SANIDAD

Dos víctimas de un ictus recuperan la movilidad de brazos y manos gracias a una terapia con electrodos

La revista 'Nature' publica los resultados de un ensayo clínico sobre estimulación de la médula espinal en pacientes con debilidad muscular crónica en el tronco superior

Una terapia de estimulación de la médula espinal logra recuperar gran parte de la movilidad del tronco superior de dos mujeres que habían sufrido un ictus.

Una terapia de estimulación de la médula espinal logra recuperar gran parte de la movilidad del tronco superior de dos mujeres que habían sufrido un ictus.

Valentina Raffio

Dos mujeres que habían desarrollado una debilidad muscular crónica tras sufrir un ictus han logrado recuperar gran parte de su movilidad en brazos y manos tras someterse a una novedosa terapia de estimulación de la médula espinal. Se trata de un tratamiento experimental que, según explican sus impulsores, ya está dando buenos resultados en ensayos clínicos y que, en un futuro, podría utilizarse para facilitar la recuperación de las personas que sufren las secuelas de un accidente cerebrovascular.

El tratamiento consiste en un par de electrodos de metal del tamaño y la forma de un espagueti que se implantan a lo largo del cuello del paciente. Su instalación permite estimular la médula espinal y conectar una serie de circuitos neuronales que habían quedado dañados con el ictus. Se trata del mismo tipo de tecnología que se ha utilizado en otros estudios experimentales para ayudar a los pacientes que habían perdido la movilidad de las piernas. Su uso ha dado lugar a resultados esperanzadores pero, hasta ahora, apenas se había puesto a prueba para recuperar la función motora de brazos y manos.

Según explican el investigador Marco Caprogrosso en un artículo publicado este mismo lunes en la revista científica 'Nature Medicine', los primeros ensayos clínicos con esta herramienta enfocados a pacientes con problemas de movilidad en el tronco superior apuntan a una buena eficacia. Su uso se ha testado en dos mujeres, de 31 y 47 años respectivamente, que sufrían debilidad muscular crónica en brazos y manos tras sufrir un infarto cerebral. En un caso, una de las pacientes llevaba años sin poder siquiera sostener un tenedor y un cuchillo con sus manos.

Mejoras inmediatas

Tras la implantación de los electrodos y el inicio de la terapia, las pacientes experimentaron una mejora instantánea de su movilidad. Ambas mejoraron la fuerza, el rango de movimiento y la función tanto de sus brazos como de sus manos. Según explica Heather Rendulic, una de las pacientes que ha participado en este estudio, gracias a esta terapia ha logrado sostener una lata de sopa entre sus manos: un gesto que llevaba años sin poder hacer tras haber perdido casi por completo el control de su muñeca. En otras de las pruebas realizadas, las participantes también lograron realizar tareas de diferente complejidad como, por ejemplo, mover un cilindro de metal, agarrar objetos domésticos comunes o abrir una cerradura.

"La estimulación eléctrica de la médula espinal permite a los pacientes moverse de formas que no podrían hacer sin la estimulación"

"Descubrimos que la estimulación eléctrica de regiones específicas de la médula espinal permite a los pacientes moverse de formas que no podrían hacer sin la estimulación", destaca el equipo de investigadores que ha liderado este estudio. Uno de los resultados más sorprendentes de este estudio es que, tras varias semanas de terapia, algunas de las mejoras observadas se mantuvieron incluso tras el apagado de los electrodos. Esto, según explican los expertos, abre la puerta a utilizar esta terapia con electrodo como método para entrenar los músculos de las personas que han sufrido una pérdida de movilidad para así conseguir "mejoras más fuertes a largo plazo".

Control de movimientos

¿Pero cómo funciona exactamente esta terapia? Según explica el investigador Douglas Weber, uno de los expertos que ha liderado este estudio, "la estimulación de los nervios sensoriales de brazos y manos permite amplificar la actividad de los músculos debilitados por un accidente cerebrovascular". "Durante todo este proceso, los pacientes conservan el control total de sus movimientos ya que la estimulación es de asistencia y fortalece la activación muscular solo cuando los pacientes intentan moverse", destaca el científico tras la publicación de este estudio.

"Los pacientes conservan el control total de sus movimientos"

Tras el éxito de este primer estudio clínico, los investigadores prevén seguir investigando la aplicación de esta terapia en más pacientes. Los científicos esperan poder poner a punto un protocolo "práctico y fácil de usar" que algún día pueda trasladarse a los hospitales de todo el mundo para ayudar a los pacientes que lo necesiten.