CORONAVIRUS

Los primeros Sanfermines con covid ponen a prueba las grandes fiestas en España

El festejo navarro condensa el cóctel de celebración y contagios que se vivirá en ciudades y pueblos este verano

Un joven disfruta del chupinazo en Pamplona.

Un joven disfruta del chupinazo en Pamplona. / EFE

Beatriz Pérez

La explosión de los Sanfermines, que han arrancado este miércoles en Pamplona, condensan el verano que se vivirá en ciudades y pueblos de toda España: un cóctel de fiestas sin restricciones y de contagios por covid-19, porque la pandemia no se ha ido. Tras dos años cancelados a causa del virus, la alegría, la euforia y la fiesta descontrolada han tomado este miércoles, indisimuladamente, las calles la capital navarra. Además, el chupinazo de este 2022 ha corrido a cargo del exfutbolista Juan Carlos Unzué, quien lo ha dedicado a todos los sanitarios que cuidaron de la población durante la pandemia y, en especial, de los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que él padece.

Es posible que esos mismos sanitarios vean las imágenes de hoy en Pamplona con cierta preocupación, a la hora de encarar una época estival en que, como ocurre cada año por las vacaciones, hay todavía más escasez de médicos y enfermeras. "Empiezan los Sanfermines, pero el que va a dar el chupinazo soy yo", escribía en un tuit la cuenta paródica Coronavirus Gripalizado, también conocido como El Coronavirus de Twitter. Y más que habrá: tras esta festividad navarra, vendrán las fiestas del Carmen (16 de julio), la de la Asunción (15 de agosto) y tantas otras fiestas mayores y de barrio en todas partes de España.

Pero los odiosos indicadores epidemiológicos siguen ahí. En solo un mes, de la semana que va del 3 de junio a la del 5 de julio (último día en que el Ministerio de Sanidad ofreció datos), algunos como la incidencia, los hospitalizados o los ingresos en ucis por covid-19 se han duplicado en toda España. En los mayores de 60 años, la incidencia acumulada en los últimos 14 días ha pasado de 617 casos por 100.000 habitantes a 1.135. Y eso pese a que hay muchos contagios que no se están contabilizando.

La incidencia, las hospitalizaciones y las ucis se han duplicado en el último mes

Sí hay dos indicadores que no dan lugar a equívocos: las hospitalizaciones (hay 11.585 enfermos por coronavirus en toda España, frente a los 6.481 de principios junio) y las ucis (hay 503 pacientes graves, frente a los 325 de hace un mes). La transmisión del virus continúa, aunque no sepamos medir con exactitud a qué velocidad: ¿hasta qué punto puede afectar a la pandemia la interacción social de los Sanfermines o de otras festividades, como el Carmen (16 de julio)?

¿Más contagios?

Los médicos dan por hecho que aumentará la transmisión, pero no todos piensan que la cosa se desbocará a causa de las fiestas. Lo dice José Jonay Ojeda, uno de los portavoces de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), quien llama a "relativizar" el impacto de estos eventos, principalmente porque hace meses que en España no hay restricciones.

"Habrá más contagios, pero probablemente no sea igual que antes porque ya hay, de base, un nivel importante", dice un epidemiólogo

"En época de fase aguda de la pandemia, que formalmente acabó en marzo cuando cambió la estrategia de control, el impacto de estos eventos era más relevante porque no habíamos recuperado la normalidad de nuestras interacciones", razona Ojeda. "Habrá un impacto [de los Sanfermines y otras festividades], pero probablemente no sea igual que antes porque ya hay, de base, un nivel importante de transmisiones", añade.

Es decir: hace un año las restricciones (más o menos severas dependiendo de la estación) contenían el virus y evitaban que este se desbocase. Cuando estas se levantaban, sí se observaba un aumento de la curva epidemiológica. Pero hace meses que estas medidas no existen y, por tanto, algunos epidemiólogos esperan que aumenten las infecciones este verano pero dudan de que ese incremento sea tan marcado como hace un año, cuando se pasaba de cero a 100.

Además, Ojeda también señala otro factor que puede contribuir al aumento de las infecciones: el descenso de la inmunidad provocado por la vacuna. Aun así, precisa que los contagios que se están produciendo "también generarán inmunidad". "Por eso digo que probablemente este verano todas las actividades sociales multitudinarias tendrán un impacto menor que otros años. Habrá contagios, sí, pero la transmisión comunitaria que existe desde hace tiempo probablemente los amortigüe", opina este epidemiólogo.

El "riesgo mayor" lo corren, esencialmente, las personas vulnerables, advierten los médicos

El médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar (Barcelona) Robert Güerri cree que, en este escenario de libre circulación del virus, el "riesgo mayor" lo corren, esencialmente, las personas vulnerables. Y por eso llama a que cada ciudadano "evalúe" cuál es su situación personal. "¿Los contagios subirán? Seguro, porque el virus está circulando y habrá más personas juntas. Pero eso no tiene por qué suponer más hospitalizaciones. Dependerá de si estas personas infectadas contagiarán, a su vez, a los vulnerables. Lo que hay es que prepararse para lo que viene el otoño", comenta Güerri.

El próximo otoño

Como cada año desde que empezó la pandemia, preocupa mucho la llegada del frío. Los contagios están disparados ahora, en un momento en que la ciudadanía hace vida fuera de casa. "En otoño, cuando el covid-19 se junte con la gripe, puede ser complicado", avanza el médico del Hospital del Mar. Según él, esta séptima ola está evidenciando que la vacuna pierde eficacia en las personas mayores (en sus formas leves). Él cree que España comenzará a poner las cuartas dosis en septiembre, antes de que llegue el otoño, para estar preparada para una estación en la que se desconoce qué variante circulará. 

Carga asistencial

Aunque la presión hospitalaria ha crecido en el último (sobre todo, en la atención primaria: Catalunya ha vuelto a habilitar hoy La Meva Salut para pedir las bajas por síntomas de covid, para evitar así que la gente vaya al CAP), la impresión de los sanitarios "desde la trinchera" es que el territorio se encuentra "en una fase de meseta". "No se han disparado los datos, pero tampoco están disminuyendo", dice el doctor Güerri.

El año pasado, por estas fechas, el Hospital del Mar tenía cuatro plantas ocupadas con pacientes covid-19. Ahora mismo hay dos, en las que están pacientes ingresados por covid-19 y otros que están ingresados por otro motivo y a quienes se les diagnosticó el virus en la prueba rutinaria de entrada al hospital.

Ojeda confirma que, de momento, el aumento de contagios no se ha traducido en un aumento importante de la carga asistencial de los hospitales. Pero esto es, dice, en lo que habrá que fijarse las próximas semanas. "Este será el parámetro a la hora de tomar medidas de salud pública", advierte.