Viruela del mono: cómo se ha detectado y afrontado en otros países

La viruela del mono ha puesto en alerta a los departamentos sanitarios de varios países, entre ellos Estados Unidos, que se acaba de sumar a la lista de afectados por este inusual brote. No se trata de una enfermedad especialmente contagiosa, pero sí infrecuente en las regiones occidentales. Por ello, la OMS ha pedido que se rastreen a fondo los contactos para evitar la expansión de la enfermedad.

La enfermedad pertenece a la familia de la viruela común, desaparecida en Occidente gracias al efecto de las vacunas. Es común en África Occidental y Central, donde fue descubierta por primera vez en 1958 en monos de laboratorio, de ahí el nombre que recibe. Se trata de una enfermedad zoonótica, es decir, que se transmite de animales a humanos, que provoca graves erupciones cutáneas, acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolor de espalda, dolores musculares y cansancio.

Tras el caso detectado en un residente de Massachussets, la lista de países afectados la componen ya Reino Unido, Portugal, España, Italia, Suecia, Estados Unidos. Estados Unidos ya sufrió un brote similar en 2003, cuando esta patología llegó a sumar 47 pacientes confirmados. Según han comunicado desde el Departamento de Salud Pública de Massachusetts, el paciente en cuestión es un hombre que viajó recientemente a Canadá, donde existen 17 casos sospechosos que, de confirmarse, sumarían un nuevo país al listado.

En África, la viruela del mono presenta una tasa de mortalidad oscila entre el 4% y 22% y la mayoría de los pacientes son niños. Sin embargo, el riesgo en los países occidentales resulta mucho menor,  ya que gran parte de la población cuenta con la vacuna contra la viruela común, efectiva en un 85% contra esta variante.

Informar y aislar para controlar la transmisión

El contagio de la viruela del mono se produce a través de saliva o excreciones respiratorias, por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra o por las heces, tal y como señala la SEIMC. No se trata, pues, de una enfermedad de transmisión sexual, como se ha dado a entender erróneamente estos días a raíz de que los primeros casos detectados en España fuesen entre hombres que tienen sexo con otros hombres, aunque las relaciones sexuales pueden ser un factor de riesgo por el contacto estrecho.

Las autoridades sanitarias de los países donde se han detectado positivos están rastreando los casos y realizando pruebas genéticas para confirmar si se trata de esta enfermedad. Los pacientes en estudio evolucionan positivamente y se encuentran aislados en sus domicilios, aunque se debe mantener una vigilancia estrecha, ya que podrían llegar a requerir ingreso hospitalario. 

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) describe la viruela del mono como una enfermedad infrecuente en el país y asociada a los viajes internacionales o a la importación de animales. Por su parte, la OMS recomienda a cualquier persona que enferme tras regresar de una zona endémica de viruela del mono que lo notifique inmediatamente a los servicios médicos. Asimismo, a los viajeros a zonas de riesgo se les aconseja evitar el contacto con animales enfermos o muertos, sobre todo roedores (principales vehículos de transmisión de esta enfermedad), marsupiales o primates.

Vacunas para combatir la enfermedad

En Europa, incluida España, existe la vacuna contra la viruela común, que fue ampliamente administrada durante la segunda mitad del siglo pasado hasta conseguir erradicar la enfermedad. Según el CDC estadounidense, este fármaco protege hasta en un 85% de los casos contra la viruela del mono. Por ello, es probable que los adultos vacunados hace años tengan cierta protección contra esta nueva enfermedad; mientras que los jóvenes, que no han sido vacunados al considerarse extinta la viruela común, están más expuestos.

Por su parte, en Estados Unidos hay disponible una única vacuna específica contra la viruela del mono, Jynneos. Se trata de un fármaco de la empresa danesa Bavarian Nordic, aprobado por la Agencia del Medicamento de EEUU (FDA) en 2019, indicado para prevenir la enfermedad en mayores de 18 años. Sin embargo, en Europa aún no ha sido aprobado para su uso como vacuna contra esta enfermedad.

Las autoridades estadounidenses ya han solicitado a la compañía danesa un pedido de 13 millones de dosis liofilizadas entre 2023 y 2024, "La velocidad con la que los casos han evolucionado, combinados con el potencial de infecciones sin detectar, más allá del caso inicial, invitan a una respuesta rápida y coordinada por parte de las autoridades sanitarias, y estamos encantados de poder asistir en la situación de emergencia", ha declarado al respecto Paul Chaplin, presidente y CEO de Bavarian Nordic.