PANDEMIA

La séptima ola del coronavirus provoca un exceso de más de 4.000 muertes en dos meses

La primavera de 2022 ya sería, sin contar la de 2020, la peor de los últimos ocho años

Madrid, Andalucía y Cataluña siguen siendo las comunidades que notifican más casos

Archivo - Coronavirus, hospital, virus, pandemia.

Archivo - Coronavirus, hospital, virus, pandemia. / JCCM - Archivo

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Dos años después del inicio de la pandemia, la séptima ola del coronavirus sigue cobrándose vidas en España. A pesar de que los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad relativos al impacto de la enfermedad son cada vez más escuetos y se espacian más en el tiempo, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III ha demostrado que, durante los últimos meses, se ha producido un exceso importante de los fallecimientos estimados. En concreto, entre abril y mayo se habrían perdido más de 4.000 vidas más de lo esperado, lo que convierte a la primavera de 2022, sin contar la de 2020, en la peor desde 2014, primer año en el que se ofrecen este tipo de estadísticas. Y eso que todavía no se han contabilizado las tres semanas de junio.

Los números, en cualquier caso, deben ser tomados con prudencia y como un indicativo. El cambio en la forma en que el Ministerio de Sanidad ofrece los datos, que ahora solo se publican dos veces por semana, y el retraso en la notificación de los fallecimientos, que en algunos casos puede llevar meses hasta ser incluidos en los datos, llevan a que en ocasiones sea complicado observar las tendencias.

Por eso el trabajo que hace el MoMo es ahora tan importante. Pese a que no se atribuyen esos fallecimientos directamente al coronavirus, la evolución de las distintas olas ha ido coincidiendo, más o menos, con el exceso de muertes.

Y, ahora, también coinciden aproximadamente los datos. Mientras que el Ministerio de Sanidad reconoce alrededor de 2.000 muertes por Covid entre el 1 de abril y el 31 mayo de 2022, el MoMo observa 4.319 fallecimientos por encima de la estimación en ese mismo periodo por todas las causas, incluyendo 132 atribuibles a los cambios de temperatura.

A este ritmo, el número de fallecimientos por encima de la estimación podría superar los 6.000, lo que haría que se rompiese la barrera de los 100.000 en el exceso de defunciones desde el 1 de enero de 2020.

Según asegura el MoMo en su informe del 31 de mayo, desde entonces se han producido 99.915 muertes de más en toda España, aunque el Ministerio de Sanidad contabiliza en 106.797 las personas fallecidas por el coronavirus en España. El problema de ambas instituciones es que una, el MoMo, no ofrece las causas, y el otro, el Ministerio de Sanidad, no ofrece con precisión la fecha en la que se ha producido el fallecimiento notificado.

Actualmente, en España predomina el linaje BA.2 de la variante Ómicron, y, según el último informe oficial, la comunidad más afectada sigue siendo Madrid con 10.269 casos nuevos en los días previos al informe del viernes de la semana pasada. Cataluña, con 7.565, y Andalucía, con 4.554, serían las siguientes, aunque también son las comunidades con mayor volumen de población.

La séptima ola ha coincidido con el abandono de las mascarillas en interiores y con una menor vigilancia de la situación epidemiológica, pero también puede ser una consecuencia de la pérdida de inmunidad ofrecida por las vacunas actuales. Según datos oficiales, actualmente un 93% de los españoles tiene la pauta completa, pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguró la semana pasada que la administración de nuevas dosis podría no aprobarse hasta que no estén disponibles las vacunas de nueva generación, lo que podría retrasar el proceso más allá del verano.