INFECCIONES CRÓNICAS

La hepatitis D repunta en España y los médicos advierten de falta de tratamientos

Es una de las más desconocidas dentro de la familia de las hepatitis virales y, uno de los motivos, es la escasez de fármacos, señalan los expertos.

Programa hepatitis C en Barcelona.

Programa hepatitis C en Barcelona. / Ricard Cugat

Nieves Salinas

Nieves Salinas

La hepatitis D está repuntando en

España

. Lo advierten desde la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD). Después de creerse "prácticamente extinta" en la década de los 90 -cuando esta hepatitis viral llegó a tener gran importancia clínica, afectando al 20% de los pacientes que tenían una infección crónica por el virus de la hepatitis B-, actualmente, la prevalencia de esta enfermedad está en torno al 5%. Esta una de las principales conclusiones que ha expuesto el doctor Manuel Rodríguez García, especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Central de

Asturias

(Oviedo) en el marco del LXXXI Congreso de la sociedad científica que se ha celebrado en León.

El perfil del paciente con hepatitis D, señalan los expertos, ha variado en el tiempo. A finales del siglo pasado, los más afectados por la enfermedad eran usuarios de drogas por vía parenteral y hemofílicos que habían recibido transfusiones de sangre contaminada con los dos virus. Sin embargo, gracias a los programas de vacunación frente al virus de la hepatitis B y a las mejoras en los cribados, la prevalencia disminuyó de forma significativa en España. Una tendencia que, según el doctor Rodríguez García, se está revirtiendo en nuestro país, que registra un repunte de casos en los últimos años.

Flujos migratorios

La razón principal de este incremento, precisa este experto, estaría, entre otras circunstancias, en los fenómenos migratorios que llegan a España procedentes del África subsahariana y el este de Europa, afectando más a hombres que a mujeres y, especialmente, a población joven. Los flujos migratorios provienen de zonas donde la hepatitis D tiene todavía una prevalencia elevada, "por lo que los expertos debemos estar alerta y buscar de forma obligatoria el virus D en pacientes con infección crónica por hepatitis B".

Otra de las circunstancias que ha provocado que la hepatitis D sea todavía una de las más desconocidas dentro de la familia de las hepatitis virales es la falta de arsenal terapéutico, según ha avisado este experto. A diferencia de la hepatitis B y la C, en la D "no hay opciones de tratamiento con una tasa de respuesta aceptable, lo que provoca que la enfermedad tenga peor pronóstico y los pacientes que la padecen tengan más riesgo de sufrir cirrosis o cáncer hepático".

Nuevos tratamientos

En este momento, el único tratamiento disponible en España frente a la hepatitis D es el interferón, un agente que logra suprimir la actividad viral y hepática sólo en una minoría de pacientes tratados, especifican los médicos. Sin embargo, existen nuevos avances farmacológicos "con mayor eficacia y tolerancia" contra la enfermedad, como es el caso de bulevirtide, un medicamento antivírico que ya está autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), pero aún no está autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (

Aemps

).

En este contexto, el especialista considera que se necesita "con urgencia" que España apruebe nuevas opciones terapéuticas contra la hepatitis D y que las nuevas generaciones de gastroenterólogos comiencen a buscarla en todos los pacientes con infección por virus B.