PROTOCOLO ANTIABORTO

Los ginecólogos piden a Castilla y León que reconsidere las medidas y atienda a la opinión de los profesionales

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) asegura que los protocolos asistenciales en la sanidad pública deben ser acordes a las recomendaciones de las sociedades científicas

Una concentración para defender el derecho al aborto.

Una concentración para defender el derecho al aborto.

Nieves Salinas

Nieves Salinas

La tormenta desatada por la posible aplicación de un nuevo procedimiento de atención médica en los casos de interrupción legal del embarazo (ILE) en Castilla y León no deja de crecer. Este lunes, la Sección de Ecografía (SESEGO) y la Sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han emitido unas consideraciones ante un protocolo del que dicen "no tener constancia directa". Eso sí, en el caso de que se confirmen las medidas, creen que la comunidad "debería reconsiderarlas atendiendo a la opinión de los profesionales".

Este lunes, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha comparecido tras varios días de polémica en torno al plan antiabortista que el jueves pasado anunció su vicepresidente, Juan García-Gallardo (de Vox) para desautorizar los mensajes de su número dos y tratar de zanjar el asunto. El mandatario ha indicado que "en ningún caso se actualiza el protocolo de las mujeres que se someten a una interrupción del embarazo. No se obligará a los médicos a nada, y no se obligará a las mujeres a nada. Serán ellas las que libremente solicitarán lo que decidan a los facultativos".

En una declaración institucional afirmó que "la voluntad de la mujer seguirá tal y como figura en la legislación vigente y con el criterio médico que opera hasta ahora". Ha añadido: "Ni ha cambiado la legislación ni tampoco la sociedad de ginecología ha pedido ningún cambio”, repitió.

Derechos regulados legalmente

Sin embargo, ante la posibilidad de que ese protocolo se aplique, la Sección de Ecografía Obstétrico-Ginecológica de la SEGO y la Sección de Medicina Perinatal de la misma sociedad han elaborado un documento conjunto en el que exponen que "a día de hoy no tenemos constancia de este nuevo procedimiento más que por las informaciones de los medios de comunicación" y añaden que "el derecho de la mujer a acogerse a la ley de ILE y los requerimientos al respecto, están regulados legalmente". Muestran su "máximo respeto a la legislación vigente" y su "máximo respeto a las mujeres que se encuentran en esa situación".

Los protocolos asistenciales deben ser acordes a las recomendaciones de las sociedades científicas, señalan los ginecólogos.

Añade la SEGO que las prestaciones a la mujer gestante en el sistema público de salud, independientemente de la decisión de la mujer sobre la continuidad de su embarazo, vienen recogidas en los protocolos asistenciales de carácter local, autonómico y/o nacional que, remachan, deben ser acordes a las recomendaciones de las sociedades científicas. Esas prestaciones, abundan, no establecen diferencias en la atención inicial a la mujer gestante, asegurando de esta manera "la equidad e igualdad en su asistencia, personalizándola y adaptándola posteriormente a la complejidad de cada caso".

En fase embrionaria (hasta la 10+6 semana) se recomienda que la evaluación ecográfica del latido sea preferiblemente de manera visual, puntualizan los médicos.

En cuanto a la ecografía 3D/4D, los especialistas aclaran que "no forma parte de la sistemática asistencial ni puede encontrarse recomendación alguna para su práctica rutinaria, ni en protocolos-guías nacionales, ni internacionales". Además, indican, el uso de ultrasonidos convencionales -ecografía modo B (que suele utilizarse para evaluar el desarrollo del feto y evaluar los órganos) y modo M (que se utiliza sobre todo para evaluar los latidos cardíacos fetales y, en la mayoría de las imágenes cardíacas, en especial para la evaluación de trastornos valvulares)- se considera "seguro" durante el embarazo. En fase embrionaria (hasta la 10+6 semana) se recomienda que la evaluación ecográfica del latido sea preferiblemente de manera visual, puntualizan los médicos.

De hecho, la guía de práctica clínica de SEGO sobre la gestación precoz, del año 2021, recomienda que "la evaluación con Doppler -un estudio por imágenes que utiliza ondas de sonido para mostrar la circulación de la sangre por los vasos sanguíneos- sólo debe ser realizada en el primer trimestre en aquellos casos en los que haya una indicación clínica específica" y en la gestación temprana se recomienda utilizar preferiblemente "el modo-M para determinar la frecuencia cardiaca embrionaria".

Reconsiderar las medidas

La sociedad científica también asegura que la Sociedad Internacional de Ultrasonidos en Obstetricia y Ginecología -ISUOG, por sus siglas en inglés- en el año 2021 recomienda que "en periodo embrionario (hasta la 10+6 semana) el Doppler espectral, color, power Doppler u otras modalidades de Doppler no deben ser utilizadas rutinariamente".

En periodo fetal (de 11 a 13+6 semana), desgranan, puede ser utilizado rutinariamente para ciertas indicaciones clínicas, como el cribado de trisomías y anomalías cardiacas. En definitiva, zanjan, existe consenso "en hacer un uso prudente del Doppler durante el primer trimestre de la gestación por los potenciales efectos térmicos y/ o mecánicos indeseables sobre el embrión". Por todo lo expuesto, y en el caso de que se confirmen las medidas que han sido anunciadas, la SEGO cree que Castilla y León "debería reconsiderarlas atendiendo a la opinión de los profesionales".