria desde que pertenece a MUFACE, los motivos del cambio y en cuántas ocasiones lo ha hecho.

¿Sanidad pública o privada?

"En el momento de su ingreso en MUFACE, ¿qué sistema sanitario eligió?", es otra de las cuestiones planteadas. Si la opción elegida es sanidad privada se le pide al encuestado que se sitúe en el momento en el que eligió por primera vez y se le pide que, del 1 -"nada importante"- al 10 -"muy importante"-, puntúe los motivos que le llevaron a elegir ese sistema.

Entre las posibles respuestas figuran: el acceso directo a los especialistas sin necesidad de que le deriven desde Atención Primaria; la proximidad con el domicilio; la flexibilidad horaria; la calidad; los centros y especialistas disponibles en su prestador; porque no había barreras en la atención sanitaria ante un cambio de comunidad autónoma; por el confort (habitación, calidad de la comida... ) o para evitar listas de espera en la sanidad pública.

Además, el sondeo, que es de cumplimentación voluntaria, busca conocer si, desde que es mutualista, el encuestado ha realizado alguno de los siguientes cambios de modelo de provisión sanitaria: de pública a privada concertada o viceversa o ninguno. El bloque concluye preguntando a los funcionarios cuántos cambios de modelo de provisión (pública/privada) han realizado.

Motivos de cambio

Entre el listado de posibles motivos del cambio, se enumeran, para elegir, algunos como recibir atención sanitaria por una patología compleja; acceder con mayor facilidad a una tecnología sanitaria o para recibir diagnóstico o tratamiento "con un profesional de mi elección".

En el siguiente bloque, el sondeo cuestiona lo siguiente: "Su prestador sanitario actual es privado concertado. ¿Qué motivos de los que le presentamos a continuación le harían cambiar a la sanidad pública (INSS)?". Las opciones de respuesta pasan por: 'si yo o un beneficiario contrajéramos una enfermedad grave'; si hubiera menos listas de espera en la sanidad pública para el acceso a los especialistas o para las intervenciones quirúrgicas.

¿Pública o privada?

Además, la encuesta de la AIReF, cuyas respuestas todavía no se conocen, busca conocer qué elegiría un funcionario, si sanidad pública o privada, si estuviera en una serie de situaciones: ir al médico de cabecera, consulta de especialistas, un parto, una urgencia médica vital, una cirugía programada, una enfermedad grave, hospitalización de larga duración o un síntoma que le preocupa sin ser grave.

El sondeo finaliza preguntando sobre el grado de satisfacción con los prestadores sanitarios (puntuado del 1 al 10); el estado de salud del encuestado, el cuerpo de funcionarios al que pertenece -también si está jubilado- o datos como la edad o la provincia desde donde se contesta.